Irak ofrece a Ir¨¢n un tratado de paz generoso
?NGELES ESPINOSA, Sadam Husein ofreci¨® ayer la paz a Ir¨¢n, su vecino y enemigo secular. Teher¨¢n reaccion¨® de inmediato y el ministro iran¨ª de Exteriores, Al¨ª Akbar Velayati, declar¨® que "las propuestas iraqu¨ªes son el mayor triunfo de la historia de la Rep¨²blica Isl¨¢mica". Un portavoz de Velayati confirm¨® anoche que el viernes ser¨¢ liberado el primer contingente de 2.000 prisioneros de guerra iran¨ªes. "En el nombre de Dios" y con los ojos puestos en el polvor¨ªn en que su aventura b¨¦lica ha convertido al golfo 'P¨¦rsico, el presidente iraqu¨ª ha sorprendido al mundo al aceptar de repente la delimitaci¨®n de fronteras establecida en el tratado de Argel.
El tratado, de 1975, implica la retirada de sus tropas a las lindes internacionales y el intercambio total de prisioneros de guerra. La, actitud de sadam Husein hacia estos puntos bloqueaba desde el alto el fuego entre los dos pa¨ªses, en agosto de 1988, el avance de las conversaciones de paz. "Estamos satisfechos de esa propuesta", declar¨® un portavoz iran¨ª. El ajetreo diplom¨¢tico a ¨²ltima hora de ayer ten¨ªa por objetivo preparar una inmediata negociaci¨®n de la oferta de paz.Aunque los dirigentes iran¨ªes sean conscientes de que la decisi¨®n ha sido tomada para neutralizarles y para atraerse el apoyo de los musulmanes, como se?a lan algunos observadores, la realidad es que Al¨ª Akbar Hachem¨ª Rafsanyani ha convertido la paz con Irak en el objetivo prioritario de su pol¨ªtica desde que accedi¨® a la presidencia, en julio de 1989.
El momento elegido por el presidente iraqu¨ª constituye el principal problema que plantea esta iniciativa para Teher¨¢n. Aunque no parece probable que con esta jugada Sadam vaya a conseguir ganarse la alianza de Ir¨¢n en la crisis del Golfo, la propuesta puede traducirse en una mera inmovilizaci¨®n de su vecino ante los futuros acontecimientos de la zona. La Rep¨²blica Isl¨¢mica ha condenado la invasi¨®n iraqu¨ª de Kuwait y ha pedido su retirada del emirato, pero de aceptar la oferta de paz se ver¨ªa incapacitada para aplicar las sanciones establecidas por la comunidad internacional contra el r¨¦gimen de Bagdad. A nadie se le esconde, adem¨¢s, que una garant¨ªa de tranquilidad en esa frontera permitir¨ªa al aspirante a Saladino trasladar las tropas que permanecen all¨ª hacia los frentes occidentales, y reforzar la defensa de su capital.
Ahora,Junto a la reacci¨®n de Teher¨¢n, hay que esperar el siguiente paso anunciado por Bagdad. Seg¨²n el mensaje de Sadam a su "hermano" el presidente iran¨ª, y en prueba de sus "buenas intenciones", las tropas iraqu¨ªes iniciar¨¢n ma?ana su retirada hacia la frontera internacional. Ir¨¢n podr¨¢ recuperar as¨ª los 2.600 kil¨®metros cuadrados que, seg¨²n ha denunciado reiteradamente, Irak sigue manteniendo tras el alto el fuego. Tambi¨¦n 'ma?ana, Sadam Husein est¨¢ dispuesto a entregar a los 30.000 iran¨ªes que tiene prisioneros en sus c¨¢rceles, a cambio de sus compatriotas capturados en Ir¨¢n, unos 70.000, seg¨²n datos de la Cruz Roja.Internacional. La vinculaci¨®n de estos dos puntos imped¨ªa hasta ahora la puesta en pr¨¢ctica de la resoluci¨®n 598 del Consejo de Seguridad de la ONU.
La nueva amenaza
Lo que no consiguieron ocho a?os de guerra y otros dos de conversaciones, parece haberse logrado ahora bajo la amenaza de un nuevo estallido b¨¦lico en el Golfo. El r¨¦gimen de Bagdad, que el 17 de septiembre de 1980 denunci¨® los acuerdos de Argel e inici¨® as¨ª una guerra fronteriza condenada al estancamiento, reconoc¨ªa ayer de forma unilateral la vigencia de aquel documento. La postura de Ir¨¢n no ha variado un ¨¢pice a ese respecto desde entonces. La diplomacia de Teher¨¢n ha seguido acudiendo a la mesa de negociaci¨®n con los mismos papeles.
De los alrededor de mil kil¨®metros de frontera que comparten Ir¨¢n e Irak, 190 han sido en especial conflictivos, antes incluso de que ambos pa¨ªses existieran como entidades nacionales. Se trata de la v¨ªa de agua que forman en su confluencia los r¨ªos Tigris y Eufrates, y que es conocida como Chat el Arab, por los ¨¢rabes, y como Arvand Roud, por los iran¨ªes. Desde el lado iraqu¨ª, siempre se ha reclamado la arabidad de ese caudal y sus orillas. El inter¨¦s estrat¨¦gico salta a la se trata de la ¨²nica salida a mar abierto con que cuenta Irak.
Hoy intransitable como consecuencia de los barcos hundidos en sus aguas durante la guerra, el Chat el Arab no puede ofrecer ning¨²n servicio inmediato a Irak.
El r¨ªo compartido
M¨¢s bien al contrario, compartirlo le evitar¨ªa parte del coste de su limpieza. Mientras tanto, la anexi¨®n de Kuwait bien se consolide o bien s¨®lo le proporcione las islas de Bubiy¨¢n y Uarba en una futura negociaci¨®n- soluciona su problema. Los iran¨ªes, por su parte, siempre han defendido la soberan¨ªa compartida del r¨ªo y, en consecuencia, la aplicaci¨®n del tratado de Argel que as¨ª lo establec¨ªa. Seg¨²n ese acuerdo, firmado en marzo de 1975 por el sha de Persia, Mohamed Reza Palevi, y el propio Sadam Husein, entonces vicepresidente, la frontera en esas aguas "se dibujar¨¢ de acuerdo con la L¨ªnea de Thalweg". Esta expresi¨®n t¨¦cnica significa el punto medio del canal navegable principal cuando hay marea baja. Hasta entonces, se hab¨ªa fijado en la ribera oriental.
La concesi¨®n iraqui no fue un acto de magnanimidad. A cambio, el sha se comprometi¨® a cesar su apoyo a la rebeli¨®n kurda que en aquellas fechas manten¨ªa en jaque a Bagdad en el norte del pa¨ªs. El arreglo no dur¨® mucho. Cuando en 1979 triunf¨® en Teher¨¢n la Rep¨²blica Isl¨¢mica, Sadam, ya convertido en presidente, vi¨® su ocasi¨®n para recuperar el r¨ªo perdido.
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