Padre e hija

Cada vez hay m¨¢s directoras de cine, afortunadamente, y este aumento del censo no se queda s¨®lo en la cantidad, sino que repercute en la calidad. Entre estas nuevas directoras ocupa un lugar muy especial Susan Seidelman, a la que recordamos, sobre todo, por su trabajo en dos comedias afortunadas, Buscando a Susan desesperadamente y Fabricando al hombre perfecto. Mi rebelde Cookie es su obra m¨¢s reciente y, aunque parece encajar en el mismo g¨¦nero que sus realizaciones anteriores , tambi¨¦n presenta algunas caracter¨ªsticas nuevas.Se trata de una historia construida sobre las relaciones de un padre con su hija; ¨¦l es un hombre muy peculiar y ella una chica joven, inconformista, enfrentada inesperadamente a un progenitor que no conoce bien, perteneciente al mundo situado al margen de su experiencia.

Susan Seidelman ha intentado combinar la atenci¨®n a sus personajes principales con la descripci¨®n de ambientes ins¨®litos, menudeando las peripecias y la acci¨®n incesante, un poco en la estela de sus trabajos anteriores; pero la f¨®rmula no acaba de cuajar, quiz¨¢ porque la atenci¨®n a los elementos pintorescos del relato es m¨¢s intensa que la dedicada a analizar la dif¨ªcil convivencia y la compleja relaci¨®n ex¨ªstencial entre los dos personajes centrales.

Mi rebelde Cookie -en cuya historia se advierte la huella de una de las guionistas m¨¢s Irritantes del cine moderno, Nora Ephrom, autora de Se acab¨® elpastel y Cuando Harry encontr¨® a Salty- tiene buenos componentes, unidos al noble deseo de mostrar las incongruencias del machismo contempor¨¢neo, pero los resultados definitivos son bastante decepcionantes.