Confucio y el paternalismo

Lee Kwan Yew, cuenta un banquero occidental que reside en Singapur desde hace mucho tiempo, ha llevado a la pr¨¢ctica el paternalismo y la disciplina de Confucio: "Es un hombre autoritario, irascible, pero pragm¨¢tico como cualquier chino, casi sin ideolog¨ªa, capaz de reconocer fracasos de gobierno en p¨²blico y de aplicar medidas inmediatas para enderezar el rumbo. Sin embargo, Lee es de los que creen que el hombre es malo por naturaleza, y de ah¨ª que considere necesario que exista alguien, ¨¦l, que gu¨ªe a la sociedad y le diga lo que est¨¢ bien o est¨¢ mal". En realidad, ni siquiera formula alternativas. "Nosotros [el Gobierno] somos quienes decidimos lo que es correcto. No importa lo que piense la gente" dijo en una ocasi¨®n el veterano dirigente.Una de sus mayores man¨ªas es la del orden. Es ya bastante conocido que en Singapur existen multas por arrojar un papel en la calle, escupir, fumar o no utilizar debidamente los sanitarios en los lugares p¨²blicos. La ¨²ltima regulaci¨®n penaliza orinar en los ascensores, extra?a costumbre de la poblaci¨®n m¨¢s anciana, que no se adapta a los h¨¢bitos urbanos. Un detector en porter¨ªa se encarga de denunciar al infractor. Los principales enemigos de Lee Kuan Yew son los abogados, algunas organizaciones religiosas a las que tacha de pol¨ªticas y la prensa internacional, a la que acusa de interferir en los asuntos internos del pa¨ªs. Varias prestigiosas publicaciones h an visto restringida su circulaci¨®n. Una de ellas, The Asian Wall Street Journal, decidi¨® recientemente suspender su difusi¨®n en Singapur ante los m¨²ltiples obst¨¢culos encontrados.