A la gre?a
La guerra que ahora mismo est¨¢ pegando ca?onazos en el desierto ha producido, entre otros efectos colaterales, que muchos ciudadanos anden a la gre?a. Buena parte de los partidarios y no partidarios de la guerra se est¨¢n yendo de la lengua y poco les falta ya para llegar a las manos. Muchos ciudadanos protestan contra esta guerra, y simplemente por eso les ponen de fascistas perdidos. He aqu¨ª el motivo: como eran fascistas quienes ve¨ªan con agrado el militarismo expansionista de Hitler, habr¨¢n de serlo tambi¨¦n quienes no quieren acabar a tiros con el militarismo expansionista de Sadam Husein. Pero si valen sofismas, con la misma raz¨®n podr¨ªan los contrarios a la guerra acusar de belicistas sanguinarios a quienes apoyan un ej¨¦rcito entre cuyas glorias figura haber tirado sobre Jap¨®n dos bombas at¨®micas, que mataron cientos de miles de japoneses, dejaron otros tantos in¨²tiles para la vida y el pa¨ªs convertido en un solar.Para los opositores, esta guerra no estuvo clara nunca. Liberar¨¢ Kuwait, s¨ª, pero tambi¨¦n va a sacarle las casta?as del fuego a un emir impresentable; aclara el panorama de los israel¨ªes en la regi¨®n, a costa de entenebrecer el de los palestinos; consagra a Estados Unidos mu?idor indiscutible del orden universal; sirve para demostrar la capacidad destructiva de una costos¨ªsima maquinaria de guerra, a la que quiere sacar rentabilidad inmediata el fabricante, y est¨¢ causando una matanza de iraqu¨ªes, que tendr¨¢n un l¨ªder enloquecido, pero son tan plersonas como los que est¨¢n a favor y en contra de la guerra.
Los belicistas pueden correr a los pacifistas a gorrazos de un momento a otro por pensar as¨ª, pues para ellos la guerra es leg¨ªtima, ya que defiende la justicia y el orden, lo cual se podr¨¢ comprobar en pocos d¨ªas. Porque en pocos d¨ªas Estados Unidos ganar¨¢ la guerra y dejar¨¢ un mundo tan ordenadito y tan justo que va a dar gloria verlo.
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