"No queremos la guerra"
"Hussein, Sadam, por vosotros damos nuestra alma y nuestra sangre", cantaban cientos de mujeres que tomaron las calles de Amm¨¢n para expresar, como ya hicieran los hombres muchas veces, su apoyo al rey Hussein de Jordania y al presidente iraqu¨ª.Beduinas con trajes llenos de bordados, j¨®venes a la moda europea, musulmanas integristas de pa?oleta y faldones hasta el suelo, la marcha era el espejo de Jordania, un pa¨ªs abierto donde la libertad y el empe?o por desarrollarse han hecho mella en sus tres millones de habitantes, la mitad de los cuales son palestinos. Shamira Jousus, una de las organizadoras, se?ala que la marcha trata de ser un "mensaje al mundo" para que escuche al rey Hussein, que est¨¢ haciendo "todos sus esfuerzos por mediar y resolver la crisis de forma pac¨ªfica". "Ya es hora de que recuperemos nuestra dignidad", afirma al condenar la presencia de tropas norteamericanas en suelo ¨¢rabe.
Desde los balcones, las mujeres menos valientes para lanzarse a la calle alientan a sus compatriotas, otras lloran: "Decidle al mundo que no queremos la guerra". Los hombres que. conducen por los carriles contiguos levantan sus dedos en se?al de victoria. "Dios es grande", grita por el meg¨¢fono una joven vestida con una falda pantal¨®n y una camisa polo. La masa le responde enfervorizada: "Al¨¢, akbar".
"Siempre hemos vivido con la amenaza de Israel sobre nuestras espaldas, pero en los ¨²ltimos a?os el pa¨ªs ha disfrutado de una bonanza y una mejora del nivel de vida inigualables. Ahora que nos est¨¢bamos acostumbrando a la paz, vuelve la guerra. Pero m¨¢s vale la guerra que la sumisi¨®n", se?ala un m¨¦dico que ha estudiado en Espa?a.
Misi¨®n imposible
El rey jordano volvi¨® a emprender lo que parece una misi¨®n imposible: conversar con las dos caras de este conflicto, que ha dividido al mundo ¨¢rabe y que marcar¨¢ un hito en la historia de Oriente Pr¨®ximo. "Haya guerra o soluci¨®n pac¨ªfica, el mundo ¨¢rabe resultante de esta crisis ser¨¢ muy distinto al que hemos vivido", afirma un catedr¨¢tico de Historia Moderna de la Universidad de Amm¨¢n.
"Los kuwait¨ªes no ten¨ªan derecho a extraer petr¨®leo en esas cantidades. Est¨¢n agotando un producto de la tierra ¨¢rabe para gast¨¢rselo en los casinos europeos", se?al¨® una mujer, en un perfecto ingl¨¦s y cubierta por completo. Sus palabras son el sentimiento generalizado en Jordania. Un pa¨ªs sin petr¨®leo y sin recursos, de gente trabajadora que se siente cansada de pedir dinero a sus hermanos del Golfo para poder seguir adelante. Y a?ade: "Los jeques saud¨ªes y kuwait¨ªes se gastan en una noche de farra m¨¢s de lo que nos dan una vez al a?o".
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