Los aliados de Sadam Husein se desmarcan

La presi¨®n internacional sobre Irak empieza a dar sus frutos. Tibiamente a¨²n, sus aliados han comenzado a marcar distancias. Yemen sorprendi¨® el pasado martes al votar a favor del embargo a¨¦reo en el Consejo de Seguridad de la ONU. Jordania, por su parte, se apresur¨® a anunciar su acatamiento del embargo a¨¦reo, si bien excluy¨® al transporte de pasajeros. A ra¨ªz de su visita a Rabat, el rey Hussein enfatiz¨® la necesidad de una retirada iraqu¨ª de Kuwait, y hace ya d¨ªas que el l¨ªder palestino, Yasir Arafat, guarda silencio. Son s¨ªntomas de que algo se est¨¢ cociendo entre bastidores. Ahora bien, el alcance que vayan a tener estos cambios depender¨¢ en gran medida de las causas que los impulsan y de c¨®mo respondan a ellos las opiniones p¨²blicas de los pa¨ªses que los alientan.No cabe duda de que el apoyo popular a Sadam Husein en Jordania o Yemen, supera con creces el respaldo pol¨ªtico que puedan ofrecer a Bagdad los respectivos Gobiernos. Ambos han condenado la invasi¨®n de Kuwait, aunque se hayan mostrado comprensivos con sus razones, o hayan considerado injusta la reacci¨®n internacional.

"Occidente est¨¢ apretando los tornillos aqu¨ª", manifiesta a EL PA?S un diplom¨¢tico comunitario destinado en Amm¨¢n. S¨®lo as¨ª se entiende que la ayuda aprobada, tanto por los Doce como por el Consejo de Seguridad, se encuentre a¨²n bloqueada. "Los 2.000 millones asignados por la Comunidad a Egipto, Turqu¨ªa y Jordania a¨²n no han sido divididos, y aqu¨ª har¨ªan buena falta", asegura la misma fuente. La idea es no sanctions, no cash (sin sanciones, no hay dinero). Y ese estrangulamiento econ¨®mico puede ser el argumento que lleve al monarca jordano a cambiar de actitud ante la crisis.

"La duda ahora radica en saber si el pueblo va seguir a su soberano en ese cambio", comenta el diplom¨¢tico. La incertidumbre que se abre a ese respecto alcanza a otros actores, los palestinos, que constituyen un alto porcentaje de la poblaci¨®n jordana.

"En Jordania se halla establecida la burgues¨ªa palestina. La ausencia de otro pa¨ªs de acogida, el flujo de expulsados de Arabia Saud¨ª, Qatar y Bahrein, y la escasez, apoyan la tesis de un cambio tranquilo", explica un observador. En todo caso, se est¨¢ entrando de lleno en lo que c¨ªrculos pol¨ªticos de Anirn¨¢n se denomina fase jordana de la crisis del Golfo.

Por ahora, el rey Hussein ya ha abandonado la idea de ligar la soluci¨®n de la crisis a eventuales concesiones de EE UU e Israel sobre la cuesti¨®n palestina. En cualquier momento, las ofertas de ayuda internacional pueden pesar m¨¢s que los 16,50 d¨®lares a los que Irak le vende el barril de petr¨®leo y que Jordania ni siquiera tiene que pagar en efectivo porque se contabilizan como pago de la deuda pendiente.

Adem¨¢s, la congregaci¨®n de todos los extremistas palestinos en Bagdad y la sospechas de que preparan una nueva oleada terrorista pueden poner en serios aprietos al sector m¨¢s moderado de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), comprometida en otro sentido.Dificultades de YemenEl representante yemen¨ª ante el Consejo de Seguridad, el ¨²nico ¨¢rabe en esta ocasi¨®n, se abstuvo cuando se vot¨® la resoluci¨®n 666, relativa al boicoteo econ¨®mico y militar, y vot¨® en contra de la 666, que precisaba las modalidades de aplicaci¨®n del embargo alimenticio.

Medios diplom¨¢ticos atribuyen el s¨²bito giro a las crecientes dificultades econ¨®micas que est¨¢ encontrando San¨¢ por su actitud. ?sta es considerada demasiado proiraqu¨ª por Arabia Saud¨ª, de la que depende en buena parte su econom¨ªa.

En una reciente entrevista con esta corresponsal, el presidente yemen¨ª, Al¨ª Abdal¨¢ Salej, insisti¨® en que no ten¨ªa constancia de que las autoridades saud¨ªes hubieran adoptado ninguna medida contra ellos y en que los canales segu¨ªan abiertos. Sin embargo, pocos d¨ªas despu¨¦s Riad expulsaba a varios de sus diplom¨¢ticos y suprim¨ªa los privilegios de sus ciudadanos en el reino. La determinaci¨®n saud¨ª de sancionar a aquellos pa¨ªses que no han adoptado posturas claras de condena a Irak, ha sido una advertencia suficiente. Yemen, sospechoso de violar el embargo y de alojar tropas iraqu¨ªes, se ha apresurado a desmentir las acusaciones y a actuar en consecuencia.

Tras el voto en el Consejo de Seguridad, el presidente Salei compareci¨® ante las c¨¢maras de televisi¨®n para explicar, a su pueblo y a sus vecinos, la postura de Yemen. Su discurso intentaba evitar diferencias con Arabia Saud¨ª y hablaba de los tradicionales lazos entre ambos pa¨ªses. Pocos d¨ªas antes Salej hab¨ªa dirigido un mensaje al rey Fahd en ese mismo sentido. Cerca de un mill¨®n de yemen¨ªes viven en la actualidad en el reino.