Repliegue policial

EL ANUNCIO por parte del lehendakari Ardanza de que las elecciones vascas tendr¨¢n lugar el pr¨®ximo 28 de octubre se produce apenas 48 horas despu¨¦s del acuerdo sobre el despliegue de la polic¨ªa auton¨®mica. Ese acuerdo fue aplazado por dos veces, primero en mayo y luego en julio, por diferencias de interpreta ci¨®n surgidas en el ¨²ltimo momento sobre la forma de articular el paralelo repliegue de las Fuerzas de Segu ridad del Estado. Ese punto, la adecuaci¨®n de los efectivos del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y Guardia Civil al paulatino despliegue de la Ertzaintza (polic¨ªa auton¨®mica vasca), ha sido desde hace a?os el principal obst¨¢culo a un acuerdo definitivo sobre la cuesti¨®n. El estatuto de autonom¨ªa atribuye a la Ertzaintza competencias plenas en relaci¨®n al orden p¨²blico, sin otra reserva que la relacionada con "los servicios policiales extra y supracomunitarios", que conservar¨¢n la dependencia de las instituciones estatales. La definici¨®n de lo que pueda considerarse extra o supracomunitario, y, en particular si cabe considerar como perteneciente a esas categor¨ªas a un terrorismo que no s¨®lo act¨²a en Euskadi, dio ocasi¨®n a a?os de debate bastante est¨¦ril. M¨¢s tarde surgi¨® otro problema derivado de la doble naturaleza de la Guardia Civil como cuerpo policial, por un lado, e instituto armado, por otro. En cuanto instituci¨®n militar, la Guardia Civil est¨¢ incluida en los planes de defensa operativa del territorio elaborados en el marco del planeamiento de la defensa nacional, lo que necesariamente habr¨ªa de ser tenido en cuenta a la hora de determinar los efectivos que permanezcan en Euskadi.

El acuerdo logrado esta semana establece de entrada que por adecuaci¨®n (de los efectivos de las distintas polic¨ªas) debe entenderse el proceso de "sustituci¨®n progresiva de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por la Polic¨ªa Aut¨®noma del Pa¨ªs Vasco" y considera "deseable" que tal proceso se realice de manera "coet¨¢nea". Rehuyendo viejas discusiones doctrinales, las administraciones central y aut¨®noma aceptan el principio de coordinaci¨®n de actuaciones, estableciendo a tal fin mecanismos muy precisos de comunicaci¨®n mutua y el acceso a los bancos de datos respectivos. Se reafirma el car¨¢cter integral de la Polic¨ªa Aut¨®noma, e incluso para algunas de las misiones que seguir¨¢ desempe?ando la polic¨ªa nacional -como la expedici¨®n del documento nacional de identidad- se prev¨¦ que puedan realizarse en dependencias de la Ertzaintza. Los efectivos de la Guardia Civil se concentrar¨¢n en las localidades con pasos fronterizos o con puertos o aeropuertos de inter¨¦s general, y las exigencias derivadas de su funci¨®n como componente de la defensa nacional no ser¨¢ utilizado, seg¨²n el delegado del Gobierno, "para aumentar artificialmente el n¨²mero de sus efectivos".

La importancia del acuerdo es evidente. Para el nacionalismo vasco, contar con una polic¨ªa con plenas competencias ha sido siempre el s¨ªmbolo m¨¢ximo del car¨¢cter singular de su autonom¨ªa y la prueba del contenido espec¨ªficamente pol¨ªtico -y no s¨®lo administrativo- de la misma. De ah¨ª la virulencia de la reacci¨®n de los amigos de ETA, que ya han anunciado una "campa?a de agitaci¨®n" contra el acuerdo. Campa?a de desprestigio que en realidad ya est¨¢ en marcha hace meses y que dio motivo a una un¨¢nime resoluci¨®n de rechazo por parte del Parlamento de Vitoria (lo que no impidi¨® actos de salvajismo como el intento de linchamiento de un agente auton¨®mico en las recientes fiestas de Bilbao). Y es que para los terroristas y sus amigos, el riesgo de este acuerdo no deriva s¨®lo de la asunci¨®n por parte de la Ertzaintza de sus responsabilidades en la persecuci¨®n de los delitos de terrorismo, sino, adem¨¢s, de su significado como prueba del afianzamiento de la autonom¨ªa vasca.