Egipto, elecciones bajo sospecha
La oposici¨®n denuncia la falta de garant¨ªas y boicotea los comicios legislativos
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Magda C¨¢mel, una valiente diputada en la Asamblea del Pueblo egipcia, est¨¢ a punto de ser asesinada, cuando se dispone a entregar al presidente la lista con los nombres de los miembros del Gobierno y del Parlamento que van a beneficiarse de un proyecto tur¨ªstico forjado en medio de la corrupci¨®n. Entrevista con el presidente es s¨®lo una pel¨ªcula, pero esta ficci¨®n, tan real como la vida misma, ha constituido el mayor ¨¦xito de cartelera en El Cairo durante la campa?a, que concluye ma?ana con la elecci¨®n de un nuevo Parlamento. El fen¨®meno m¨¢s destacado ha sido la proliferaci¨®n de candidatos independientes, s¨ªntoma de la debilidad de los partidos.
Los electores egipcios, apenas 16 millones de personas inscritas sobre una poblaci¨®n de 65 millones, est¨¢n convocados a elegir a 444 representantes de la Asamblea del Pueblo, la C¨¢mara legislativa nacional de Egipto. Otros 10 diputados ser¨¢n designados de forma directa por el presidente Mohamed Hosni Mubarak. Este cuerpo parlamentario tiene la potestad de aprobar las leyes y nombrar al presidente de la Rep¨²blica cada seis a?os.Adelantados por la disoluci¨®n repentina de la anterior Asamblea, los comicios han provocado el boicoteo de los tres principales partidos de la oposici¨®n legal (Neo-Wafd, Partido Socialista del Trabajo y Partido Liberal) y de la prohibida Hermandad Musulmana, la mayor fuerza opositora del pa¨ªs.
Para estos cuatro grupos, que en las elecciones anteriores, celebradas en abril de 1987, alcanzaron el 27,9% de los votos, la nueva ley electoral vuelve a caer en la anticonstitucionalidad que motiv¨® la disoluci¨®n de la anterior C¨¢mara, aunque por otros motivos.
En su opini¨®n, con la ley de emergencia en vigor y el rechazo de las autoridades a garantizar la protecci¨®n judicial de las elecciones, no existen salvaguardias suficientes para prevenir el fraude electoral. Adem¨¢s, sus dirigentes han denunciado las limitaciones ala campana de opositores.
La organizaci¨®n de defensa de los derechos humanos M¨ªddle East Watch (MEW) se ha hecho eco de estas preocupaciones. Sin entrar en consideraci¨®n de lo adecuado de la respuesta de los cuatro partidos citados, MEW "comparte su preocupaci¨®n de que dichas deficiencias plantean obst¨¢culos serios para la celebraci¨®n de elecciones libres y justas". Este organismo independiente recuerda que el estado de emergencia, instaurado en Egipto tras el asesinato del presidente Mohamed Anuar el Sadat, en 1981, ha permitido "muchos miles de detenciones arbitrarias".
Limitaciones a la libertad
"A pesar de las garant¨ªas constitucionales para un sistema multipartidista, existen limitaciones claras a la libertad de asociaci¨®n pol¨ªtica", denuncia MEW, que cita como ejemplo de grupos a los que se les ha negado estatuto legal la Hermandad Musulmana, los comunistas y los naseristas.
El limitado acceso de la oposici¨®n a los medios de comunicaci¨®n del Estado completa la preocupaci¨®n de la asociaci¨®n humanitaria. Aunque existen peri¨®dicos de oposici¨®n, la radio y la televisi¨®n constituyen un monopolio estatal y "no permiten la completa expresi¨®n de los diversos puntos de vista pol¨ªticos".
En estas circunstancias, y habida cuenta de la estructura de propaganda con la que cuenta el gobernante Partido Nacional Democr¨¢tico (PND), su triunfo mayoritario en la nueva convocatoria no va a ser ninguna sorpresa. Tampoco hay que olvidar la escasa participaci¨®n que es habitual en el pa¨ªs.
En el pasado refer¨¦ndum, en el que se aprob¨® la disoluci¨®n de la Asamblea, s¨®lo la mitad de los 16 millones de votantes registrados acudieron a las urnas. Un reciente informe de la revista Al Musauar sobre el desarrollo hist¨®rico de las elecciones en Egipto titulaba el periodo 1866-1913 'Los pobres se abstienen'. Hoy sigue siendo verdad, pero habr¨ªa que a?adir que los ricos tambi¨¦n. El desinter¨¦s y la falta de confianza en el juego pol¨ªtico de su pa¨ªs es una constante generalizada en todas las capas sociales.
Tal vez por ello, la estrategia e los independientes, una tercera parte de los 3.032 candidatos admitidos a estas elecciones, haya intentado llegar directamente al coraz¨®n del elector". Hasta ahora s¨®lo la Hermandad Musulmana se ha preocupado de una atenci¨®n social directa, en aspectos tales como la educaci¨®n y la sanidad, en los que tantas carencias presenta Egipto. Son tambi¨¦n los miembros de esta agrupaci¨®n de corte religioso rigorista los m¨¢s concienciados en la necesidad de participar en los procesos electorales, sean en la Universidad o en el Parlamento.
Con todo, estos comicios no dejan de aportar algunas novedades. Tres nuevos partidos han sido legalizados en los meses precedentes y todos ellos van a participar en la elecci¨®n. Se trata de Joven Egipto, Democracia Unida y La Naci¨®n. Por primera vez, el jefe de la oposici¨®n en el Parlamento pertenecer¨¢ a un partido de izquierda. La Agrupaci¨®n Patri¨®tica Progresista Unionista, conocida en ¨¢rabe como Tagamo (de izquierda marxista y naserista), es el ¨²nico partido importante de oposici¨®n que no ha boicoteado las elecciones. Por tanto, su l¨ªder, J¨¢led Mojeld¨ªn, obtendr¨¢ el estatuto de portavoz de la oposici¨®n.
Oportunidad perdida
"El partido Neo-Wafd ha desaprovechado una gran oportunidad", aseguraba en el diario Al Ajram Salaj Muntasir, un comentarista pol¨ªtico pr¨®ximo al partido gobernante. Yusef Uali, ministro de Agricultura y secretario general del PND, atribuye las ausencias "a la incapacidad para aceptar los logros conseguidos por el presidente Mubarak". ?ste ha negado que el Gobierno vaya a manipular las elecciones, e insistido en que existen garant¨ªas de su juego limpio. Ni siquiera en las filas de la oposici¨®n el boicoteo ha sido un¨¢nime.
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