La honestidad de 'Equinoccio'

Para quienes trabajamos en un medio tan fugaz y ef¨ªmero como la televisi¨®n, resulta, como poco, gratificante que existan espectadores tan expectantes y animosos como demuestra serlo Antonio P¨¦rez (EL PA?S, Cartas al Director, 13 de enero de 1991).En su carta, Antonio P¨¦rez imputa una serie de inexactitudes y ligerezas al reportaje que sobre los zuruah¨¢s emiti¨® el programa Equinoccio el pasado 7 de enero.

No podemos luchar contra la animosidad previa del espectador. Y es animosidad, al parecer, lo que preside el ¨¢nimo y la carta de Antonio P¨¦rez, al que quisi¨¦ramos puntualizar:

1. El reportaje sobre los zuruah¨¢s estaba incluido en el programa La aventura posible, y no para descubrir a los zuruah¨¢s, sino para presentar el trabajo de G¨¹nter Kroemer, al que el se?or P¨¦rez niega la categor¨ªa de antrop¨®logo so pretexto de que es sacerdote.

2. En ning¨²n momento se dijo en el programa Equinoccio que descubri¨¦ramos a los zuruah¨¢s. El programa dijo, y lo corrobor¨® el antrop¨®logo G¨¹nter, que los primeros contactos con los zuruah¨¢s tuvieron lugar en el a?o 1980. S¨ª dijo el programa que, si consegu¨ªamos im¨¢genes televisivas de ellos, ser¨ªa una primicia mundial.

3. El se?or P¨¦rez oculta, no sabemos con qu¨¦ intenciones, el protagonismo de este descubrimiento al CIMI, y se lo otorga a la Funai, que reconoce la zona y delimita el ¨¢rea en 1983. El se?or P¨¦rez ignora, o quiere ignorar, las cartas del CIMI a la Funai, de fechas 17 de abril de 1980, 30 de junio de 1980 y 20 de septiembre de 1982, dando noticia del descubrimiento y pidiendo la demarcaci¨®n del ¨¢rea de los indios, en tanto que la Funai, como organismo oficial, es el indicado para ello. Y ya que la Funai da la callada por respuesta, en su ¨²ltima carta, el CIMI apostilla: "Se hace necesaria, con la m¨¢xima urgencia, la demarcaci¨®n del ¨¢rea. ( ... ) No podemos permitir que la historia del exterminio de los pueblos ind¨ªgenas contin¨²e repiti¨¦ndose".

4. Tiene raz¨®n el se?or P¨¦rez cuando afirma que los zuruah¨¢s son menos de 200. En octubre de 1989 eran exactamente 131; el ¨¢rea est¨¢ delimitada desde marzo de 1986, y puede ser -no entramos en ello- que en el ¨¢rea trabaje la Jocom (Jovens com Miss¨¢o). Pero invitamos al se?or P¨¦rez a que entre en territorio zuruah¨¢ sin la mediaci¨®n del CIMI, y m¨¢s concretamente de G¨¹nter Kroemer, por muy avalado que vaya por la Funai y la Jocom.

5. Cuando se analiza un trabajo, deben calibrarse todos sus detalles y, sobre todo, su finalidad. Puede que el se?or P¨¦rez, irritado por la primicia, que no descubrimiento, se obcecara, y que esta obcecaci¨®n le impidiera entender con objetividad los verdaderos mensajes del reportaje, que no eran otros que la aproximaci¨®n de un europeo universitario a una realidad distinta (su aventura personal) y la convivencia mod¨¦lica de dos realidades tan dispares como un equipo de televisi¨®n y una tribu aborigen que s¨®lo tiene contactos espor¨¢dicos con otras realidades desde 1980.

6. No es que no nos importe la entrega a los zuruah¨¢s de la propiedad colectiva de las 233.900 hect¨¢reas que el Estado brasile?o les tiene reconocidas; sencillamente es que no era ¨¦se el objetivo del reportaje.

7. Aunque Equinoccio procura contrastar todas sus afirmaciones antes de hacerlas, este programa est¨¢ abierto a cualquier otra afirmaci¨®n con la que se pueda enriquecer realmente nuestro trabajo y al espectador-