El nuevo amanecer de Kuwait

(...) Tras las primeras manifestaciones de alivio y entusiasmo por la rapidez de la liberaci¨®n, la vuelta del jeque Jaber al Ahmed al Sabah y la instauraci¨®n de la ley marcial ( ... ) pueden no afectar a la unidad del pa¨ªs. Las necesidades m¨¢s urgentes de la reconstrucci¨®n desbordan todo lo previsto. ( ... ) Pero la cuesti¨®n embarazosa del tipo de r¨¦gimen que pretend¨ªa salvar la coalici¨®n al entrar en la guerra debe plantearse pronto.( ... ) En una conferencia celebrada el pasado mes de octubre en Yeda, la familia Al Sabah y la oposici¨®n acordaron una vueltaa la democracia una vez terminada la guerra. Hace dos semanas, cuando ya se respiraba un aire de victoria, el Gobierno del emir parece renegar de su promesa. Lo que ahora se necesita es un compromiso firme para una pronta restauraci¨®n del Parlamento. La oposici¨®n argumenta que, seg¨²n la Constituci¨®n, no hay motivo para no reconstituir el Parlamento aun con la ley marcial vigente.

Muchos cambios tendr¨¢n lugar en Oriente Pr¨®ximo como consecuencia de esta guerra, aunque el alcance de los mismos parece estar m¨¢s all¨¢ de la imaginaci¨®n oficial de Washington o Londres. Si bien el r¨¦gimen del emir kuwalt¨ª puede haber fir¨ªanciado la campa?a, todav¨ªa es mucho lo que le debe a la coalici¨®n. Si Bush est¨¢ embarcado en la tarea de fijar un nuevo orden mundial, Kuwait ser¨ªa un lugar adecuado para empezar.

27 de febrero