La emoci¨®n como movil del canto
El Teatro L¨ªrico Nacional present¨® la nueva ¨®pera de Clara Jan¨¦s y Eduardo P¨¦rez Maseda, Luz de oscura llama, en versi¨®n dirigida esc¨¦nicamente por Juanjo Granda y musicalmente por Jos¨¦ Ram¨®n Encinar. Un reparto bastante amplio incluye a . Joan Cabero (San Juan), Itxako Menchaka (Teresa de Jes¨²s), Mar¨ªa Jos¨¦ S¨¢nchez (Ana de Jes¨²s), Manuel Lanza (Doria), Dolores Arenas (Endemoniada), Nancy Herrera (Tentaciones) y Janine Mestre (Doncella). Todos ellos, en lo l¨ªrico y en lo teatral, lograron transmitir cuanto los autores se han propuesto en esta interesante y hermosa pieza, que Henri Collet no habr¨ªa tenido inconveniente en incluir dentro de su extenso, interesante y olvida(lo estudio sobre El misticismo musical espa?ol.Importa la anterior consideraci¨®n pues, quiz¨¢, decide el esp¨ªritu, la forma y el lenguaje de la ¨®pera a partir de un principio exactamente formulado por Clara Jan¨¦s: la emoci¨®n como m¨®vil del canto y de la poes¨ªa estrechamente unidos. Y es en el terreno po¨¦tico donde los autores han alcanzado m¨¢s altas cotas de belleza, gracias a una identificaci¨®n de pensamiento que se da rara vez en la problem¨¢tica relaci¨®n escritor-compositor.
Luz de oscura llama
De Clara Jan¨¦s y E. P¨¦rez Maseda. Teatro L¨ªrleo Nacional / Centro de Nuevas 'Tendencias Esc¨¦nicas / Centro para la Difusi¨®n de la M¨²sica Contempor¨¢nea. Direcci¨®n Musical: J. Ram¨®n Encinar. Direcci¨®n esc¨¦nica: J. Granda. Escenarios y Figurines: S. Su¨¢rez. Int¨¦rpretes: Jos¨¦ Antonio Sanguino, Carlos Alvarez, Janine Vestre, Joan Cabero, ltxako Menchaka, Dolores Arenasd, Jos¨¦ Luis Pati?o, Manuel Lanza, Nancy Herrera, Lola Mateo, Isabel Ay¨²car, Mar¨ªa Jose S¨¢nchez y Pilar Torriente. Orquesta Sinf¨®nica de Madrid. Sala Ol¨ªnipia. Madrid, 5 de abril.
El personaje elegido por ambos como sujeto de su ¨®pera es de los m¨¢s fascinantes de la historia del misticismo. Se cumple este a?o el cuarto centenario de la muerte de San Juan, y compositores del m¨¢s diverso origen y hasta un core¨®grafo arriesgado como B¨¦jart contin¨²an inspir¨¢ndose en Juan de Yepes.
Una cantabilidad recitante pero tan clara que permite la inteligibilidad del texto, decide la mel¨®dica entra?ada en una orquesta sutilmente iluminada y colmada de ecos espirituales y culturales con la que, en alguna ocasi¨®n, alterna la electroac¨²stiea, tratada con gran maestr¨ªa creativa como en el interludio que une las dos escenas del segundo acto -"sonoras son las voces de ese r¨ªo"-, aut¨¦ntica met¨¢fora musical de la I!o¨¦tica sanjuaniana. Dice P¨¦rez Maseda que ha gozado componiendo sobre el texto de Clara Jan¨¦s Aunque no lo dijese, se advierte en el minucioso an¨¢lisis pros¨®dico y sem¨¢ntico de los versos y ',ias palabras trasmisoras de toda una simbolog¨ªa trascendente.
El resultado final es el conocimiento por parte del p¨²blico de la persona, las ideas, las creencias y el dram¨¢tico curso biogr¨¢fico de San Juan de la Cruz, a trav¨¦s de un desarrollo calificable de literario sin que esto comporte dem¨¦rito alguno. Al contrario: la dificultad del acercamiento queda resuelta por un c¨²mulo de emociones derivadas de la palabra en su transici¨®n hacia la m¨²sica, contemplativa las m¨¢s veces, dram¨¢tica cuando la circunstancia lo demanda y sorpre siva en esas citas ajenas, propia e inventadas. En resumen, se trata de una creaci¨®n de teatro musical importante y original que se hace ¨ªntima compa?¨ªa una vez acabada la representaci¨®n tan rica en hermanamientos e identificaciones. Deben destacarse las del regista Granda con el maestro Encinar y la fantas¨ªa cohe rente del escen¨®grafo y figurinis ta Su¨¢rez, sin olvidar el arrojo de Joan Cabero en el fatigante papel protagonista. Fueron justos. pues, los largos aplausos.
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