Eduardo Serra
"Ahora me interesa m¨¢s la victoria"
Su trayectoria profesional ha sido (de lo m¨¢s variada. Abogado del Estado, de 44 a?os Eduardo Serra, que prefiere "defender el inter¨¦s p¨²blico m¨¢s que el privado", ocup¨® durante seis a?os un alto cargo en el Ministerio de Defensa. De manejar un presupuesto de 800.000 millones de pesetas desde la Secretar¨ªa de Estado de Defensa pas¨® a la Fundaci¨®n de Ayuda a la Drogadicci¨®n (FAD), con 300 millones de presupuesto, instituci¨®n privada en la que en la actualidad ocupa la vicepresidencia ejecutiva. "Desde la FAD intentamos actuar de catalizadores de la sociedad. En Espa?a todav¨ªa tenemos una asignatura pendiente en el tema de la droga, en el que no todo se arregla con leyes. Hay que fortalecer esta sociedad civil tan d¨¦bil para conseguir resultados. Estamos ante la primera generaci¨®n que no ha sido educada en la escasez, que est¨¢ viviendo en la abundancia, y una sociedad digna tiene que ser libre, pero tiene que haber autoridad", dice Eduardo Serra, desde su despacho de la FAD.En junio de 1989 dio otro salto en su carrera al aceptar la vicepresidencia de la empresa Cubiertas y MZOV para solucionar un problema accionarial. La semana pasada se hizo p¨²blico su nombramiento como presidente de la citada empresa constructora, cuya facturaci¨®n alcanz¨® el a?o pasado los 200.000 millones de pesetas.
Una de sus primeras decisiones fue la propuesta al Consejo de Cubiertas del env¨ªo de una carta a los hijos de Pablo Garc¨ªa Arenal, que presidi¨® la empresa constructora hasta su muerte en abril de 1989, y cuyo nombre apareci¨® relacionado en el caso descubierto en Barcelona sobre el fraude del IVA. "Es absolutamente falso que Pablo Garc¨ªa Arenal estuviese al corriente del caso de las facturas falsas. Fue un modelo de trabajador y de honestidad que nunca quiso ser empresario, sino empleado. Consigui¨® levantar una compa?¨ªa hasta situarla en el n¨²mero dos del sector sin hacerse rico", explica.
Serra, que, como secretario de Estado de Defensa, fue el gestor del pol¨¦mico proceso de compra de los aviones norteamericanos F-18, dijo hace tiempo en una entrevista que le interesaba m¨¢s la paz que la victoria. Con la guerra del Golfo encima, dice que ahora le interesa m¨¢s la victoria. "La guerra es el fracaso de la paz, y la paz ahora es imposible", defiende, sin negar, sin embargo, la imperfecci¨®n e irracionalidad de la comunidad internacional. "Ceder al chantaje es primar la violencia, y una de las cosas m¨¢s claras de este conflicto es que Sadam Husein no ha querido nunca la paz", dice, mientras con suave tranquilidad se levanta del sill¨®n una y otra vez sin aparente motivo.
Es una persona que parece perseguir con ansiedad la racionalidad. Y en este contexto, cree que las razones de que Espa?a no tenga asimilado lo que se est¨¢ jugando en el conflicto del Golfo son el aislamiento que hemos padecido durante a?os y la poca claridad con la que el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez est¨¢ afrontando la situaci¨®n. "A los ciudadanos hay que decirles las cosas claras, sin enga?arlos, y me parece que no se han dicho", dice, quiz¨¢s recordando su pasado docente.
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