Un periodista de fondo
Su problema es que se inspira en el viaje pero cuando viaja no puede escribir y de ambas necesidades nace el conflicto. En los pr¨®ximos meses se encerrar¨¢ en su casa de Varsovia para redactar su libro Imperium con la extensa informaci¨®n que ha recogido durante un a?o a lo largo y ancho de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Un viaje motivado no tanto por la perestroika y la revoluci¨®n de Gorbachov sino por su convicci¨®n de que la Uni¨®n Sovi¨¦tica pertenece, al igual que la mayor parte de la antigua Europa del Este, al llamado Tercer Mundo. Pues ¨¦ste no es un concepto geogr¨¢fico sino cultural y pol¨ªtico."Esa es una pregunta muy vasta y muy compleja", dice cuando se le pregunta qu¨¦ va a ocurrir en la URSS. "En cualquier caso nada muy espectacular. Es un pa¨ªs muy atrasado con una poblaci¨®n muy pobre. El imperio puede deshacerse pero no va a cambiar mucho la situaci¨®n del pueblo, pues para ello se necesitar¨ªan cantidades de dinero que no existen".
Ha pasado 40 de sus 58 a?os como periodista, y de ellos, buena parte en conflictos lejanos y peligrosos en los que m¨¢s de una vez ha estado a punto de dejarse la piel, por una bala perdida o por alg¨²n mosquito infectado. Sin embargo, advierte, "no me interesan los lugares sino los acontecimientos". Y no todos, ni cualquier golpe de estado. Los que le interesan son los que aportan algo a los mecanismos que mueven la historia contempor¨¢nea.
Como periodista y escritor, Kapuscinski se siente feliz de haber presenciado un hecho in¨¦dito en la historia de los hombres: el nacimiento del Tercer Mundo, o lo que es lo mismo, el paso de tres cuartas partes de la humanidad de una situaci¨®n colonial a otra de libertad o al menos de promesa de libertad. En cualquier caso la suya es una visi¨®n global, donde todo se relaciona: la ca¨ªda del Sha de Ir¨¢n (contada en El sha, uno de sus libros m¨¢s conocidos) es un movimiento en un ajedrez del que tambi¨¦n forma parte La guerra del f¨²tbol entre Honduras y El Salvador (que va a publicar Anagrama junto con Lapidarium, un libro de reflexiones sobre los ochenta para sumar a otros dos t¨ªtulos).
Kapuscinski define la suya como "una literatura de collage" en la que se re¨²nen el periodista, el escritor, el historiador y el fil¨®sofo. En el C¨ªrculo de Bellas Artes, por la noche, insisti¨® en que solo esa literatura de collage, con materiales muy diversos, puede mantenerse a la velocidad de la muy r¨¢pida historia contempor¨¢nea. Como dijeron tras la caza de brujas del macartismo los te¨®ricos del Nuevo Periodismo (Tom Wolfe, entre ellos), "la realidad es tan rica que escribir es siempre escoger", y no cabe por tanto una objetividad irrefutable. As¨ª, "la objetividad es una meta. Como en la filosof¨ªa, la buscamos pero jam¨¢s la conseguimos plenamente".
Muchos a?os redactor de la agencia de noticias polaca, Pap, Kapuscinski pas¨® la mayor parte de su carrera en pa¨ªses del tercer mundo y escrib¨ªa, dice, "claramente del lado de los oprimidos". Esa no era una forma de alienarse con el r¨¦gimen vigente en su pa¨ªs sino, por el contrario, de luchar contra ¨¦l mediante el m¨¢s viejo de los procedimientos literarios: la traslaci¨®n, la met¨¢fora. "Yo hablaba de los oprimidos como una met¨¢fora de nuestra propia lucha". Insiste Kapuscinski sin embargo en que, como redactor de la agencia oficial polaca, no perteneci¨® a ninguna organizaci¨®n de oposici¨®n. "Mis lectores inteligentes sab¨ªan leer entre l¨ªneas". Sus primeros lectores, los polacos, junto con su lengua, en la que escribe y a la que regresa de las aventuras que emprende.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.