La ley sobre t¨¦cnicas de reproducci¨®n asistida a¨²n no se ha desarrollado despu¨¦s de dos a?os de vigencia

Pere Nolasc Barri, jefe de la Unidad de Reproducci¨®n Humana del Instituto Dexeus de Barcelona y padre cl¨ªnico del primer beb¨¦ probeta de Espa?a, Victoria Ana, nacida en 1984, juzga imprescindible la creaci¨®n de la comisi¨®n de fecundaci¨®n asistida prevista por la ley de 1988, cuyos reglamentos a¨²n no se han desarrollado. "Si hubiese existido este comit¨¦", reflexiona, "el juez de Matar¨® probablemente no habr¨ªa decidido lo que decidi¨® porque hubiera tenido informaci¨®n sobre t¨¦cnicas gen¨¦ticas y la valoraci¨®n de profesionales del tema". Barri considera que el permiso del juez Jos¨¦ Antonio C¨®rdoba para que una mujer pueda elegir el sexo de su sexto hijo "es, como m¨ªnimo, ligero, ya que se ha hecho un estudio parcial del caso".

En opini¨®n del ginec¨®logo catal¨¢n, la ley espa?ola de 1988 es "muy correcta" en lo que se refiere a las aplicaciones, ya que limita la utilizaci¨®n de t¨¦cnicas de reproducci¨®n para los casos en que exista un fin terap¨¦utico, es decir, se reduce a los supuestos en que el riesgo de transmisi¨®n de enfermedades hereditarias sea alto. Sin embargo, Barri lamenta que, transcurridos dos. a?os desde la aprobaci¨®n de la norma legal, todav¨ªa no haya sido desarrollada. Por ejemplo, se?ala que no se ha creado a¨²n la comisi¨®n nacional de fecundaci¨®n asistida -¨®rgano consultivo de la judicatura integrado por expertos en el tema-, cuya misi¨®n es la elaboraci¨®n de dict¨¢menes.Tambi¨¦n considera que, a pesar de lo reciente de la ley, ¨¦sta ya ha quedado obsoleta. "En algunos aspectos, la norma espa?ola es tan pormenorizada", se?ala, "que deber¨ªa modificarse cada vez que se produce una innovaci¨®n cient¨ªfica, y las t¨¦cnicas gen¨¦ticas avanzan a pasos agigantados".Margen de error

Barri piensa que si la comisi¨®n de fecundaci¨®n asistida funcionara, el juez de Matar¨® se hubiera pronunciado probablemente en contra de que Esperanza Mart¨ªn, que ya tiene cinco hijos varones, elija, mediante t¨¦cnicas gen¨¦ticas, el sexo del sexto v¨¢stago. "Las razones psicol¨®gicas que presentan los forenses y el juez para justificar la autorizaci¨®n me llenan de temor", confiesa el experto en reproducci¨®n asistida. Y matiza: "La t¨¦cnica de selecci¨®n de sexo tiene un alto margen de error, entre el 70% y el 75%; imaginemos que esta mujer no satisface su deseo, ?no se desequilibrar¨ªa todav¨ªa m¨¢s?".

Barri cree que cuando no existe un verdadero problema m¨¦dico en la pareja la utilizaci¨®n de t¨¦cnicas gen¨¦ticas es reprobable y se convierte en lo que denomina procreaci¨®n espect¨¢culo. "El caso de la mujer de Matar¨®", dice, "no es m¨¢s que un claro ejemplo de este tipo de procreaci¨®n".

"Si realmente existe una recomendaci¨®n m¨¦dica, por ejemplo en el caso de una mujer con antecedentes hemof¨ªlicos o de distrofia muscular, vale la pena que la madre corra el riesgo del 30% de probabilidades de que el beb¨¦ nazca con la enfermedad, pero en una indicaci¨®n no cl¨ªnica, la garant¨ªa de ¨¦xito deber¨ªa ser absoluta", considera el ginec¨®logo.

El porcentaje de intervenciones para elegir el sexo del embri¨®n es muy bajo, seg¨²n Barri, porque las familias con riesgo gen¨¦tico dentro de la poblaci¨®n general son pocas. Pese a que cuantitativamente el n¨²mero de personas que precisan este tipo de t¨¦cnicas es reducido, el especialista indica que .para las personas que se encuentran en esta situaci¨®n, poder utilizar la reproducci¨®n asistida es important¨ªsirno".

Barri relata el caso de una mujer, atendida en el Instituto Dexeus, que hab¨ªa engendrado en embarazos sucesivos tres hijos varones. Los beb¨¦s mor¨ªan sistem¨¢ticamente a los dos d¨ªas de nacer de una cardiopat¨ªa cong¨¦nita debido a una enfermedad enzim¨¢tica hereditaria que s¨®lo se manifiesta en los varones. "Para estos padres", enfatiza, "la selecci¨®n de sexo fue un regalo del cielo".A juicio del experto en t¨¦cnicas de fecundaci¨®n artificial, para que la ingenier¨ªa gen¨¦tica no se convierta en un peligro para la humanidad ser¨ªa necesaria la existencia de comisiones interdisciplinarias, en las que deber¨ªan estar presentes "tanto m¨¦dicos y bi¨®logos, como juristas, bio¨¦ticos y tambi¨¦n hombres y mujeres que no est¨¦n directamente implicados en el tema". El ginec¨®logo expone como ejemplo de buen funcionamiento el de la Sociedad Europea de Embriolog¨ªa y Reproducci¨®n, a la que pertenece como miembro del comit¨¦ ejecutivo. Esta sociedad cuenta con una comisi¨®n de seguridad que se re¨²ne cada trimestre para seguir los ¨²ltimos descubrimientos gen¨¦ticos.