Ejercicio de funambulismo
Cuando parte del p¨²blico ya hab¨ªa abandonado el teatro, Mertens y sus m¨²sicos regresaron, ante el entusiasmo de todos aquellos que se resist¨ªan a irse, para, poner la guinda a un concierto de casi dos horas. Justo antes, hab¨ªa sonado Struggle for Pleasure, una de las piezas que le di¨® a conocer. Era el detalle que faltaba para acabar de decantar a su favor el fiel de la balanza.Wim Mertens es un m¨²sico que provoca pol¨¦mica. No tanto por lo que hace -minimalismo norteamericano mezclado con m¨²sica renacentista- sino m¨¢s bien por la actitud militante de quienes creen a pies juntillas que se trata de un genio, y la casi paralela legi¨®n de ac¨¦rrimos detractores. Y es que si de algo no corre peligro Mertens en Espa?a es de pasar desapercibido. Desde su primera visita en 1986, el artista belga es, pese a la frecuencia de sus apariciones, una garant¨ªa de cara a llenar los m¨¢s diversos recintos. Con esta gira, que le lleva a un total de 20 ciudades, conmemora adem¨¢s su d¨¦cimo aniversario como compositor e int¨¦rprete.
Wim Mertens Ensemble
Wim Mertens (plano y voz), Eric Mertens (flauta y flaut¨ªn), Dirk Descheemaeker (saxo soprano), Karla Vanloo (saxo), Ward Hoornaert (trompeta), Eddy Verdonck (tromb¨®n) y Hugo Matthysen (tuba). Aforo: 1.500 personas. Precio: 2.500 pesetas. Teatro Monumental. Madrid, 8 de abril.
Hay que reconocerle a Mertens la capacidad de arriesgar. No todos los m¨²sicos con un estatus como el suyo se atrever¨ªan a articular un concierto en base a material in¨¦dito. Y eso, precisamente, es lo que ha hecho en esta ocasi¨®n: experimentar el impacto en directo de sus nuevas piezas, que todav¨ªa no han sido grabadas; algunas de ellas particularmente ¨¢ridas. Pero Mertens es un tipo listo, que le saca partido a sus limitadas condiciones t¨¦cnicas, y, sabe que se puede permitir por aqu¨ª estos y otros lujos. Que sus seguidores van a recibir con devoci¨®n sus propuestas.
La nueva correlaci¨®n de instrumentos vendr¨ªa determinada en parte por la necesidad f¨ªsica de obtener un sonido m¨¢s potente. Raz¨®n por la cual, en relaci¨®n a su anterior periplo hispano, el fagot y el viol¨ªn han dejado su lugar a los metales, que le permiten abordar paletas crom¨¢ticas diferentes. Para un futuro pr¨®ximo, ha expresado la voluntad de a?adir a la actual formaci¨®n voces femeninas e incluso una guitarra el¨¦ctrica que le permitir¨¢n encarar cualquiera de las composiciones escritas a lo largo de estos diez a?os de trabajo. Alledinghe, t¨ªtulo de su reciente tr¨ªptico discogr¨¢fico, encabeza un poema en flamenco antiguo que dice: todas las cosas son demasiado estrechas para m¨ª, y yo me siento tan ancho". E se parece ser el estado de ancho, de Wim Mertens que, por aqu¨ª, no s¨®lo se permite vender m¨¢s discos de los que nadie hubiese podido imaginar, sino que se siente capaz de prescindir del gui¨®n.
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