La 'jet' no tiene avi¨®n
Venga a hablar todos de la jet society y resulta que no tienen avi¨®n. La supuesta sociedad del reactor debiera estar formada por gente que puede desayunar en Marbella, almorzar en Par¨ªs, tomar el t¨¦ en Londres y cenar en Florencia. Pero la realidad muestra que si quisieran cumplir tama?o programa necesitar¨ªan hacer cola para el embarque en M¨¢laga, soportar el retraso del enlace en Barajas, perderse en Heathrow y tal vez cumplir una escala t¨¦cnica en Roma, como vulgares pasajeros de un vuelo regular. Vaya una jet.Ni Carlos Goyanes, que veranea en la c¨¢rcel; ni Jaime de Mora, que ya no puede trabajar para Adnan Kashogui porque ¨¦ste tambi¨¦n ha tenido problemas de tr¨¢fico; ni Gunilla von Bismarck, ni Jaime Ostos, ni Lita Trujillo, ni el ex futbolista Pedro de Felipe, una de las ¨²ltimas incorporaciones, que de momento disfruta con el black-jack en el casino del Andaluc¨ªa Plaza. Ni siquiera Alfonso de Hohenlohe, ni Raymond Nakachian, ni Manolo Santana, ni Isabel Preysler, ni Soraya, ni Mar¨ªa Luisa de Prusia, ni mucho menos Lola Flores. Tanto salir en las revistas y ninguno tiene avi¨®n. De lo cual se deduce que al hablar de la jet no s¨®lo no nos expresamos bien en un idioma, sino en dos.
Deb¨ªa de estar bien informado el traductor de la revista que Iberia regala en el avi¨®n: en la versi¨®n espa?ola se habla de la jet society marbell¨ª; la versi¨®n inglesa se refiere, en cambio, a la high society (alta sociedad). Curiosamente, la traducci¨®n al ingl¨¦s es fiel en todo excepto en una palabra inglesa. As¨ª que miembros de la jet, verdaderamente, s¨®lo son media docena de famosos: el bar¨®n y la baronesa Thyssen, que disfrutan de un Falcon 50 con 10 plazas para pasajeros; el banquero Mario Conde, que emplea un HS-25 con nueve asientos; el tambi¨¦n financiero Emilio Bot¨ªn, que suele viajar en un reactor propiedad del banco del que es propietario, o sea, en un reactor suyo; el pol¨ªtico Abel Matutes, que planea principalmente por las Baleares y de vez en cuando se acerca de un salto a Marbella en un Lear-Jet de ocho plazas. Y Adnan Kashogui, que en el momento de escribir esta cr¨®nica hace mucho que no aterriza por sus antiguos predios, aunque sus amigos, seg¨²n comentan ellos mismos, esperan su llegada inminente.
Pocos ¨¢rabes en la costa
Tambi¨¦n van y vienen en avi¨®n sin hacer colas los pr¨ªncipes Salman y Manzur, de Arabia Saud¨ª, que tienen a su disposici¨®n lo mismo un DC-8 que un Boeing 747 que un Bac-111. Pero los dos se fueron a los tres d¨ªas de la invasi¨®n iraqu¨ª y ya no han vuelto. Desde entonces apenas hay ¨¢rabes en esta costa.No han podido hacer lo mismo los jeques kuwait¨ªes cuya presencia en Marbella se supone. Los ciudadanos del emirato invadido han recibido el consejo de sus autoridades en el exilio de no dejarse ver demasiado. Y estos jeques s¨ª que han sido siempre los verdaderos multimill¨®n arios de Marbella, cuyas caras resulta, en cambio, dificil retener en la memoria porque rara vez se les fotograf¨ªa. Estos ricos del petr¨®leo s¨ª viajan en avi¨®n, pero con un h¨¢bil sistema: compran el reactor y se lo ceden a una compa?¨ªa, tal vez Europe Falcon (francesa), tal vez Aeroleasing (suiza), quiz¨¢ Magec (brit¨¢nica). La empresa se encarga de la tripulaci¨®n, del mantenimiento, las reparaciones, y puede utilizarlos como aparatos de su flota. Los due?os, eso s¨ª, tendr¨¢n preferencia para usarlos cuando lo precisen.
Entre unos y otros, el aeropuerto malague?o ve 15 aviones particulares cada mes, y 25 en agosto. Pero pocos de sus ocupantes aparecen en las p¨¢ginas de color. El resto, los que s¨ª aparecen, han de resignarse, como mayor lujo a¨¦reo, a un vuelo alquilado. Pero rara vez se lo permiten, porque ah¨ª est¨¢n los tax¨ªmetros: de Marbella a Madrid" 600.000 pesetas; a Par¨ªs, 1.300.000; a Londres, 1.900.000; a Palma, 750.000; a Casablanca, 900.000. Muy necesario deben ver el viaje para retratarse as¨ª en taquilla, y muy bloqueados los vuelos regulares, y muy suculento el negocio que les mueva. Algunos se lo han permitido ¨²ltimamente: Seve Ballesteros, Stefli Graf, Rafaella Carr¨¢, Manolo Santana, Boris Becker, Biorn Borg... Jaime de Mora tambi¨¦n utiliz¨® un vuelo de urgencia, hace dos a?os, concretamente un avi¨®n ambulancia hasta Madrid, que pag¨® de su bolsillo, cuando sufri¨® un infarto.
Para estos casos sanitarios se producen unos 20 vuelos al mes (25 en verano). Y como aerotaxis, unos 70 aviones salen y llegan alguna vez en el mes (80 en agosto), pero cada a?o son menos. Rafael Artache, director de Airtaxi, empresa que gestiona los viajes privados con compa?¨ªas espa?olas, calcula en un 25% el descenso de este a?o. Pero sabe que en eso nada tiene que ver la jet de las revistas, porque la supuesta jet es gente de a pie, por mucho que se las d¨¦ de altos vuelos.
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