Los asesinos
Empiezan a salir los cad¨¢veres de detr¨¢s del tel¨®n de desinformaci¨®n con el que el mando norteamericano ha envuelto esta guerra que iba a ser televisada en directo. Como en los linchamientos privados, primero se ha cerrado a cal y canto el espacio del ajuste de cuentas, y de lo que pasa all¨ª s¨®lo sabemos lo que quiere que sepamos el linchador. Era incre¨ªble, aunque siguen crey¨¦ndoselo muchos, que tras 9.000 bombardeos s¨®lo aparecieran docenas de v¨ªctimas. Ni a Sadam Husein le interesaban unas cifras reales desmoralizadoras para sus tropas y para la poblaci¨®n, ni a Estados Unidos ensenar el verdadero car¨¢cter sangriento del linchamiento del aliado infiel.Cuando el presidente Bush expres¨® su voluntad de ir a la guerra pasando por encima de todo, y en espec'al de ese blando felpudo m¨¢s conocido por P¨¦rez de Cu¨¦llar, los altos mandos militares le dijeron que no quer¨ªan otro Vietr¨ªam. Es decir, no quer¨ªan perder la guerra en los campos de la opini¨®n p¨²blica, norteamericana y universal, y para ello era necesario enmascarar la brutalidad de una guerra rel¨¢mpago destinada a aterrar al enemigo y dejarlo estrat¨¦gica y psicol¨®gicamente paralizado. Todav¨ªa salen por la tele esos yuppies de la guerra de marcianitos presumiendo de que lo que separa a los aliados de Sadam Husein es que a los aliados no les interesa causar una carnicer¨ªa, y a Sadam Husein s¨ª. Luego hablan de misiles como si estuvieran hablando de espadas de goma, y no se les ocurre pensar que 9.000 bombardeos est¨¢n convirtiendo Irak en un cr¨¢ter en el que no puede persistir la vida humana.
La propaganda intoxicadora universal no tiene desperdicio. Bombardear Israel es una provocaci¨®n. Evidente. Pero bombardear Irak desde Turqu¨ªa, es decir, desde la OTAN, ?qu¨¦ es? S¨®lo el gansterismo informativo ha estado a la altura del gansterismo pol¨ªtico y militar en esta guerra llena de asesinos de pensamiento, palabra, obra y omisi¨®n.
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