La muerte de Diana Turbay, duro rev¨¦s en la lucha contra los 'narcos' colombianos
Colombia vivi¨® ayer de nuevo la paradoja de la guerra y la paz. Mientras 400 guerrilleros del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) lanzaban sus fusiles al fondo del mar Caribe en un gesto de reconciliaci¨®n, en Bogot¨¢ era enterrada la ¨²ltima v¨ªctima del narcoterrorismo: Diana Turbay, directora de la revista Hoy por Hoy e hija del ex presidente Julio C¨¦sar Turbay Ayala. El asesinato de Diana supone el m¨¢s duro rev¨¦s para la pol¨ªtica del presidente C¨¦sar Gaviria de sometimiento de los jefes del narcotr¨¢fico a la justicia.
Ciento cuarenta y cinco d¨ªas permaneci¨® Diana en poder de los extraditables. Fue secuestrada junto a seis reporteros que pretend¨ªan entrevistar al comandante del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), el ex sacerdote espa?ol Manuel P¨¦rez.Pero la entrevista era s¨®lo una trampa para convertirlos en rehenes del brazo armado del cartel de Medell¨ªn. El viernes pasado, en una operaci¨®n que seg¨²n la polic¨ªa buscaba dar captura al jefe del cartel, Pablo Escobar, la periodista de 37 a?os result¨® mortalmente herida en circunstancias confusas.
"?Por Dios, que cesen los cr¨ªmenes. P¨®ngale t¨¦rmino al horror en que tienen sumida a nuestra sociedad y busquen por las v¨ªas que les est¨¢ ofreciendo el Gobierno un camino m¨¢s humano!", fue el llamamiento vehemente que hizo a los extraditables el ex presidente Alfonso L¨®pez Michelsen, una de las personalidades que estaba mediando para liberar a los secuestrados.
El viernes, minutos antes de conocerse el asesinato de Diana Turbay, los extraditables divulgaron un comunicado en el que anuncian el reinicio de sus "operaciones militares" y el asesinato de dos rehenes. A¨²n est¨¢n en poder de los extraditables cuatro personas, entre ellas el jefe de redacci¨®n del diario El Tiempo, Francisco Santos, y la directora del Instituto Oficial de Cine. Maruja Pach¨®n.
El m¨¢s dram¨¢tico llamamiento por la paz lo hizo Midia Quintero, madre de la periodista asesinada. Conteniendo las l¨¢grimas, con voz firme, pidi¨® que contin¨²e el proceso de paz para que se posibilite la entrega de m¨¢s narcotraficantes y se eviten nuevas v¨ªctimas.
Sus palabras se convirtieron tambi¨¦n en la m¨¢s dura cr¨ªtica al Gobierno de C¨¦sar Gaviria. Culp¨® de la muerte de su hija por igual a los extraditables y al presidente. A los primeros los calific¨® de insensibles e insensatos, y asegur¨® que el presidente, con indolencia y casi con frialdad e indiferencia, desoy¨® las s¨²plicas para no rescatar a los periodistas y no poner as¨ª en peligro sus vidas. Asegur¨® tambi¨¦n que el presidente, por presiones de Washington, demor¨® la promulgaci¨®n de medidas que modifican, tal como lo han solicitado los extraditables, los decretos sobre no extradici¨®n y rebaja de penas para quienes se entreguen voluntariamente.
Y mientras la tregua con los narcotraficantes parece pender hoy de un hilo, la paz con los grupos guerrilleros m¨¢s radicales ELN y FARC, que hasta hace una semana se ve¨ªa como un imposible, tiene una nueva oportunidad con la reanudaci¨®n, hoy, del di¨¢logo por estos dos grupos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.