Duro alegato del Papa en F¨¢tima contra el materialismo y el aborto

El Papa utiliz¨® ayer el llamado p¨²lpito universal del santuario de F¨¢tima para lanzar un duro alegato contra la mentalidad materialista, "el crimen execrable del aborto" y "el vasto movimiento ateo" que, a juicio del Pont¨ªfice, "amenaza a Europa". "Son dos caras de una misma moneda", que Juan Pablo II critic¨® en su ¨²ltimo d¨ªa de estancia en Portugal. La jornada de ayer coincid¨ªa con el 100 aniversario del atentado que estuvo a punto de costarle la vida en la romana plaza de San Pedro a manos del turco Mehmet Al¨ª Agca.

Alrededor de un mill¨®n de personas se dieron cita durante el domingo y ayer en las inmediaciones del santuario de F¨¢tima. Entre los asistentes a la solemne misa se encontraba el embajador de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en Portugal, Genadi Gerasimov, y el propio presidente de la Rep¨²blica Portuguesa, Mario Soares, que no se ha perdido ni una sola celebraci¨®n cucar¨ªstica papal en este segundo viaje de Juan Pablo II a su pa¨ªs. Gerasimov expres¨® su plena coincidencia con los puntos de vista del Pont¨ªfice respecto a "la econom¨ªa de mercado sin conciencia".Tampoco falt¨® sor Luc¨ªa, la ¨²nica superviviente del grupo de tres pastorcillos a los que la Virgen se les apareci¨® seis veces. Sor Luc¨ªa permaneci¨® ayer reunida durante 12 minutos con el Pont¨ªfice, seg¨²n manifest¨® el portavoz de la Santa Sede, Joaqu¨ªn Navarro Valls.

Seg¨²n la versi¨®n oficial de las apariciones, las dos primeras partes del misterio anunciado por la Virgen a los tres ni?os eran la muerte prematura de dos de ellos -Jacinta y Francisco- y la consagraci¨®n de Rusia a su Coraz¨®n Inmaculado. No deja de ser, pues, sintom¨¢tica la presencia de un embajador sovi¨¦tico en una misa del Papa, el cual ha atribuido los cambios en el Este a la acci¨®n de la Virgen de F¨¢tima.

Ayer, el Papa continu¨® en esa l¨ªnea. Desde un altar en el que se pod¨ªa leer "creced y multiplicaos", llam¨® a los cristianos a procrear de acuerdo con "un oportuno sentido de paternidad responsable y de confianza en la Divina Providencia". Quien as¨ª act¨²e representa, a juicio del Pont¨ªfice, "un desaf¨ªo a la mentalidad antinatalista imperante y una justa condena de tal mentalidad", que no duda en sacrificar la vida de los no nacidos por medio del aborto, al que Juan Pablo II llam¨® "crimen execrable".

Esas ideas pragm¨¢ticas que est¨¢n cuajando en Europa, seg¨²n el Pont¨ªfice, constituyen una amenaza para la Iglesia. As¨ª ante la imagen de la Virgen de F¨¢tima, el Papa destac¨® que en Europa "existe el peligro de sustituir el marxismo con otras formas de ate¨ªsmo, que, adulando la libertad, tienden a destruir las ra¨ªces de la moral cristiana y humana". Por ello pidi¨® protecci¨®n mariana para la Iglesia, "siempre amenzada" por lo que ¨¦l denomin¨® "el esp¨ªritu del mundo".

Nueva evangelizaci¨®n

Sin embargo, fue ante los obispos portugueses donde Juan Pablo II desarroll¨® con mayor profundidad su visi¨®n del mundo. Pidi¨® a los prelados que hicieran hincapi¨¦ en la penitencia y en la oraci¨®n para ganarse a los de fe d¨¦bil. De esta manera reiter¨® el mensaje de F¨¢tima, ahora, a su juicio, m¨¢s necesario que nunca para "la nueva evangelizaci¨®n de Europa, un continente turbado por un vasto movimiento ateo te¨®rico y pr¨¢ctico, que parece querer construir una nueva civilizaci¨®n materialista".

Juan Pablo II eligi¨® tambi¨¦n F¨¢tima para firmar la carta que remitir¨¢ a todos los obispos para convocarles al s¨ªnodo sobre la reevangelizaci¨®n de Europa. Para el Pont¨ªfice, los lugares marianos son objeto de especial atenci¨®n, ya que el Papa cree que fue la intervenci¨®n de la Virgen la que le salv¨® la vida hace justamente 10 a?os, cuando el turco Mehmet Al¨ª Agca abri¨® fuego contra ¨¦l en la plaza de San Pedro.

F¨¢tima y mensaje han sido, pues, el eje central de esta segunda visita del Pont¨ªfica a Portugal. Incluso en el mensaje de despedida record¨® la aparici¨®n de la Virgen vestida de blanco a los pastorcillos. No obstante, contra algunos pron¨®sticos aventurados, se fue sin revelar el tercer misterio. Ese secreto que, seg¨²n los expertos, amenaza con grandes cat¨¢strofes a la humanidad en esta segunda mitad del siglo XX.