Crisis de cuadrillas
Dif¨ªcil lo tienen los matadores y novilleros a la hora de escoger cuadrilla, bien sea para un d¨ªa o para toda la temporada. Los pocos buenos que hay est¨¢n "colocados con las figuras" y el resto anda bastante mal.El monumental peto y el mastod¨®ntico caballo han tra¨ªdo a la profesi¨®n de picador a un sinf¨ªn de reci¨¦n llegados sin la debida y adecuada formaci¨®n. El montar a caballo siempre fue requisito indispensable para cualquier picador que quisiera aprender bien la profesi¨®n. Para ello se colocaban de mozos de plaza, trabajaban con los contratistas de caballos, sal¨ªan de reservas en las novilladas y pegaban el primer puyazo. Cuando iban con una figura llevaban el oficio bien trillado.
El escalaf¨®n de los banderilleros est¨¢ ahora compuesto por, a saber, los veteranos, los rebotados de alternativa sin gloria y las nuevas generaciones. Nunca se han dado en la plaza tantos medios pares como ahora. ?Qu¨¦ se hizo de aquellos banderilleros que no molestaban al toro? ?Cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez que se vio parar a un toro de salida a una mano? ?Es tan dificil el llevar el toro al caballo por delante?
Aceptada la, remisa de que todo capotazo que se d¨¦ en los primeros tercios es un muletazo restado a la faena, habr¨ªa que poner tax¨ªmetro a los incontables e in¨²tiles capotazos para ir poniendo al toro en las distintas suertes. Si el banderillero clava a izquierdas, cuatro a seis capotazos; si es derecho, otros tantos. M¨¢s seis para sacarlo del caballo, m¨¢s cuatro para permitir el brindis, mas cinco y un derrote en el burladero si hay cesi¨®n de trastos por alternativa.Comprendo que es dif¨ªcil hoy d¨ªa llevar una cuadrilla decente. En las ferias grandes es particularmente problem¨¢tico. No se sorprendan de ver a los que no van fijos aparecer con cuatro o cinco matadores distintos. Venir a Madrid con una cuadrilla que no busque las palmas, que no tape al matador, que haga el tercio de banderillas ligerito, es tarea de cuidado. Y encontrar dos picadores que sepan andar a caballo y que piquen delantero es un acierto de 14.
Tal vez haya una posibilidad de reciclado en las escuelas taurinas que podr¨ªa funcionar m¨¢s o menos seg¨²n este ep¨ªgrafe: "Todo aquel alumno que, habiendo alcanzado la gloria en la categor¨ªa de matador, deseare abrazar la carrera de los hombres de plata, solicitar¨¢ y realizar¨¢ un cursillo de seis meses de duraci¨®n en el que se impartir¨¢n los siguientes temas: toreo a una mano, toreo a dos manos, recorte capote al brazo, banderillas al relance y a la media vuelta, el estigma de las tres pasadas en falso, c¨®mo saludar sin robar palmas al maestro, teor¨ªa del compa?erismo, teor¨ªa y pr¨¢ctica del buen gusto en el vestir, del peligro de los cortes de mangas al p¨²blico, del apuntillado de toros sin levantamiento... Con este reciclado, las buenas y meritorias gentes del toro conseguir¨ªan pulir la actual crisis de cuadrillas. En mente tenemos todos qui¨¦nes pod¨ªan ser profesores porque el oficio no est¨¢ perdido, afortunadamente. A nadie se ofende por citar aqu¨ª a Michel¨ªn, Pichardo, Tito de San Bernardo, Vito, Luis Parra, Chaves Flores, Luis Gonz¨¢lez o Alfredo Pe?alver, a modo de orientaci¨®n.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.