Par¨ªs apoya la gesti¨®n de Baker en el caso palestino

Francia no dar¨¢ el menor paso que pueda dificultar las actuales gestiones del secretario de Estado norteamericano, James Baker, para intentar encontrar una soluci¨®n al problema palestino. Fran?ois Mitterrand se lo confirmar¨¢ hoy a George Bush en la reuni¨®n consagrada a Oriente Pr¨®ximo que los dos presidentes celebrar¨¢n en la isla caribe?a de La Martinica. El presidente franc¨¦s est¨¢ dispuesto a prolongar al m¨¢ximo lo que llama "solidaridad franco-norteamericana en los combates del Golfo".

A los dirigentes socialistas y de la oposici¨®n que le piden que Francia recupere su diferencia y promueva una iniciativa de paz propia o europea para Oriente Pr¨®ximo, Mitterrand les repite invariablemente desde hace dos semanas: "Hay que dejar actuar a los norteamericanos. Ellos son los grandes vencedores de la guerra del Golfo y tienen una oportunidad excepcional para solucionar el problema palestino y establecer una paz definitiva entre Israel y el mundo ¨¢rabe".Desde que Bush y su secretario de Estado, James Baker, anunciaron su intenci¨®n de ocuparse del espinoso asunto palestino, todos los portavoces del El¨ªseo y el Quai d'Orsay proclaman con entusiasmo que Washington y Par¨ªs nunca han estado tan pr¨®ximos en sus an¨¢lisis y objetivos respecto a Oriente Pr¨®ximo.

La palabra clave en los medios presidenciales y gubernamentales franceses es realismo. En nombre del realismo, el ministro de Asuntos Exteriores, Roland Dumas, acaba de afirmar que Francia no se empe?a en defender la necesidad de una conferencia internacional sobre Oriente Pr¨®ximo. Al ministro franc¨¦s la idea de la conferencia le sigue pareciendo "buena", pero no hace "un dogma" de ella. "Lo importante", dice Dumas, "es que comience un di¨¢logo entre Israel y los palestinos".

Mitterrand le dir¨¢ hoy a Bush que Par¨ªs no pone ning¨²n ,inconveniente a que las negociaciones entre los ¨¢rabes y los israel¨ªes se celebren directamente y bajo padrinazgo norteamericano. No obstante, el presidente franc¨¦s defender¨¢ en La Martinica su ¨²ltimo hallazgo diplom¨¢tico: la conveniencia de celebrar una reuni¨®n de jefes de Estado y de Gobierno del Consejo de Seguridad de la ONU consagrada a Oriente Pr¨®ximo.

En la concepci¨®n de Mitterrand, esa cumbre del Consejo de Seguridad, por simb¨®lica que fuera, dar¨ªa una cobertura internacional a las gestiones de James Baker y evitar¨ªa a Estados Unidos la acusaci¨®n de pretender implantar una "paz norteamericana".

El factor Arafat

La principal diferencia entre las actuales posiciones francesa y norteamericana sobre Oriente Pr¨®ximo estriba en que Par¨ªs no cree que pueda prescindirse de Yasir Arafat. "La ¨²nica organizaci¨®n representativa de los palestinos de los territorios ocupados y los campamentos de refugiados es la OLP; rechazar este hecho es llamarse a enga?o", afirma el ministro franc¨¦s de Exteriores.Mitterrand acaba de recordar que Francia considera leg¨ªtima la aspiraci¨®n de los palestinos a disponer de su propio Estado. A partir de ese hecho, la soluci¨®n que vuelve a seducir a la diplomacia francesa es la vieja propuesta de crear un Estado jordano-palestino dirigido por el rey Hussein. Ese Estado funcionar¨ªa de modo federal con dos entidades diferenciadas: una Cisjordania y Gaza desmilitarizadas y recortadas en funci¨®n de las necesidades de seguridad de Israel, y el actual reino hachem¨ª.

En los ¨²ltimos d¨ªas, Mitterrand ha telefoneado varias veces al rey Hussein. El presidente franc¨¦s no cree que el monarca hachem¨ª est¨¦ en las ¨²ltimas. Al contrario, le considera un "elemento esencial" en cualquier acuerdo de paz. "El rey Hussein", afirma Dumas, "ha salvado su trono en esta crisis y ha incrementado su popularidad en Jordania y los territorios ocupados". Lo ideal, cree el Quai d'Orsay, ser¨ªa que el rey Hussein se asociara con Arafat en el proceso de paz.

Esta ¨²ltima es tambi¨¦n otra de esas viejas ideas que peri¨®dicamente resucitan en Oriente Pr¨®ximo. Como lo es asimismo el deseo franc¨¦s de que el problema de Jerusal¨¦n sea discutido al final del proceso de paz, en la perspectiva de dotar de un estatuto particular a la Ciudad Santa.

[El presidente Bush lleg¨® anoche a Canad¨¢ y celebr¨® un encuentro en Ottawa con el primer ministro canadiense, Brian Mulroney. Bush expres¨® su preocupaci¨®n por la utilizaci¨®n de helic¨®pteros en los combates que se desarrollan en el interior de Irak, informa France Press].