Cuesti¨®n de casta

Los novillos de S¨¢nchez Arjona ten¨ªan casta y, dicho esto, que sea lo que Dios quiera. Pues, en el tiempo presente, afirmar que novillos como los de S¨¢nchez Arjona lidiados en Valdemorillo ten¨ªan casta, es jugarse el pellejo. Menuda se las gastan los taurinos si se hacen afirmaciones semejantes. Puede hasta haber tortas. Han impuesto los taurinos la teor¨ªa de que s¨®lo hay toro bravo o toro de casta si se deja pegar pases a lo tonto, y cuando salta a la arena un toro agresivo de casta verdadera, quisieran enviarlo a un crematorio. Al toro o, en su defecto, a quien ose afirmar que ese toro ten¨ªa casta.Los novillos de S¨¢nchez Arjona eran terciados y pobretones de cabeza, sencillamente porque as¨ª es la ganader¨ªa. En las ganader¨ªas ocurre lo que en las mejores familias, donde unas son altas y rubias, otras bajitas y renegridas, y tales caracter¨ªsticas gen¨¦ticas no suponen desdoro alguno; antes al contrario, en unas y en otras pueden salir corredores de fondo o registradores de la propiedad, indistintamente.

De manera que los novillos de S¨¢nchez Arjona ten¨ªan le, que hay que tener, dentro de su encaste. El problema consist¨ªa en que lo ten¨ªan por partida doble, y cada uno llevaba dentro un corredor de fondo y un registrador de la propiedad a la vez (dicho sea sin ¨¢nimo de ofender) y, naturalmente, no hab¨ªa quien les entendiera ni quien pudiera con ellos. Toro con la resistencia, propia de un corredor de fondo y la sabidur¨ªa de un registrador de la propiedad, a ver qui¨¦n es el guapo que le da pases.

Antes hab¨ªa guapos que a toros as¨ª les daban pases. No a toros as¨ª y, encima, pregonaos; pero si ten¨ªan nobleza, entonces se los daban, con mucho fundamento. Torear toros de casta, antes (es decir, 30 a?os atr¨¢s) estaba a la orden del d¨ªa y los toreros sab¨ªan c¨®mo hacerlo, ya que unos aprend¨ªan de otros, los m¨¢s torpes de los m¨¢s listos, los m¨¢s j¨®venes de los m¨¢s veteranos.

Los novillos de S¨¢nchez Arjona sacaron genio, eran pegajosos, algunos parec¨ªa que les hab¨ªan puesto bajo el rabo un motor turb¨®; por ejemplo el primero de Pareja Obreg¨®n, que no paraba de embestir. Pero ninguno tir¨® derrotes malos. Y todos ten¨ªan faena, bonita e interesante faena, diversos tipos de faena que no hab¨ªa de ser, forzosamente, la reiterativa faena que les aplicaron los tres novilleros, consistente en dar derechazos y naturales por obligaci¨®n.

No es culpa de los novilleros, por supuesto, que ni est¨¢n acostumbrados a torear toros de casta, ni nadie les ha ense?ado otra cosa, ni sus mayores -muchos de ellos figuras del toreo- conocen toreo distinto a dar derechazos y naturales por obligaci¨®n, y, adem¨¢s, si a estos les echaran toros con casta, a lo mejor se tiraban de cabeza al call ¨®n. Se han dado casos.

Luis de Pauloba, Mart¨ªn Pareja Obreg¨®n y Cristo Gonz¨¢lez no se tiraron de cabeza al callej¨®n, desde luego; antes bien, intentaron el toreo que saben. Pareja hasta se permiti¨® el lujo de saludar al quinto novillo con unas ver¨®nicas plenas de torer¨ªa, y, en f¨ªn, los tres arrostraron con pundonor el compromiso de los toros de casta. Pues ten¨ªan casta los S¨¢nchez-Arjona, seg¨²n se ha dicho ya, y si se vuelve a decir no es porque uno ande buscando pelea.