Angelo Sodano, nuevo secretario de Estado vaticano

Juan Pablo II nombr¨® ayer nuevo secretario de Estado del Vaticano al arzobispo italiano Angelo Sodano y agradeci¨® al m¨ªtico cardenal Agostino Casaroli, que ha cumplido 76 a?os, los muchos servicios prestados a la Santa Sede en 30 a?os de ininterrumpido trabajo al frente de la diplomacia de la Santa Sede y 11 como n¨²mero dos del Vaticano. El papa polaco ha optado, a juicio de los vaticanistas, por mantener una l¨ªnea de continuidad con la pol¨ªtica de Casaroli.

El cardenal Casaroli era desde hace 30 a?os el indiscutible protagonista de la ostpolitik, es decir, el puente de di¨¢logo entre el Vaticano y los pa¨ªses del Este comunista durante la guerra fr¨ªa. Casaroli ha sido siempre el eclesi¨¢stico m¨¢s respetado en el Kremlin.Sodano es de alg¨²n modo una creaci¨®n de Casaroli. Lleva como ¨¦l toda una vida en el trabajo diplom¨¢tico. Actualmente era el responsable de los Asuntos Exteriores de la Iglesia, tarea que hab¨ªa desempe?ado Casaroli con el papa Pablo VI. Fue Casaroli quien llam¨® a Sodano a Roma a colaborar con ¨¦l en la Secretar¨ªa de Estado. De ah¨ª que el futuro secretario de Estado est¨¦ considerado como un alumno de la escuela de Casaroli.

Cuando el papa Wojtyla ratific¨® a Casaroli como secretario de Estado hace 11 a?os, sorprendi¨® a todos porque anteriormente tanto el episcopado polaco como el propio Papa -cuando era arzobispo de Cracovia- no eran excesivamente entusiastas de la pol¨ªtica de Casaroli de "peque?os pasos" o, como ¨¦l la llamaba, de "la posibilidad y oportunidad" en su esfuerzo de di¨¢logo con los reg¨ªmenes que entonces combat¨ªan a la Iglesia.

Pero Juan Pablo II no quiso entonces prescindir del eclesi¨¢stico que manten¨ªa mejores relaciones con el Este comunista. M¨¢s tarde, la figura diplom¨¢tica y la fidelidad del cardenal Casaroli acabaron conquistando al activo Wojtyla, quien al final escuchaba como a pocos al cardenal Casaroli en algunos casos muy delicados como, por ejemplo, la reforma del Instituto de Obras de la Religi¨®n (IOR), el banco del Papa, con el consiguiente alejamiento del Vaticano de su presidente, el arzobispo norteamericano Paul Marcinkus.

Dos caminos

Ahora, al salir Casaroli de la escena, Juan Pablo II ten¨ªa dos caminos abiertos: o seguir la l¨ªnea exquisitamente diplom¨¢tica de Casaroli o bien romper con dicha tradici¨®n y colocar como primer ministro vaticano a un hombre todo suyo, incluso un no italiano, escogido fuera de la diplomacia tradicional. Esta ¨²ltima opci¨®n era la que esperaba la mayor¨ªa de los vaticanistas. Pero, una vez m¨¢s, el papa Wojtyla les ha sorprendido escogiendo para suceder a Casaroli al personaje m¨¢s cercano a ¨¦l. Como sustituto de Sodano, el Papa nombr¨® ayer al franc¨¦s Jean Louis Tauran, de 47 a?os.La noticia del relevo de Casaroli la quiso dar ayer el Papa mismo durante una ceremonia solemne para la que hab¨ªa reunido a los principales exponentes de la Secretar¨ªa de Estado, a quienes les dijo que hab¨ªa tenido la suerte de que la "Providencia" le hubiese colocado a su lado en los "momentos hist¨®ricos" a personas claves como Casaroli, reconociendo as¨ª que el ex secretario de Estado le hab¨ªa sido util¨ªsimo precisamente en el momento de grandes cambios en el Este.

El cardenal Casaroli es uno de esos pocos eclesi¨¢sticos que dejar¨¢n profunda huella en la Iglesia cat¨®lica, que pasar¨¢ a la historia del papado por su gran talento diplom¨¢tico, sus dotes de fin¨ªsimo pol¨ªtico dialogante, por su afabilidad proverbial y por su gran sentido del humor. Un personaje fiel como pocos en la obediencia al Papa, pero que sab¨ªa distinguirse tambi¨¦n en los momentos cruciales. Por ejemplo, cuando el ex Santo Oficio public¨® el documento de condena de los te¨®logos de la liberaci¨®n, Casaroli hizo saber con mucha finura que ¨¦l "estaba de viaje".

Precisamente cuando hasta la prensa laica afirmaba que era s¨®lo m¨¦rito del papa Wojtyla el haber hecho caer los muros del comunismo, Casaroli realiz¨® un gran elogio de Gorbachov afirmando que la perestroika hab¨ªa constituido en dicho proceso de renovaci¨®n "un factor de excepcional importancia".

El cardenal Casaroli ha cre¨ªdo siempre en el di¨¢logo y para ¨¦l no existen "enemigos de la Iglesia" a quienes hay que "combatir", sino gente que no comulga con ella y a la que m¨¢s bien es necesario "informar y convencer".