Una nueva c¨¢rcel en Medell¨ªn espera a los narcotraficantes arrepentidos

Los habitantes de San Francisco, un barrio pobre ubicado en una loma de Itagu¨ª, viven con temor y asombrados desde el d¨ªa en que se anunci¨® que la c¨¢rcel que se construy¨® en lo m¨¢s alto de la loma se puede convertir en el lugar especial de reclusi¨®n para los narcotraficantes que se entreguen a la justicia. "Me da miedo que los traigan", dijo a EL PA?S una mujer mayor. "Con ellos aqu¨ª puede ocurrir cualquier cosa. Pero tambi¨¦n tienen derecho. Todos hemos cometido errores y nos podemos redirmir".La c¨¢rcel, a¨²n sin estrenar, es una inmensa mole de bloques de cemento, construida en un lote de m¨¢s de 7.000 metros cuadrados. Lo que se plantea es que el municipio de Itagu¨ª, que forma parte del ¨¢rea metropolitana de Medell¨ªn, le arriende al Ministerio de Justicia uno de los tres pabellones, mientras el Gobierno construye, en otro lugar, una c¨¢rcel de alta seguridad. Si finalmente esto se concreta, los narcotraf¨ªcantes saldr¨ªan de la clandestinidad para vivir en unas celdas individuales de tres metros por dos, y podr¨ªan gozar de una de las m¨¢s bellas vistas sobre el valle de Aburr¨¢.

Una paz cercana

Por estos pasos dados en Medell¨ªn se cree que la paz con los extraditables est¨¢, finalmente, muy cerca. Todos esperan que muy pronto empiecen a entregarse a las autoridades los hombres que se dedicaron al negocio il¨ªcito y que le hicieron la guerra al Estado. "Ser¨ªa lo mejor que podr¨ªa pasar", dijo a este peri¨®dico Mar¨ªa Isabel Ochoa, hermana de tres de los grandes del cartel de Medell¨ªn. "Y no lo digo s¨®lo por mis hermanos, lo digo tambi¨¦n por el pa¨ªs. Todos se van a dar cuenta que el ¨²nico problema de Colombia no es el narcotr¨¢fico. Hay muchos m¨¢s".Aunque en los comunicados notables-extraditables, que es el medio que ha servido para la nueva negociaci¨®n, se habl¨® de una entrega masiva, en Medell¨ªn nadie piensa que esto vaya a ocurrir. Se habla de que poco a poco van a llegar a los despachos judiciales grupos de dos o tres de ellos. Entre los primeros podr¨ªa estar Fabio Ochoa, el menor del clan Ochoa, acusado de haber manejado varias rutas de la coca¨ªna a los Estados Unidos. Se afirma que est¨¢ desesperado, que vive en un escondite sin ninguna comodidad y que s¨®lo est¨¢ esperando a que el Gobierno anuncie las reformas al decreto en el cual ofrecen una extradici¨®n y rebaja de pena por entregarse.

Pero existen dos grandes temores respecto al proceso de paz que hoy se plantea. El primero, la imposibilidad de encontrar pruebas contra los narcotraficantes que se entreguen, lo que genera la posibilidad muy cercana de que la mayor¨ªa de ellos queden en libertad. El otro temor es la actitud que tome Estados Unidos frente al acuerdo. "No que pueda haber presi¨®n de parte de Estados Unidos", dice Juan G¨®mez, "pero tiene que entender que el problema es nuestro y que lo vamos a resolver a nuestro modo".