"Prefiero tener influencia a tener poder"
Pregunta. ?Ha recibido m¨¢s felicitaciones ahora por rechazar un ministerio que cuando lo acept¨®?Respuesta. No tendr¨ªa ning¨²n sentido recibirlas. La negativa puede merecer respeto por parte de algunos, pero tampoco entiendo que el ser ministro justifique la felicitaci¨®n.
P. ?Por qu¨¦ no ha aceptado la cartera de Cultura que le ofreci¨® el presidente Gonz¨¢lez?
R. Ha habido razones personales y pol¨ªticas, que son inseparables. Desde el punto de vista de las primeras, cuando se trata de asumir una responsabilidad, el criterio fundamental es la idoneidad de uno para el puesto. Si uno es autoexigente, y yo lo soy, puede tener muchas dudas. Un segundo motivo es la coherencia. Cuando estaba en el Ministerio de Educaci¨®n dije que volver¨ªa a la universidad, y as¨ª ha sido. Creo que el socialismo tiene mucho que ver con el hecho de que cada persona pueda hacer su propia biograf¨ªa, y eso me lo tomo muy en serio. Mi biograf¨ªa, tal como la pretendo para m¨ª y para el partido socialista, con el que estoy comprometido hasta los huesos, pasa por ser un profesor universitario que tiene un compromiso pol¨ªtico. S¨¦ que puede parecer un poco raro, pero es as¨ª.
P. Desde luego, choca.
R. No deber¨ªa sorprender. Se puede ser igual de socialista siendo profesor que estando en el Gobierno. No m¨¢s, pero tampoco menos.
P. ?Por qu¨¦ se acepta un ministerio en 1982 y no en 1991?
R. Entonces pensaba que mi contribuci¨®n como responsable de Educaci¨®n pod¨ªa ser interesante. En aquellas circunstancias, aceptar¨ªa el ofrecimiento de entonces una y mil veces.
P. ?Ahora la cartera no era la id¨®nea?
R. Yo no comparto aquello de "voy a ser ministro, pero a¨²n no s¨¦ de qu¨¦". Pienso que puede ser bueno para el partido disponer de alguien que reflexiona habiendo tenido una importante experiencia. Prefiero tener influencia a tener poder. Creo que esto lo he demostrado siempre.
P. ?C¨®mo va a influir?
R. Mi trayectoria est¨¢ ah¨ª, pero la influencia en el partido tengo que gan¨¢rmela.
P. ?No se influye m¨¢s como ministro que como profesor?
R. Es posible, pero me importa m¨¢s el trabajo intelectual que estar en la pomada. S¨¦ qu¨¦ libros quiero escribir en los pr¨®ximos veinte a?os, y para m¨ª eso tiene sentido. Bueno, no quiero aparecer en plan jeremiadas, pero lo que digo es genuino. Desde luego Felipe Gonz¨¢lez entendi¨® mis razones.
P. ?Le ha desencantado la pr¨¢ctica pol¨ªtica?
R. No, en absoluto. Mantengo la misma ilusi¨®n que antes en el proyecto socialista, y nadie puede decir que he rehuido la responsabilidad. Sin embargo, ahora veo m¨¢s interesante seguir dando clase, estar en otros ¨¢mbitos de la sociedad. Me parec¨ªa importante, tanto hacia fuera como hacia dentro del partido, romper con esa idea de que el pol¨ªtico s¨®lo quiere poder. Adem¨¢s, ser ministro no es ninguna bicoca, es muy duro.
P. ?El PSOE respalda al ¨²ltimo Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez?
R. Abrumadoramente. Este Gabinete es tan del partido socialista como los anteriores.
P. ?No observa fisuras?
R. El Gobierno no puede ser el brazo ejecutor del partido, porque obedece al mandato democr¨¢tico, y ¨¦ste procede del voto ciudadano. Por otra parte, el PSOE es un viol¨ªn con varias cuerdas. Si s¨®lo tuviera una, su m¨²sica ser¨ªa poco atractiva. Espero que las fricciones que puedan existir no sean la nota regular, y dar¨¦ la batalla para que no ocurra.
P. ?La salida de Alfonso Guerra ha anulado los puentes entre PSOE y Gobierno?
R. ?l ha jugado un papel muy importante como punto de uni¨®n, pero ni es el ¨²nico puente ni ha dejado de serlo. No creo que su salida del Ejecutivo marque una quiebra.
P. El nuevo vicepresidente, Narc¨ªs Serra, ?es el delf¨ªn de Felipe Gonz¨¢lez?
R. No se trata de eso. Es posible que como vicepresidente realice una tarea singular y dificilmente repetible. Le conozco desde hace treinta a?os. Es un hombre discreto, con una capacidad muy impresionante.
P. ?Algo m¨¢s que un buen pianista, entonces?
R. Es un gran pol¨ªtico que ha realizado una tarea ingente, un socialista ¨ªntegro.
P. ?La sucesi¨®n de Felipe Gonz¨¢lez no est¨¢ todav¨ªa en juego?
R. A mi juicio, no. Creo que su liderazgo ser¨¢ largu¨ªsimo.
P. ?Ha da?ado la imagen del PSOE el esc¨¢ndalo de Juan Guerra?
R. S¨ª, Si da?¨¢ndola, pero ya menos, Se va viendo como una manifestaci¨®n patol¨®gica marginal. Probablemente es el mayor perjuicio que ha sufrido el PSOE. Ha sido algo traum¨¢tico para el propio partido.
P. Como soci¨®logo pol¨ªtico, ?qu¨¦ problemas de Espa?a le preocupan m¨¢s?
R. Personalmente, el de la cultura democr¨¢tica. Esta sociedad siempre ha sido muy desmovilizada, y la pol¨ªtica no tiene buena fama. A nivel general, me preocupa el paro y la desigualdad. Creo que el socialismo consiste en la indignaci¨®n moral ante la injusticia.
P. Tambi¨¦n le indignar¨¢ entonces ver a socialistas con la llamada beautiful people, ?est¨¢n haciendo da?o al PSOE?
R. S¨ª, sin la m¨¢s m¨ªnima duda, pero es mi opini¨®n. No hay que montar tribunales inquisitoriales.
P. Entonces, ?en el PSOE cabe todo?
R. No. Si algunos s¨®lo pretenden el poder y no tienen ideas, yo procurar¨¦ que el poder por el poder no sea lo que prime en el partido socialista.
P. ?C¨®mo debe concretarse la apertura del PSOE, que usted propuso en el pasado congreso?
R. Es una cuesti¨®n de talante. Todo partido necesita unidad interna y lealtad, pero tambi¨¦n pluralidad.
P. ?Se pueden normalizar las relaciones con UGT?
R. S¨ª, pero sobre bases nuevas y de autonom¨ªa entre sindicato, partido y Gobierno.
P. Fue antes cocinero que fraile, ?c¨®mo ve ahora la educaci¨®n?
R. Si digo que mal, tiro piedras contra mi propio tejado. Si digo que bien, parece apolog¨ªa barata. En fin. Veo muchas m¨¢s luces que sombras. La universidad ha cambiado enormemente, pero sigue necesitando m¨¢s presupuesto y muchas cosas m¨¢s.
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