El acuerdo START y los cr¨¦ditos a Mosc¨² sellan una cooperaci¨®n hist¨®rica de las superpotencias
CARLOS MENDO, Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica firmar¨¢n el pr¨®ximo febrero, durante la quinta cumbre entre sus presidentes, George Bush y Mijail Gorbachov, respectivamente, un hist¨®rico acuerdo de desarme por el que las dos superpotencias nucleares se comprometer¨¢n por primera vez a reducir de forma sustancial sus devastadores arsenales de misiles intercontinentales. El anuncio de la cumbre, hecho por Bush el mi¨¦rcoles, junto a la concesi¨®n a la URSS de cr¨¦ditos para la compra de alimentos en el mercado norteamericano, coloca la cooperaci¨®n entre Washington y Mosc¨² en un nivel desconocido desde la II Guerra Mundial.
Nunca desde las reuniones de las potencias aliadas en los a?os cuarenta, cuando Josef Stalin y Franklin D. Roosevelt cimentaron una s¨®lida amistad entre los dos pa¨ªses, que saltar¨ªa por los aires al final de la conflagraci¨®n como consecuencia, de la guerra fr¨ªa, las relaciones entre las dos potencias antag¨®nicas durante 45 a?os hab¨ªan sido m¨¢s cordiales.Era antol¨®gico el espect¨¢culo ofrecido por un presidente norteamericano, George Bush, flanqueado por lo que algunos comentaristas califican jocosamente como de sus dos ministros de Asuntos Exteriores, el secretario de Estado, James Baker, y el jefe de la diplomacia sovi¨¦tica, Edvard Shevardnadze, en su comparecencia conjunta en el jard¨ªn Rosa de la Casa Blanca para anunciar la transcendentales medidas adoptadas por Bush.
Bush anunci¨® el levantamiento durante seisd meses de la enmienda Jackson-Vanik de 1974, que pone serias trabas al comercio entre los dos pa¨ªses hasta que la URSS no liberalice sus leyes de emigraci¨®n, y la concesi¨®n de cr¨¦ditos por un total de 1.000 millones de d¨®lares a la Uni¨®n Sovi¨¦tica para la compra de productos agr¨ªcolas norteamericanos con el fin de hacer frente a la grave situaci¨®n alimenticia durante este invierno. Pero las concesiones a Mosc¨² no se limitaron a los cr¨¦ditos. Bush est¨¢ dispuesto a que las instituciones crediticias internacionales, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), concedan "una asociaci¨®n especial" a la Uni¨®n Sovi¨¦tica para que este pa¨ªs pueda transformar su actual econom¨ªa estatalista en un sistema de libre mercado. Esta asociaci¨®n especial constituir¨¢ el primer paso para la definitiva incorporaci¨®n de la URSS a las dos instituciones, una aspiraci¨®n expresada repetidamente a Bush por el l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail Gorhachov.
El acuerdo sobre las conversaciones START, que ser¨¢ suscr¨ªto, salvo dificultades improbables de ¨²ltima hora, por Bush y Gorbachov durante su cumbre en Mosc¨² del 11 al 13 de febrero, supondr¨¢ la eliminaci¨®n de por lo menos un tercio de los 30.000 cabezas nucleares de los misiles intercontinentales actualmente en poder de las dos superpotencias, adem¨¢s de otras armas estrat¨¦gicas. El acuerdo es el segundo que suscribir¨¢n Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica dentro del marco del desarme mundial despu¨¦s del alcanzado en 1988 para suprimir totalmente los misiles de alcance medio en Europa.
Las medidas anunciadas expresan elocuentemente los deseos de la actual Administraci¨®n norteamericana de apuntalar por todos los medios al presidente Gorbachov, no solamente por mero altruismo, sino porque, como dijo Bush y remach¨® Baker, la ayuda a la Uni¨®n Sovi¨¦tica en estos momentos es el mejor servicio que se puede hacer a los intereses norteamericanos.
"Queremos una Uni¨®n Sovi¨¦tica pr¨®spera que pueda desempe?a el papel que le corresponde dentro de la comunidad internacional de naciones", manifest¨® Bush.
Shevardnadze, con Shamir
El pasado mi¨¦rcoles no fue precisamente un d¨ªa ordinario en la agenda de Shevardnadze. Adem¨¢s de reunirse con Bush, el ministro sovi¨¦tico celebr¨® dos entrevistas poco usuales en un re presentante del Kremlin, una por la ma?ana con el l¨ªder del movimiento rebelde de Angola, Jon¨¢s Savimbi, y otra, por la tarde, con el primer ministro de Israel Isaac Shamir, pa¨ªs con el que la URSS rompi¨® sus relaciones diplorn¨¢nicas a ra¨ªz de la guerra de los Seis D¨ªas en 1967.
Precisamente, la posible reanudaci¨®n de relaciones, pedida abiertamente por Shamir en unas declaraciones el martes, fue el tema central de la reuni¨®n Shevardnadze-Shamir. El ministro sovi¨¦tico indic¨® que ambos pa¨ªses estaban avanzado hacia el restablecimiento de las relaciones diplom¨¢ticas plenas, pero a?adi¨® que todav¨ªa no hab¨ªa llegado el momento de establecerlas. "Nos movemos en esa direcci¨®n", dijo.
La Uni¨®n Sovi¨¦tica, que est¨¢ permitiendo la emigraci¨®n de jud¨ªos a Israel a un ritmo de 5.000 a 6.000 por d¨ªa, ha suavizado dr¨¢sticamente su postura con relaci¨®n a Jerusal¨¦n y ya no insiste en la convocatoria de una conferencia internacional sobre el Pr¨®ximo Oriente como paso previo al restablecimiento de relaciones.
En justa reciprocidad, Shamir ha manifestado que Israel desea la participaci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en la soluci¨®n de los problemas de la zona y ha anunciado que el Gobierno israel¨ª est¨¢ dispuesto a considerar la petici¨®n de Shevardnadze de establecer una zona libre de armas nucleares en Oriente Pr¨®ximo.
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