Sobre un arco

He le¨ªdo con cierta sorpresa la carta publicada en su diario, firmada por Carmen Catal¨¢n, referida al hasta hoy llamado Arco del Triunfo. Esta se?ora pone primero por las nubes al actual alcalde de Madrid, enumerando sus rasgos progresistas, para luego llamarle, pr¨¢cticamente, usurpador de la alcald¨ªa en la que, con malas artes, sustituy¨® a un alcalde verdaderamente progresista y reprocharle que no haya hecho demoler el citado arco.Ante esto, se me ocurre:

1. Esas pr¨¢cticas de usurpaci¨®n son moneda corriente en pol¨ªtica -y no debo recordar c¨®mo fue desplazado el se?or Fern¨¢ndez Albor de la presidencia de la Xunta gallega. Cada alcalde, como cualquier otro cargo p¨²blico, creo que hace su trabajo como mejor sabe, puede y le dejan, y luego, ah¨ª est¨¢n las urnas.

2. Si el anterior alcalde s¨ª que era progresista de verdad, ?por qu¨¦ no orden¨® ¨¦l la demolici¨®n?

3. ?Hubiera sido l¨®gico que al ganar los republicanos las elecciones de 1931 hubieran dinamitado el palacio Real y los otros reales sitios? Los franceses siguen llamando Arco del Triunfo al erigido en memoria de las victorias de Napole¨®n, pero, y aqu¨ª s¨ª doy toda la raz¨®n a do?a Carmen, el caso es muy distinto: los franceses lucharon contra otras potencias; la espa?ola fue una guerra fratricida. La denominaci¨®n de Arco del Triunfo hiere muchas sensibilidades, con raz¨®n. Pero, ?por qu¨¦ derruirlo? Sin ser una maravilla arquitect¨®nica, no est¨¢ mal. Y, sobre todo, ya forma parte de la imagen de Madrid. ?Soluci¨®n? Se me ocurre una: se retiran las l¨¢pidas de los frontones en las que se exalta al duce, y se sustituyen por otras en las que, si quieren tambi¨¦n en lat¨ªn, se lea Pax, y en vez de llamarle el Arco del Triunfo se le llame el Arco de la Paz. Y santas pascuas. ?Verdad, usted, do?a Carmen? ?Verdad, usted, se?or alcalde? Pues eso-