Privadas, pero menos

El otro d¨ªa me llam¨® un amigo por tel¨¦fono y me dijo que lo hac¨ªa desde su coche. Le pregunt¨¦ si no ten¨ªa miedo a que pudieran escucharle otros y ¨¦l, naturalmente, lo tom¨® a broma pues mi amigo no es pol¨ªtico. Sin embargo, los hombres de negocios y personas que se dediquen a actividades m¨¢s o menos arriesgadas deber¨ªan darse cuenta de que el tel¨¦fono m¨®vil, como ahora se le llama, no es en realidad un tel¨¦fono privado: el sonido se transmite a trav¨¦s de ondas de radio y, por tanto, puede ser interceptado casualmente o a sabiendas.Por tanto, si un gobernante o un dirigente de un partido pol¨ªtico dice lo que se le ocurre en un mitin o en una rueda de prensa, sabe perfectamente que los profesionales de la informaci¨®n est¨¢n all¨ª para recoger sus palabras y transmitirlas si las creen interesantes. Pero lo mismo puede ocurrir en otras ocasiones en las que la presencia de los medios de comunicaci¨®n no sea tan patente, pues los periodistas no suelen llevar uniforme. De modo que el pol¨ªtico tiene que tener cuidado con lo que dice, sobre todo si se trata de algo no muy ortodoxo.

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De siempre se ha dicho que la pol¨ªtica democr¨¢tica requiere una transparencia que por desgracia no siempre se cumple. Si un pol¨ªtico expresa en una conversaci¨®n privada unos juicios que no se atreve a transmitir en p¨²blico, est¨¢ revelando que le importa m¨¢s aparentar una sumisi¨®n a las directrices que no comparte con tal de defender una posici¨®n de poder personal que podr¨ªa perder si se mostrara sincero en p¨²blico. Con ello, quien resulta enga?ada es la ciudadan¨ªa.

As¨ª resulta que una conversaci¨®n mantenida en un ¨¢mbito aparentemente privado, pero utilizada para mantener posiciones pol¨ªticas que son ocultadas a los medios de comunicaci¨®n, no es una actividad que pueda estar protegida por el derecho a la intimidad: no hay intimidad cuando de lo que se trata es de. algo que puede tener, o m¨¢s bien tiene con seguridad, consecuencias que pueden ser buenas para unos y malas para otros y que, en general, van a afectar a cuestiones en las que est¨¢n implicados los ciudadanos. En un r¨¦gimen democr¨¢tico, el ¨²nico soberano es el pueblo.

Por tanto, la actuaci¨®n de la Cadena SER comunic¨¢ndonos algo que se nos quer¨ªa tener ignorado ha sido, sencillamente, ejemplar. Os felicito y me felicito. - Modesto Espinar.