Loco por el f¨²tbol
El nuevo entrenador del Atl¨¦tico de Madrid, el yugoslavo lvic, se considera un fan¨¢tico
Tomislav Ivic, a sus 57 a?os de edad, se considera como un fan¨¢tico del f¨²tbol. "Estoy loco", declaraba repetidamente la temporada pasada a los periodistas franceses, "loco por el f¨²tbol". Para este antiguo jugador del FC Split, Espa?a es el noveno pa¨ªs en el cual ejercer¨¢ la funci¨®n de entrenador despu¨¦s de Yugoslavia, Pa¨ªses Bajos, B¨¦lgica, Turqu¨ªa, Italia, Grecia, Portugal y Francia. Desde 1974 Ivic ha entrenado, entre otros, al Hajduk de Split (1974-1977), al Ajax de Amsterdam (1977-1979), de nuevo al Hajduk de Split (1979-1981), al Anderlecht (1981-1983), al Panathinaikos (1983-1985), al Avellino (1985-1987), al FC Oporto (1987-1988) y al Paris- Saint-Germain (PSG), que dirigi¨® durante las dos ¨²ltimas temporadas.
Pero los dos a?os pasados por Ivic en el PSG no aparecen como uno de los momentos m¨¢s brillantes de su carrera. Su llegada a Par¨ªs hab¨ªa, sin embargo, vuelto a dar cierta esperanza a un equipo que hab¨ªa rozado la relegaci¨®n a la Segunda Divisi¨®n. Sin modificar la composici¨®n del equipo, el yugoslavo consigui¨® llevar al PSG hasta el t¨ªtulo de campe¨®n de oto?o de la temporada 1988-1989. Al final del a?o, el PSG termin¨® segundo, detr¨¢s del Marsella, y obtuvo una de las plazas de clasificaci¨®n para la Copa de la UEFA.Si su primera temporada hab¨ªa sido la de la reconquista, la segunda hubiera tenido que ser la de la consagraci¨®n. Pero no fue as¨ª en absoluto. Y el PSG termin¨® quinto del campeonato franc¨¦s, y fue eliminado en la segunda vuelta de la Copa de la UEFA por el Juventus, una derrota previsible ante el equipo que terminar¨ªa por ganar la competici¨®n. Ivic tuvo adem¨¢s que afrontar las numerosas lesiones, como la del internacional franc¨¦s Daniel Bravo, la del yugoslavo Zlatko Vujovic, Le Roux o Tanasi, que no le permitieron utilizar m¨¢s de una vez al equipo titular.
Numerosas cr¨ªticas
En esta segunda temporada Ivic fue objeto de numerosas criticas que soport¨® en silencio "por el bien del grupo". Primer reproche: su t¨¢ctica ultradefensiva. A lo cual Ivic respond¨ªa que la t¨¢ctica va en funci¨®n de los elementos que dispone un entrenador. "En Par¨ªs, la zona se impon¨ªa, como se hab¨ªa impuesto en Oporto. Pero yo hac¨ªa jugar de otro modo al Anderlecht, con m¨¢s presi¨®n, o al Ajax (marcaje de zona), o al Split (marcaje individual sobre todo el terreno)". El entrenador yugoslavo afirma, sin embargo, que su sistema preferido es la presi¨®n.Segunda cr¨ªtica: la mala utilizaci¨®n de ciertos jugadores, como los internacionales Christian P¨¦rez o Daniel Bravo, a los que hac¨ªa jugar como centrocampistas defensivos pese a que estos jugadores eran excelentes atacantes. Ivic les restring¨ªa la libertad de acci¨®n, multiplicando, las prohibiciones como las de no pasar de la l¨ªnea de medio campo. El internacional argentino Gabriel Calder¨®n pas¨® por no menos de seis puestos durante los dos a?os de presencia de Ivic en el PSG. Hasta el punto que, a cuatro partidos del final de la temporada pasada, Calder¨®n, un tanto desesperado, le pidi¨® no hacerle jugar m¨¢s en el equipo de Primera Divisi¨®n y dejarle entrenarse y competir en la Tercera.
Respuestas
A estas cr¨ªticas Ivic respond¨ªa con la misma calma y discreci¨®n que le caracterizan: "Es verdad que Calder¨®n jug¨® en varios puestos, pero por las numerosas lesiones, y por ser el ¨²nico ata cante polivalente. Le hice cambiar de puestos por el bien del equipo". Desde enero, las relaciones entre Ivic y el presidente del club, Francis Borelli, se hab¨ªan vuelto malas. El club ya no deseaba mantenerlo. De ¨¦l se de c¨ªa que su sistema de juego poco espectacular hab¨ªa hecho huir al p¨²blico, que hab¨ªa "vaciado el Parque de los Pr¨ªncipes".
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