El fallido regreso del rey Miguel revela las diferencias entre los dirigentes rumanos
La frustrada visita del rey Miguel de Rumania a su pa¨ªs el d¨ªa de Navidad revela la creciente lucha faccional en el Frente de Salvaci¨®n Nacional. Las autoridades permitieron primero la entrada legal al pa¨ªs del rey. Fue solo al tener conocimiento del hecho cierto sector del Frente de Salvaci¨®n Nacional cuando se puso en marcha un, a todas luces, excesivo despliegue policial para expulsar a la familia real.Medios de la oposici¨®n aseguran que el primer ministro Petre Roman ten¨ªa conocimiento de la inminente llegada del rey. Achacan al aparato en tomo al presidente Ion Iliescu la posterior reacci¨®n desmedida.
Los considerables efectos negativos para la imagen externa de Rumania de esta acci¨®n no guardan proporci¨®n alguna con los insignificantes riesgos que, a primera vista, pudiera suponer para el r¨¦gimen la presencia del exrey. Un portavoz del Gobierno afirm¨® que Roman se hab¨ªa manifestado en contra de la visita ya que ¨¦sta podr¨ªa "tener connotaciones pol¨ªticas e irritar a la poblaci¨®n". La irritaci¨®n se produjo en el seno del poder y no de la poblaci¨®n.
Entre la poblaci¨®n rumana no ha aumentado la popularidad del rey Miguel con la misma rapidez con que sucedi¨® en Bulgaria con el rey Simeon. El desprestigio de algunos de los grupos partidarios de Miguel le han perjudicado. Esto puede cambiar ahora. La primera reacci¨®n ha sido la solicitud de la oposici¨®n de un refer¨¦ndum sobre la forma de estado. La Alianza C¨ªvica conden¨® la expulsi¨®n. Ha pedido ya que el parlamento declare nula el Acta de Abdicaci¨®n que le fue impuesta al joven rey Miguel en 1947.
Una visita que caus¨® consternaci¨®n en Bucarest es la que le hizo al rey en Suiza el ministro de Defensa Victor Stanculescu, conocido por su abierta oposici¨®n al presidente Iliescu. Las supuestas tentaciones golpistas de Stanculescu son causa de continua inquietud en el FSN.
El rey Miguel ha demostrado una gran prudencia. Ha reafirmado su deseo de ejercer como monarca constitucional si se lo pide la mayor¨ªa del pueblo rumano pero sin inmiscuirse en la lucha pol¨ªtica. Que se decidiera a una acci¨®n tan arriesgada sugiere que ten¨ªa garant¨ªas de alg¨²n sector del poder. Ciertas personalidades en el interior ten¨ªan inter¨¦s en su presencia en el pa¨ªs. Miguel de Rumania, su esposa Ana de Borb¨®n-Parma y su hija Sof¨ªa fueron expulsados del pa¨ªs doce horas despu¨¦s de aterrizar en el aeropuerto de Otopeni.
El rey ha demostrado, pasaporte en mano, que las autoridades del aeropuerto les hab¨ªan estampado el visado preceptivo. Desde hace un a?o se otorgan visados en los puestos fronterizos. Son inciertas las afirmaciones de las autoridades que aseguran lo contrario. Cuestionables son las palabras del ministro del Interior, Doru Viorel Ursu, qui¨¦n dijo que la expulsi¨®n no fue por miedo a la desestabilizaci¨®n sino por respeto a la ley".
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