Fotos, sondeos y lectores
En una ¨¦poca tan poco iconoclasta como ¨¦sta, en la que la imagen se ha convertido en el espejo del alma, los ciudadanos velan por su derecho a no verse mal retratados en las fotograf¨ªas que publican los peri¨®dicos. El Ombudsman ha recibido quejas, de muy diverso tipo, de ciudadanos cuya imagen aparece publicada en un contexto distinto, y a veces denigrante, de la circunstancia y lugar en que fue captada su fotograf¨ªa. Existen casos, sin embargo, en que la imagen no, se sit¨²a fuera de contexto, pero la propia naturaleza de las fotograf¨ªas -tomadas en hospitales, manicomios, c¨¢rceles o en la calle a drogadictos o marginados- exige una edici¨®n muy delicada de estas im¨¢genes y desaconseja su utilizaci¨®n posterior, salvo casos excepcionales. No es s¨®lo un problema de sensibilidad ante un derecho de las personas, sino que, adem¨¢s, es un derecho protegido por ley.La ¨²ltima queja, con cierto tono dram¨¢tico, la formul¨® una persona que est¨¢ luchando desde hace meses por dejar la hero¨ªna y cuya imagen inyect¨¢ndose en la calle, captada furtivamente por un colaborador de este diario en agosto del a?o pasado, ha aparecido varias veces desde entonces. La ¨²ltima, el pasado mi¨¦rcoles 17 de octubre, para ilustrar una informaci¨®n sobre m¨¢quinas expendedoras de condones y jeringuillas.
Esta persona dijo sentirse perseguida por una imagen que quiere dejar atr¨¢s. "?Qu¨¦ derecho tiene su diario a reiterar una imagen m¨ªa y cu¨¢ntas veces m¨¢s tendr¨¦ que ver esas fotograf¨ªas ilustrando cualquier tema relacionado con yonquis?".
El lector tiene, en opini¨®n del Ombudsman, toda la raz¨®n. Este diario, que publica numerosos reportajes al cabo del a?o sobre problemas que afectan a la poblaci¨®n marginal, recurre a menudo a fotograf¨ªas de archivo para ilustrarlos, y la selecci¨®n del material no se realiza con el cuidado que estos materiales y los lectores del diario merecen.
Sondeos electorales
Los sondeos preelectorales han sido a menudo motivo de pol¨¦mica, sobre todo cuando los resultados no coinciden con las previsiones publicadas. Pero tambi¨¦n existe cierta desconfianza ante la capacidad de influencia que puedan tener las encuestas sobre la opini¨®n p¨²blica a la que pretenden auscultar.
Una de las inc¨®gnitas que despejar¨¢n las pr¨®ximas elecciones en Euskadi es el color del nuevo Gobierno de coalici¨®n que se forme, ya que todas las previsiones indican que ning¨²n partido alcanzar¨¢ la mayor¨ªa absoluta. Un lector de Madrid ha llamado al Ombudsman para quejarse de la presentaci¨®n que sobre ese dato concreto -el futuro Gobierno de coalici¨®n- realizaba el sondeo publicado el pasado domingo 7 de octubre.
La queja apuntaba al titular El 19% de los electores quiere una coalici¨®n nacionalista que a cuatro columnas encabezaba una de las dos p¨¢ginas dedicadas al sondeo.
El lector se?alaba que el titular era "tendencioso" respecto a los datos que ofrec¨ªa el propio sondeo. El lector considera que no es un 19% el que quiere una coalici¨®n nacionalista, sino, al menos, un 35%, cifra bien distinta de la reflejada en los titulares y recogida en la informaci¨®n de primera p¨¢gina.
La encuesta indicaba que el 19% de los entrevistados preferir¨ªa una coalici¨®n nacionalista cuatripartita (PNV-EA-EE-HB); un 16%, una coalici¨®n nacionalista tripartita (PNV-EA-EE), y otro 16% preferir¨ªa una coalici¨®n PNV-PSOE, que ha venido gobernando en Euskadi en los ¨²ltimos a?os.
Otros datos, no recogidos por el diario el pasado domingo, indicaban que el 6% se pronunciaba por coaliciones distintas a las citadas, y un 43% optaba por el no sabe / no contesta. El total sumaba 100%.
El razonamiento del lector es correcto, ya que un 35% de los encuestados se pronunci¨® por coaliciones nacionalistas, aunque un 19% inclu¨ªa a HB en el Gobierno y un 16% no lo hac¨ªa.
El titular, como el resto de la informaci¨®n, fue redactado sin mala fe y con precipitaci¨®n -en opini¨®n del Ombudsman- por la redacci¨®n que trabaja sobre los materiales que remite la empresa Demoscopia.
'Libro de estilo'
Las cartas sobre el Libro de estilo se cuentan por docenas cada semana, informa el redactor jefe de Edici¨®n, Alex Grijelmo. La mayor¨ªa, dice, son elogiosas hacia la obra en general, pero critican aspectos muy concretos, que no siempre son coIncidentes. La casi totalidad de las sugerencias se refiere a cuestiones de l¨¦xico, siempre en defensa del idioma espa?ol frente a los extranjerismos. Los lectores muy rara vez entran a discutir los criterios generales de los cap¨ªtulos 1 a 13 (la doctrina de comportamiento profesional y de uso del lenguaje). Ni siquiera la prohibici¨®n de informar sobre boxeo; ni las cuestiones de toponimia de las comunidades aut¨®nomas.
En muchos casos, las cartas muestran simplemente gustos espec¨ªficos de algunos lectores. Por ejemplo, hay quien recomienda un menor uso de las construcciones pasivas. A veces con mucha raz¨®n, como Jos¨¦ Mar¨ªa Grijalvo, de Ibiza, que aporta como ejemplo una frase incorrecta, publicada recientemente, relativa a los jefes del narcotr¨¢fico "que no pudieron ser detenidos".
Muchos de los comunicantes son lectores minuciosos, que se quejan tanto de omisiones como de ultracorrecciones. As¨ª, Mariano Mataix, de Barcelona, explica que no tiene sentido incluir la equivalencia de la yarda cuadrada, puesto que la yarda es s¨®lo una medida de longitud, y nunca va a ser necesaria esa reconversi¨®n a metros cuadrados. Santiago Mart¨ªnez Lage, abogado especializado en derecho europeo, se queja, en cambio, de algunas omisiones sobre organismos y normas comunitarios, que ser¨¢n incluidos en una pr¨®xima edici¨®n.
Quiz¨¢ una de las palabras m¨¢s pol¨¦micas sea "¨¦lite", por la que protesta con firmeza, por ejemplo, Jos¨¦ Guillermo Arr¨®niz desde Terrassa. Hay muchas cartas sobre este vocablo, todas ellas de partidarios de mantener la grafia "elite", que EL PA?S emple¨® desde su nacimiento, en 1976. El peri¨®dico prefiri¨® en este caso seguir la tendencia de los hablantes espa?oles, en lugar de adoptar la acentuaci¨®n francesa de origen. Algo parecido a la deformaci¨®n de "elite" ocurri¨® hace muchos lustros, por ejemplo, con "jard¨ªn", palabra que se adopt¨® en castellano con el sonido de sus letras en nuestra fon¨¦tica y no con el original del franc¨¦s, idioma del que procede tambi¨¦n.
El tel¨¦fono directo del Ombudsman es el 754 45 53 de Madrid.
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