Egipto reafirma su apoyo a la conferencia internacional de paz en el seno de la ONU

Egipto renov¨® ayer su demanda de una "conferencia internacional" bajo los auspicios de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas, poco antes de que aterrizara en El Cairo el secretario de Estado norteamericano, James Baker. Baker, que hoy visita Damasco, proced¨ªa de Israel, cuyas autoridades dieron su acuerdo de principio el martes a una "conferencia regional" de paz auspiciada por Estados Unidos y la URSS", sin participaci¨®n de la ONU.

"Esperamos detalles sobre esta conferencia [regional] y sobre los pa¨ªses que intervendr¨¢n en ella", manifest¨® el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Esmat Abdel-aguid, quien a?adi¨®: "Nosotros apoyamos la idea de una conferencia internacional bajo los auspicios de la ONU".La segunda gira del secretario de Estado norteamericano por Oriente Pr¨®ximo tras la guerra del Golfo desat¨® una gran actividad preparatoria del presidente egipcio, Hosni Mubarak, que el martes. se reuni¨® en El Cairo con un alto enviado sirio y ayer viaj¨® inesperadamente a Tr¨ªpoli, para conversar brevemente con el l¨ªder libio Muammar el Gaddafi .

Abdel Meguid explic¨® tambi¨¦n, mientras esperaba la llegada de Baker: "La conferencia deber¨ªa incluir a todas las partes interesadas en el problema, es decir, a los Estados fronterizos y al Consejo de Seguridad de la ONU".

Portavoces israel¨ªes han rechazado con insistencia la participaci¨®n del Consejo de Seguridad en una eventual negociaci¨®n israelo- ¨¢rabe, ya que dar¨ªa entrada en la conferencia a miembros permanentes de dicho consejo, como Francia o la Rep¨²blica Popular China, a los que el Gobierno israel¨ª no quiere ver en estas conversaciones.

Divergencias b¨¢sicas

Esta exclusi¨®n de la ONU, cuya participaci¨®n es deseada por ¨¢rabes y palestinos, fue tambi¨¦n patente al t¨¦rmino de las conversaciones que Baker mantuvo en Jerusal¨¦n el pasado martes. El secretario de Estado parti¨® ayer de Israel hacia Egipto sin decir, como en 1989, "cuando tengan intenciones serias acerca de la paz, me telefonean", informa V¨ªctor Cygielman desde Tel Aviv. Pero el secretario de Estado evit¨® dejarse arrastrar por los dirigentes israel¨ªes hasta el punto de hablar, como ¨¦stos, de un "acuerdo israelo-norteamericano" sobre el contenido y procedimiento de la mencionada conferencia regional.

Si se ahonda un poco, resulta evidente que el acuerdo es m¨¢s bien escaso, aunque abunde la buena voluntad. Estados Unidos comparte la posici¨®n israel¨ª de que nada puede sustituir a las conversaciones directas entre las partes en conflicto. Y Baker estima, como el primer ministro israel¨ª, Isaac Shamir, que ser¨ªa oportuno que la URSS asistiera junto a EE UU a la inauguraci¨®n de las reuniones, siempre que Mosc¨² restablezca antes sus relaciones diplom¨¢ticas con Israel. Pero subsisten desacuerdos plenos sobre lo esencial: Washington, corno tambi¨¦n los Esta dos ¨¢rabes, considera que cualquier negociaci¨®n de paz debe basarse en las resoluciones 242 y 338 de la ONU, concebidas sobre el principio de cambiar paz por territorios. Shamir rechaza inequ¨ªvocamente esta posici¨®n. Los norteamericanos tampoco aceptan las limitaciones que el Gobierno de Israel pretende imponer a la composici¨®n y funci¨®n de la delegaci¨®n palestina que intervenga en las futuras conversaciones.

Por su parte, el Gobierno sirio, viejo enemigo de Yasir Arafat, promueve discretamente entre los 300.000 refugiados palestinos que hay en su pa¨ªs la conveniencia de renovar la direcci¨®n de la OLP. Su estrategia es que resulta necesario un lavado de cara tras el apoyo de Arafat a Sadam Husein, y su esperanza, que Israel acepte negociar con la ¨²nica representante oficial del pueblo palestino una vez efectuado el cambio de liderazgo, que Damasco desear¨ªa ver asumido por uno de sus simpatizantes.

"Ya es hora de convocar elecciones. El mandato del actual Consejo Nacional Palestino (CNP) expir¨® en 1985 y s¨®lo con el voto puede saberse cu¨¢l es la direcci¨®n que el pueblo palestino quiere", se?al¨® a EL PAIS Jaled Al Fahum, ex presidente del CNP y uno de los que piden la dimisi¨®n de Arafat.

Numerosos palestinos llegados a Siria despu¨¦s de la invasi¨®n de Kuwait por Irak, el pasado 2 de agosto, refuerzan la posici¨®n de Damasco contra Arafat.. "He trabajado 17 a?os en la compa?¨ªa petrolera de Kuwait y, para salvar mi vida, he tenido que venirme dej¨¢ndolo todo detr¨¢s. No entiendo por qu¨¦ Arafat se puso del lado de Sadam. Ese hombre nos llev¨® a la muerte en Jordania, en la d¨¦cada de los setenta; a la muerte en L¨ªbano y Siria., en la d¨¦cada de los ochenta, a la muerte en Kuwait en la (le los noventa", afirma Abdul. que circula por las calles de Damasco con tal ira que parece que no ser¨¢ posible salir viva de su taxi.

Con la t¨¢ctica del palo y la zanahoria, Siria puso en libertad en los ¨²ltimos dos meses a cerca de 900 palestinos, muchos de ellos de Al Fatah, la facci¨®n de Arafat, que poblaban sus mazmorras. Damasco quiere presentar a Washington una resistencia palestina unida que oye los consejos de los mayores.

"La Administraci¨®n de Bush es para los palestinos mucho mejor que las de Reagan y Carter. Est¨¢ menos comprometida con Israel. George Bush se ha demostrado a s¨ª mismo que puede llegar a alianzas en esta zona, que hay pa¨ªses ¨¢rabes dispuestos a cooperar con Estados Unidos, como ha demostrado la guerra del Golfo. Los palestinos no debemos dejar escapar el momento y, a trav¨¦s de nuestra uni¨®n y la escalada de la Intifada, tenemos que persuadir a Washington de que Israel tiene que negociar", concluye Fahum, el ex presidente del CNP.