El rey del espect¨¢culo

All¨ª donde deporte y espect¨¢culo coinciden, en la difusa frontera entre la far¨¢ndula y el m¨²sculo, reina un hombre: Carl Lewis. El velocista promociona en Europa su libro Inside track (Dentro de las pistas). La obra ofrece un jugoso cap¨ªtulo dedicado a la atleta norteamericana Florence Griffith Joyner, sobre la que Lewis insin¨²a que las tres medallas de oro que consigui¨® en Se¨²l 88 fueron consecuencia de algo m¨¢s siniestro y fraudulento que los simples y esforzados entrenaminetos.

Lewis, atleta en las pistas y atrevido ejecutivo de 29 a?os en los despachos, dej¨® boquiabiertos a los periodistas que acudieron a la conferencia de Prensa que ofreci¨® en Londres. Ataviado con una camisa blanca muy holgada y ondulante, prenda que combin¨® con unos pantalones estilo bombacho y una adornada coleta, Lewis m¨¢s que como deportista, ofreci¨® un inmejorable aspecto de corsario, impresi¨®n culminada por la muleta que el velocista utiliza desde su reciente operaci¨®n de rodilla. Alguno de los presentes crey¨® ver a Errol Flinn resucitado, en el papel del pirata Long John Silver, pero sin cacat¨²a parlanchina.Lewis fue presionado con tes¨®n para que probara o ampliara sus insinuaciones sobre su compatriota, a lo que se neg¨® una y otra vez. La actitud del atleta molest¨® a uno de los m¨¢s conspicuos columnistas deportivos del Reino Unido. "Su actuaci¨®n prob¨® que, mientras que es capaz de sacar rentabilidad de sus sospechas no est¨¢ dispuesto a argumentarlas gratis", escribi¨® dicho periodista.

P¨¦rdida de Imagen

El sentir del comentarista refleja la p¨¦rdida de imagen y confianza que el velocista ha sufrido desde que consigui¨® sus cuatro medallas de oro en los Juegos de Los ?ngeles. Su apetencia por el dinero, sus pinitos como cantante, su pretendida homosexualidad y arrogancia han sido elementos utilizados en m¨¢s de una ocasi¨®n como armas arrojadizas. sobre Lewis. "Siempre he sabido lo que he sido y cu¨¢les han sido mis errores. Por suerte, he tenido una familia que me ha ayudado y todas las acusaciones e invenciones de la Prensa no me han afectado", explic¨®.

Comercialmente, el velocista de Houston asegur¨® que todos estos han a?o han sido magn¨ªficos. "Entre 1984 y 1988 no hubo otro atleta en los Juegos de los ?ngeles que lo hiciera mejor que yo, comercialmente hablando. El deporte es un negocio como otro cualquiera", coment¨® Lewis, quien cifr¨® en 270 los d¨ªas que dedic¨® a ganar dinero el pasado a?o. Lewis, cercano a la treintena, cree que puede seguir en la cumbre hasta los 32 a?os.