Cirujanos en el encierro

En el hospital de campa?a, ubicado a espaldas de un tambi¨¦n improvisado coso taurino, el festejo de los tradicionales encierros de Legan¨¦s se sigue por los gritos del p¨²blico. "Cuando el grito se hace desgarrador", explica Alberto Garc¨ªa Abad, coordinador del quir¨®fano y concejal del Ayuntamiento, "se ahoga y sale de la laringe o cuando la gente se pone en pie y se vuelve a nosotros ya sabemos que hay cogida en la plaza". Siete personas tuvieron que ser atendidas ayer en este hospital, que cuenta con un personal de 90 voluntarios.

Voluntarios de Cruz Roja y Protecci¨®n Civil, mas diverso personal sanitario, componen el equipo que se encarga de resta?ar no s¨®lo las heridas que causa el toro, si no tambi¨¦n las que causa la fatiga y el exceso de alcohol durante los encierros que hoy concluyen en Leganes.Desde las siete de la ma?ana el personal del dispositivo sanitario tiene todo a punto para el encierro. Alguno de los j¨®venes que han cambiado el uniforme de su pe?a por el de Protecci¨®n Civil dormita en la tienda de avituallamiento a la espera de empezar a trabajar. Ayer la espera se hizo m¨¢s larga porque el cami¨®n con los toros no arrib¨® hasta las 8.45. A esa hora los cohetes anunciaron que dos novillos de tres a?os, tres vaquillas y dos cabestros sal¨ªan para encontrarse con los centenares de mozos que abarrotaban la arena de la plaza y el kil¨®metro largo de recorrido.

Un total de siete personas tuvieron que ser atendidas ayer. Una grave, otra cuyo pron¨®stico es de menos grave, y el resto con contusiones y peque?os traumatismos. Fernando Peinado Segovia, de 27 a?os, sufre herida de asta de toro en la parte superior del muslo derecho con una trayectoria descendente de 12 cent¨ªmetros de profundidad, que le ocasion¨® rotura de la envoltura muscular. El joven hab¨ªa salido de trabajar esa misma ma?ana, seg¨²n manifest¨® uno de los amigos que le acompa?aba, y fue cogido en la plaza "por el toro m¨¢s fuertote, que le ha embestido cuando quer¨ªa subir la barrera y se ha escurrido".

Salida triunfal

Fernando Peinado, despu¨¦s de ser atendido en el veh¨ªculo quir¨®fano, sali¨® entre aplausos y sonrisas haciendo el signo de la victoria hacia el hospital Severo Ochoa, donde permanece ingresado con pron¨®stico grave. Menos grave result¨® Francisco Domingo Arcallada, de 28 a?os, al que el mismo novillo le caus¨® una herida de seis cent¨ªmetros con trayectoria ascendente en la regi¨®n axilar izquierda.

Igual que el anterior, tras la sutura fue trasladado al hospital. Otro joven, con una fuerte contusi¨®n en una pierna por el pisot¨®n de uno de los astados, fue trasladado al Severo Ochoa donde se le hizo una placa radiogr¨¢fica. Los otros cuatro heridos, de car¨¢cter leve, presentaban magulladuras y ara?azos. Seg¨²n fuentes sanitarias, los heridos del encierro del jueves hospitalizados evolucionan favorablemente y han abandonado el Severo Ochoa.

Al hospital de campa?a, que consta, entre otros, de un quir¨®fano atendido por dos cirujanos, una enfermer¨ªa con capacidad para 10 camas de clasificaci¨®n y 20 de atenci¨®n exterior para heridos leves, se le ha a?adido este a?o una tienda de campa?a para atender los casos de intoxicaci¨®n et¨ªlica y nueve ambulancias.

Un combinado explosivo

"Con este despliegue", manifiesta Abad, "garantizamos una total seguridad en el aspecto sanitario porque nos permite atender a los heridos in situ con los medios y el potencial humano necesario". El dispositivo ha despertado el inter¨¦s en poblaciones cercanas "que vienen a pedirnos informaci¨®n para instalar el hospital de campa?a en sus encierros", concluye Abad.

El elevado consumo de alcohol y el cansancio son los riesgos a los que m¨¢s temen los responsables del hospital de campa?a, que durante la noche sigue de guardia para hacerse cargo de los embriagados. "Esos dos componentes", se?ala un voluntario de Cruz Roja, Ilevan a un arrojo temerario ante el toro sin tener en cuenta la merma de reflejos que producen". Seg¨²n los datos facilitados por las mismas fuentes, en la madrugada del jueves m¨¢s de 40 personas tuvieron que ser atendidas en la tienda para intoxicaci¨®n et¨ªlica. El reparto gratuito en un aljibe del Ej¨¦rcito de 1.500 litros de un combinado de receta secreta conocido como hassymuri que hace una de las pe?as caus¨® estragos. ?sa puede ser una de las razones que motivaron que en el primer encierro hubiera m¨¢s heridos que en el de ayer a pesar de durar menos de una hora. Tambi¨¦n pudo incidir el hecho de que al ser festivo se congrega mucho m¨¢s p¨²blico.