El ej¨¦rcito multinacional seguir¨¢ atacando a Irak

"?La guerra ha terminado! ?La guerra ha terminado!". Todos declaraban su emoci¨®n y su alegr¨ªa por una retirada que daban por segura e incondicional. La decepci¨®n lleg¨® 20 minutos despu¨¦s, con las exigencias de Bagdad. La campa?a contra Irak continuar¨¢, y no se aceptar¨¢n precondiciones, seg¨²n el mando del ej¨¦rcito multinacional. Mientras, el portaaviones America entraba ayer en aguas del Golfo y la aviaci¨®n continuaba bombardeando las defensas ¨ªraqu¨ªes en Kuwait mientras los kuwait¨ªes se abrazaban en el exilio de Dahran.
El anuncio efectuado por Bagdad produjo una fuerte impres¨ª¨®n en los campamentos militares del frente antiraqu¨ª, pese a que algunos soldados tardaron en conocer la noticia, y coincidi¨® con nuevas consideraciones sobre la inminencia de una ofensiva terrestre sobre Kuwait. El- portaaviones America abandon¨® el mar Rojo y navega en el Golfo en direcci¨®n a las costas del emirato para apoyar el desembarco anfibio que complementar¨¢ el definitivo asalto -sobre Kuwait si ¨¦ste llega a producirse. La emisi¨®n de Radio Bagdad no interrumpi¨® las operaciones b¨¦licas ni el sistem¨¢tico bombardeo de las plataformas m¨®viles de Scud, los refugios de la Guardia Republicana y sus v¨ªas de comunicaci¨®n y suministro.Varlas escuadrillas lanzaron por primera vez bombas que explisionan sobre los campos minados y activan los detonadores de las trampas que esperan las divisiones designadas para avanzar sobre Kuwalt. El objetivo colateral del empleo de esta munici¨®n es abrir el camino a quienes est¨¦n pensando en desertar y entregarse a las fuerzas de la coalici¨®n militar.
"Es la primera noticia positiva que llega de Bagdad", dec¨ªa ayer el sargento estadounidense John Philippi, uno de los centinelas del hotel Internacional de Dabran, sede de parte de la oficialidad del mando conjunte en la provincia oriental saud". "Pero, de todas formas, no rrie f¨ªo de Sadam Husein". El sargento sustituy¨® su habitual labor de jefe del grupo de controladores de salvoconductos por la de entrevistado. "Mi impresi¨®n personal es que el bombardeo continuar¨¢ por una semana o dos m¨¢s". Su compa?ero de aduana, con un asombroso parecido a Lee Marvin, pero en fornido estibador de muelle, se manifestaba en parecidos t¨¦rminos.
Las principales calles de Aljobar, pr¨®xima a la zona militar de Dal-iran, eran ayer transitadas por miles de emigrantes asi¨¢ticos en grupos. No se trataba de una manifestaci¨®n de j¨²bilo por un posible armisticio que asegura su estabilidad laboral y les evita la peri¨®dica carrera hacia el refugio, sino el preceptivo paseo del domingo, que aqu¨ª se efect¨²a el viernes, d¨ªa festivo del islam. "Creo que algo tiene que ver Mosc¨² en todo esto", consider¨® BedevI¨¦r Ayala, un filipino prudente que ahorra para la repatriaci¨®n. El primer anuncio de Bagdad, que pareci¨® prometer un r¨¢pido repliegue militar, provoc¨® un revuelo en la oficina de informaci¨®n kuwalt¨ª, adornada con pasquines y pegatinas con el eslogan Free Kuwait y fotograf¨ªas de las heridas producidas a quienes se resistieron a la invasi¨®n de Kuwait.
Con la bandera nacional como bufanda, posando con el retrato del emir de fondo y la V de la victoria con el brazo levantado, los kuwalt¨ªes recib¨ªeron entusiasmados las primeras informaciones. "Estamos muy contentos de que Irak vaya a retirarse de Kuwait y confiainos en que pronto volveremos a nuestro pa¨ªs y abrazaremos a nuestras familias viviendo todos en paz y alegr¨ªa", declaraba Aly Gomar Alshati. El segundo parte de Bagdad enfr¨ª¨® el entusiasmo inicial y atemper¨® su ¨¢nimo. Naell Abah Rahman manifestaba que de todas formas "algo est¨¢ cambiando en su mente [la de Sadam]. Ahora acepta salir de Kuwalt. Antes nunca habl¨® de eso". Los mar?nes y personal militar con una radio a mano siguieron atentamente la cronolog¨ªa de la declaraci¨®n iraqu¨ª. "Hasta ahora las noticias son buenas", agreg¨® el sargento Philippi horas antes de que su Gobierno rechazase la propuesta iraqu¨ª y comunicara que la fuerza a¨¦rea del ej¨¦rcito multinacional mantendr¨¢ su hostigamiento.
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