El cazo
El pueblo tiene voces de aguda expresividad para definir las m¨¢s variadas manifestaciones del comportamiento humano. En determinados casos ni siquiera son voces, y se quedan en pura m¨ªmica, ejercicio para el que los espa?oles est¨¢n dotados de un arte singular. Por ejemplo, a la especialidad de pedir comisiones a cambio de favores la gente le llama poner el cazo, o ni necesita decirlo, ya que le basta con representarlo: se echa el brazo a la espalda, dobla la mano, gira hacia arriba la palma, y ¨¦se es el cazo.Algunos est¨¢n tan habituados a poner el cazo que si quisieran enderezar la mano habr¨ªan de operarse en la Seguridad Social. Mas no se operan, ni quieren, pues poniendo el cazo les va de cine. Todo consiste en ocupar el cargo adecuado, cultivar amistades influyentes y tener cara de hormig¨®n para seguir poniendo el cazo desde la m¨¢s absoluta impunidad.
La vida econ¨®mica, pol¨ªtica y administrativa ha ido tirando, durante a?os, unas veces bajo sospecha, otras limpia como una patena -o eso dec¨ªan- hasta que un buen d¨ªa un ministro declar¨® que algunos pon¨ªan el cazo para adjudicar obras, y los constructores lo confirmaron p¨²blicamente. Y fue un esc¨¢ndalo, y muchos ciudadanos empezaron a entender la s¨²bita prosperidad de "sus vecinos, y pensaron que, por fin, alguien iba a tirar de la manta e intervendr¨ªan fiscales, se abrir¨ªan investigaciones, habr¨ªa procesamientos a fin de acabar con la corrupci¨®n en este pa¨ªs.
Pero nada de eso pas¨®. S¨®lo pas¨® que est¨¢n citados a declarar, hoy mismo, ante el juez, tres periodistas, no por poner el cazo -que no lo pondr¨ªan jam¨¢s, ni muertos-, sino por radiar el di¨¢logo revelador de tensiones pol¨ªticas que alguien capt¨® en un tel¨¦fono. Lo cual debe de ser grave cosa. Por lo que se ve, al lado de sobornar pol¨ªticos, poner el cazo y enriquecerse a costa del erario p¨²blico, grav¨ªsima cosa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Tr¨¢fico ¨®rganos
- Opini¨®n
- Psicolog¨ªa
- Escuchas telef¨®nicas
- Extorsiones
- Chantajes
- Sobornos
- Intromisi¨®n intimidad
- Sociolog¨ªa
- Delitos econ¨®micos
- Gobierno
- Seguridad nacional
- Espa?a
- Administraci¨®n Estado
- Administraci¨®n p¨²blica
- Sucesos
- Pol¨ªtica
- Defensa
- Sociedad
- Delitos contra salud p¨²blica
- Delitos
- Justicia
- Ciencias sociales
- Ciencia