Fidelidad al verso de Alberti

La soprano Montserrat Caball¨¦, el violonchelista Pedro Corostola, el coro de RTV espa?ola y la Orquesta Nacional se unieron el mi¨¦rcoles en un programa monogr¨¢fico dedicado a Ant¨®n Garc¨ªa Abril (Teruel, 1933) en el Auditorio Nacional. Dirigi¨® con el conocimiento natural en el "padre de las criaturas" el mismo compositor y las versiones gozaron de calidad y claridad. No dirige Garc¨ªa Abril por vez primera, ni le falta preparaci¨®n, pues en Italia trabaj¨® esta materia del mismo modo que analiz¨®, muy agudamente, las ¨²ltimas tendencias imperantes en la Europa de los 50 para tomarse la libertad de no seguirlas.Junto a la revisi¨®n de la Introducci¨®n y, Fandango, sobre el de Bocherini, y la interpretaci¨®n de la bien trabajada celibidachiana Homenaje al maestro rumano, Garc¨ªa Abril puso en el atril dos de sus cuatro cantatas: El c¨¢ntico de la Piet¨¢, ventado por las emociones italianas y apoyado en un texto de Antonio Gala, y el Salmo de la alegr¨ªa para el siglo XXI, compuesto hace dos a?os sobre poema de Rafael Alberti pre: estrenado en el acto de clUsu ra de las clases magistrales impartidas por Caballe .

Protagoniz¨® C¨¢ntico y Salmo la gran cantante catalana y lo hizo con plenitud de medios y Fidelidad a la palabra hecha m¨²sica. Tan hecha que, como sucede con frecuencia, no siempre se entend¨ªan LOs versos aunque quedaran en pie y con poder de transmisi¨®n las emociones que los anima y su resonancia en el esp¨ªritu y la letra de los pentagramas.

Si el C¨¢ntico de Gala es, sustancialmente, de esperanza y justicia, el Salmo albertino constituye una proclamaci¨®n de amor y una profec¨ªa de paz que Garc¨ªa Abril ha entendido desde unos supuestos t¨¦cnicoest¨¦ticos que le sit¨²an en lugar especial dentro de su generaci¨®n. Responden a hondas convicciones -la tradici¨®n renovada- a cuyo servicio pone su saber y su instinto. En su discurso de ingreso en la Academia de San Fernando, 1983, nuestro m¨²sico afirma: "La suma de todas las conductas que confluyen en una obra musical nos da siempre como resultado un polimelodismo sin el cual dificilmente podr¨ªa desenvolverse el sentido de la continuidad de la m¨²sica". Principio que explica con claridad la l¨ªrica de Garc¨ªa Abril en su nuevo salmo, determinada por los versos de Albert¨ª y por la voz solista (esta vez sin la compa?¨ªa del coro) pero imperante tambi¨¦n en el tejido sonoro de la orquesta de arcos.

Se llen¨® el Auditorio de p¨²blico y de aplausos en homenaje a los poetas, all¨ª presentes, al compositor y a sus int¨¦rpretes.