Cultura recupera un edificio abandonado durante 15 a?os para el Instituto de Restauraci¨®n en Madrid

El Ministerio de Cultura ha gastado 1.500 millones de pesetas en acabar y equipar, como sede del Instituto de Conservaci¨®n y Restauraci¨®n de Bienes Culturales (ICRBC), un singular edificio, situado en la Ciudad Universitaria de Madrid, cuya construcci¨®n inici¨® el Ministerio de Educaci¨®n hace 25 a?os. El edificio, dise?ado en 1965 por Fernando Higueras y Antonio Mir¨® para cumplir una funci¨®n similar a la que tendr¨¢ ahora, permaneci¨® abandonado durante 15 a?os sin que las propuestas de uso efectuadas por distintos ¨®rganos de la Administraci¨®n llegaran a hacerse realidad.

La apertura oficial del edificio prevista para el pr¨®ximo mes de, octubre, culminar¨¢ el proceso de puesta en marcha del ICRBC, instituci¨®n creada en 1985 para la conservaci¨®n y restauraci¨®n del patrimonio hist¨®rico Espa?ol, la investigaci¨®n de m¨¦todos y t¨¦cnicas que garanticen el cumplimiento de su misi¨®n y la formaci¨®n de especialistas.La creaci¨®n del instituto ha permitido, seg¨²n su director, Dionisio Hern¨¢ndez Gil, "agrupar y vertebrar" diversos servicios de la Administraci¨®n destinados a la conservaci¨®n del patrimonio cultural que actuaban "sin ninguna coordinaci¨®n en sus criterios, programaciones y presupuestos". Entre estos servicios figuran el Instituto de Conservaci¨®n y Restauraci¨®n de Obras de Arte (ICROA), el Centro de Conservaci¨®n y Microfilmaci¨®n Documental y Bibliogr¨¢fica (Cecomi) y las subdirecciones generales de Restauraci¨®n de Monumentos y de Arqueolog¨ªa. En cambio, la creaci¨®n del instituto no afecta, excepto para los supuestos de colaboraci¨®n que puedan establecerse, a la continuidad de los servicios de conservaci¨®n y restauraci¨®n de grandes instituciones del Estado, como el Museo del Prado, la Biblioteca Nacional o el Museo Arqueol¨®gico.

260 especialistas

El ICRBC se estructura en tres grandes departamentos -Monumentos y Arqueolog¨ªa, Informaci¨®n e Investigaci¨®n y Bienes Muebles- La instituci¨®n acoge, en conjunto, a unas 300 personas, de las que 260 son especialistas que desarrollan su trabajo en modernos talleres -de restauraci¨®n de pintura, escultura o documentos sobre papel, entre otros- y laboratorios equipados, cuando su funci¨®n lo requiere, con instrumentos de alta tecnolog¨ªa. El gabinete de fotogrametr¨ªa , por ejemplo, dispone de dos restituidores, aparatos que en un corto espacio de tiempo y utilizando como base la fotograf¨ªa, realizan planos asombrosamente detallados del monumento objeto de estudio, lo que facilita el diagn¨®stico de las patolog¨ªas y la elaboraci¨®n de los proyectos de intervenci¨®n.El ICRBC, que dispondr¨¢ de un presupuesto anual de inversi¨®n de unos 2.400 millones de pesetas, seg¨²n su director, realiza, s¨®lo o en colaboraci¨®n con otras instituciones, proyectos de restauraci¨®n de edificios hist¨®ricos y excavaciones arqueol¨®gicas en toda Espa?a, y coordina", entre otros, los planes nacionales de catedrales y monasterios.

La instalaci¨®n del ICRBC en el edificio proyectado en 1965 por los arquitectos Fernando Higueras y Antonio Mir¨® supone la recuperaci¨®n de un espacio que permaneci¨® abandonado durante casi 15 a?os.

Una atalaya para ETA

La construcci¨®n del inmueble que, a falta de una denominaci¨®n oficial, se conoce como la corona de espinas, en alusi¨®n a su planta circular y a las prominentes aristas de su, estructura- se interrumpi¨® en 1970, coincidiendo con la designaci¨®n como director general de Bellas Artes -adscrita entonces a Educaci¨®n- de Florentino P¨¦rez, que propuso la instalaci¨®n en el edificio de un centro de arte contempor¨¢neo. Pero hasta 1985, cuando se inici¨® su adaptaci¨®n a las necesidades del ICRBC, diversas instituciones pretendieron instalarse en ¨¦l, desde la Universidad a Distancia hasta, por la proximidad al complejo del palacio de la Moncloa, determinadas dependencias de Presidencia del Gobierno, pasando por la biblioteca de la Universidad Complutense o el Tribunal Constitucional.Quien s¨ª utiliz¨® el edificio como escenario de operaciones fue la organizaci¨®n terrorista ETA. En febrero de 1980 -con Adolfo Su¨¢rez como presidente del Gobierno-, un comando de la organizaci¨®n lo us¨® para lanzar un cohete que alcanz¨® el helipuerto del c¨®mplejo de edificios del palacio de la Moncloa, de cuya valla dista tan s¨®lo unos 250 metros. El atentado fue reivindicado como "un aviso al Gobierno de UCD para que ponga fin a su pol¨ªtica de agresi¨®n contra el Estatuto de Autonom¨ªa vasco".

Diez a?os despu¨¦s, la corona de espinas alberga la sede del ICRBC, en el que s¨®lo quedan por resolver, seg¨²n Hern¨¢ndez Gil, "las condiciones ambientales de algunas ¨¢reas, la extracci¨®n de gases en los talleres de restauraci¨®n, la instalaci¨®n de una cafeter¨ªa y la distribuci¨®n del espacio destinado a la docencia".