Historias de 'mujeres perversas' predominan en las novedades del D¨ªa del Libro

Podr¨¢ discutirse si los libros se inspiran en la vida, o viceversa, pero el hecho es que entre las novedades del D¨ªa del Libro, que hoy se celebra en toda Espa?a, abundan las chicas malas. Tambi¨¦n hay chicos malos, para que no se diga. Novelas y biograf¨ªas, incluso ensayos sobre chicas de trayectoria atractivamente turbia, gui?an el ojo al p¨²blico lector, en cuyas filas muy probablemente ser¨¢n mayoritarias las chicas buenas con la curiosidad suficiente.

T¨² sola entre las mujeres no es la historia de una chica en dif¨ªcil situaci¨®n en Yeser¨ªas. El subt¨ªtulo, El mito y el culto de la Virgen Mar¨ªa, sugiere que esta novedad de Taurus, de la brit¨¢nica Marina Warner, es otra cosa. La autora, nacida en 1940 y educada en conventos cat¨®licos de, sitios tan propios de brit¨¢nicos como El Cairo, escribi¨® este ensayo sobre c¨®mo se concilian extremos tan lejanos como la virginidad, la maternidad y el poder, y lo hizo, al decir de Julia Kristeva, "con el esp¨ªritu cr¨ªtico de una feminista, pero con la dignidad de una antigua cat¨®lica y la objetividad imbatible del investigador".Otra Marina, Tsvet¨¢ieva (1892-1941), amiga de Pasternak, casada con un agente estalinista travestido de trotskista, suicida y mal vista en la URSS de hace tres d¨ªas, es protagonista de una biograf¨ªa (Mondadori) de Simon Karlinsky. La poetisa era tambi¨¦n novelista, como demuestra El diablo (Anagrama), que con los ensayos de El poeta y el tiempo dan el pistoletazo de salida a la tsvetaievoman¨ªa.

Otra biograf¨ªa de Mondadori sobre chica turbia: Jean Rhys (1890-1979), de Carole Angier, sobre la escritora brit¨¢nica nacida en las Antillas y autora de Ancho mar de los Sargazos, que se las apa?¨® para vivir durante a?os de un ex amante y para, al decir de Stella, compa?era de Ford Madox Ford, tener "mala salud, desamparo, los nervios destrozados, un marido indeseable, ninguna nacionalidad".

Cosa del maligno

A la neozelandesa Janet Frame (nacida en 1924), la familia lleg¨® a embarcarla en una pesadilla de manicomios, porque la timidez e inadaptaci¨®n de la chica parec¨ªan cosa del maligno. Su autobiograf¨ªa Un ¨¢ngel en mi mesa (Seix Barral) da cuenta de una infancia y juventud ejemplaresde tes¨®n y sensibilidad.Annemarie Schwarzenbach es la biograf¨ªa, escrita por Dominique Grente y Nicole M¨¹ller, de una ciudadana zuriquesa (1908-1942) que dedic¨® su vida a viajar de Lisboa al Turquest¨¢n, pasando por Bombay o el Congo. Carson McCullers se inspir¨® en ella para El coraz¨®n es un cazador solitario, que bien podr¨ªa ser el epitafio de Annemarie. Tambi¨¦n residi¨® en sanatorios, como drogadicta.

Tambi¨¦n en 1942, a los 39 a?os, mor¨ªa en el campo de concentraci¨®n de Auschwitz Irene Nemirovsky, nacida en Kiev, autora de El baile y de una biograf¨ªa, que ahora saca Noguer, La vida de Ch¨¦jov.

T¨¢nger siempre ha tenido fama de ciudad golfarra y tolerante, y Jane y Paul Bowles no s¨®lo no desentonaban en el ambiente, sino que m¨¢s bien sab¨ªan estar. Grijalbo-Mondadori presenta Cartas a Paul, correspondencia de Jane de 1935 a 1979 titulada en ingl¨¦s Out in the world y editada por la bi¨®grafa de la escritora, Millicent Dillon. Son cartas que tanto tocan la vida del matrimonio como retratan a gente como Truman Capote Allen Ginsberg o Alice B. Toklas, o hablan de las relaciones de Jane con su criada ¨¢rabe.

La arriba citada Alice B. Toklas, amiga de la guresa de la lost generation Gertrude Stein (que la erigi¨® en hero¨ªna de una obra suya), es la protagonista de otro libro autobiogr¨¢fico, Recuerdos, publicado por Noguer.

Dif¨ªcil considerar a la musa argentina Victoria Ocampo (1890-1979) como chica mala, pero despu¨¦s de lo de la Virgen no hay que poner la mano en el fuego: sobre todo, ser¨¢ cosa de leer antes de opinar la Autobiograf¨ªa (Alianza) de quien frecuent¨® a Borges y a Bioy, entre tantos otros. Francisco Ayala ha logrado la no peque?a haza?a de reducir los as¨ª como siete vol¨²menes del original a algo m¨¢s de 200 p¨¢ginas.

Y una guinda de un chico malo, ya no tan chico por edad, pero pose¨ªdo por el fatal virus del talento po¨¦tico: Claudio Rodr¨ªguez saca en Tusquets Casi una leyenda.