?Qu¨¦ evaluaci¨®n?

El pasado mes de abril se cumplieron cinco a?os de la promulgaci¨®n de la Ley General de Sanidad (LGS), que supuso un gran avance legislativo en el terreno sanitario. Tambi¨¦n se cumple el plazo marcado a la Comisi¨®n de An¨¢lisis y Evaluaci¨®n del Sistema Nacional de Salud, creada por el Parlamento a instancias del Centro Democr¨¢tico y Social, para la realizaci¨®n de su informe.Es necesario subrayar la importancia y los contenidos fundamentales de la LGS para poder comprender mejor el car¨¢cter de los an¨¢lisis y evaluaciones del Sistema Nacional de Salud que la LGS cre¨®.

Puede decirse que la LGS ha recogido la mayor¨ªa de las inquietudes progresistas para dar un tratamiento coherente a los problemas de salud y a la asistencia sanitaria, a la utilizaci¨®n de los recursos p¨²blicos y a la descentralizaci¨®n en el nuevo Estado de las autonom¨ªas.

Voluntad pol¨ªtica

Hasta entonces, los diversos intentos de reforma sanitaria se hab¨ªan frustrado. El atraso de las infraestructuras, la desorganizaci¨®n y fragmentaci¨®n de los diversos patrimonios, gesti¨®n y cobertura, la variada contraposici¨®n de intereses institucionales y corporativos, etc¨¦tera, requer¨ªan los requisitos de autoridad, capacidad y voluntad pol¨ªtica que s¨®lo el PSOE, tras su victoria electoral de 1982, pod¨ªa tener.Los grandes rasgos de la LGS corresponden a las l¨ªneas preconizadas por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y a las aspiraciones de los sectores progresistas: la salud como columna vertebral de la pol¨ªtica sanitaria; la atenci¨®n primaria de salud como base del sistema sanitario; el ¨¢rea de salud como instancia geogr¨¢fica, de planificaci¨®n y de gesti¨®n b¨¢sicas, para la articulaci¨®n entre la atenci¨®n primaria y la especializada; la descentralizaci¨®n de los servicios de salud de las comunidades aut¨®nomas, y, en fin, el Sistema Nacional de Salud como el nuevo modelo organizativo integrador de todas las estructuras y servicios p¨²blicos.

Es evidente que cualquier an¨¢lisis y evaluaci¨®n sobre el Sistema Nacional de Salud basado en la equidad, calidad y eficiencia no s¨®lo iba a abordar cuestiones t¨¦cnicas (elaborando, midiendo y ponderando indicadores sobre los objetivos establecidos), sino tambi¨¦n cuestiones pol¨ªticas relacionadas con los procedimientos y objetivos propugnados por el ¨¦l.

Por tanto, ni puede dejar de considerar el proyecto pol¨ªtico y social que lo sustenta y el nivel de desarrollo pol¨ªtico y normativo de la ley ni puede sustraerse a una valoraci¨®n hecha con las posiciones pol¨ªticas de sus autores. O lo que es lo mismo, la imbricaci¨®n de evaluaci¨®n t¨¦cnica y valoraci¨®n pol¨ªtica es inevitable.

Por ello, desde la Federaci¨®n de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad P¨²blica creemos que es el momento de hacer una valoraci¨®n sobre el desarrollo del Sistema Nacional de Salud. Porque con la sola promulgaci¨®n de la LGS no bastaba para hacer la reforma sanitaria, y era necesaria adem¨¢s una firme actitud por parte de los responsables sanitarios, capaz de tomar las iniciativas pol¨ªticas y legislativas necesarias para su desarrollo y que contase con un amplio apoyo entre la poblaci¨®n receptora de los servicios y entre los profesionales sanitarios.

En este sentido, la pol¨ªtica del Ministerio de Sanidad y Consumo no ha estado a la altura del desaf¨ªo pol¨ªtico que supon¨ªa la LGS, y no ha sabido transmitir a los ciudadanos el mensaje transformador que la ley conten¨ªa, y tampoco ha logrado tener el apoyo de quienes desde el principio estaban en las condiciones materiales e ideol¨®gicas para darlo: el personal que trabaja con dedicaci¨®n exclusiva para el sistema sanitario p¨²blico.

Crisis econ¨®mica

La LGS precisaba tambi¨¦n de un soporte econ¨®mico que nunca tuvo la expresi¨®n debida en los Presupuestos Generales del Estado. Sin duda que en ello ha influido la crisis econ¨®mica dentro de un periodo de reestructuraci¨®n industrial, pero tambi¨¦n lo ha hecho la falta de prioridad pol¨ªtica que el Gobierno ha dedicado a los aspectos m¨¢s socializadores y solidarios de su proyecto social. Y es que la LGS respond¨ªa en lo b¨¢sico a un planteamiento de Servicio Nacional de Salud que est¨¢ en contradici¨®n con las posiciones neoliberales y conservadoras.En esta situaci¨®n, cinco a?os despu¨¦s de su publicaci¨®n en el BOE, podemos constatar que, junto a indudables avances en la l¨ªnea anunciada por la ley, como la casi financiaci¨®n global a partir de los Presupuestos Generales del Estado, la universalizaci¨®n casi total de la asistencia sanitaria, la extensi¨®n de los cenros de salud, la dedicaci¨®n exclusiva alsistema p¨²blico de la mayor¨ªa de los facultativos, etc¨¦tera, existen grandes lagunas del ordenamiento jur¨ªdico que son indispensables para alcanzar los objetivos de calidad, equidad y eficienci que se pretend¨ªan, y que estaban dise?ados para ser grandes articuladores del Sistema Nacional de Salud: el estatuto marco del personal, que deber¨ªa ser la base para una nueva pol¨ªtica laboral; el plan integrado de salud y los planes de salud de las comunidades aut¨®nomas, que habr¨ªan de coordinar los objetivos sanitarios y asistenciales; el desarrollo del Consejo Interterritorial, que tendr¨ªa que mantener la unidad de criterios y coordinar las actuaciones de los servicios de salud de las comunidades aut¨®nomas; protocolos de homologaci¨®n y acreditaci¨®n de los centros privados para establecimiento de conciertos, etc¨¦tera.

En esta problem¨¢tica pol¨ªtica y administrativa surgi¨® la iniciativa parlamentaria del Centro Democr¨¢tico y Social que condujo a la creaci¨®n de una comisi¨®n de an¨¢lisis y evaluaci¨®n del Sistema Naciorial de Salud que, bajo la presidencia de Abril Martorell, deber¨ªa concluir este mes su trabajo.

Lo verdaderamente sorprendente es que esta comisi¨®n trata de evaluar un Sistema Nacional de Salud que apenas ha tenido comisiones de expertos de otros pa¨ªses (Reino Unido, Suecia, etc¨¦tera). Por eso lo que nos preocupa de cuanto pueda se?alar esta comisi¨®n no es tanto el an¨¢lisis de los numerosos problemas existentes, con ser esta aportaci¨®n muy valiosa por la cualificaci¨®n de sus miembros y los recursos de que ha dispuesto, como su visi¨®n y valoraci¨®n de los problemas sanitarios que puedan redefinir el desarrollo de la LGS con la legitimidad m¨¢s que probable de una aprobaci¨®n parlamentaria.

Podr¨ªan plantearse dos alternativas: que la comisi¨®n hiciese una evaluaci¨®n con la perspectiva del desarrollo del Sistema Nacional de Salud que supusiera la cr¨ªtica de lo que se hizo y de lo que no se ha hecho para su reactivaci¨®n m¨¢s eficiente, o que su evaluaci¨®n sea o se interprete con una ¨®ptica regresiva, coincidente en buena parte con. la l¨ªnea pol¨ªtica y social que hoy tiene el Gobierno.

Doble aval

?ste podr¨ªa obtener el doble aval de la comisi¨®n y de un consenso parlamentario para una nueva etapa de su pol¨ªtica sanitaria que logre simult¨¢neamente resolver las contradicciones a las que le aboca el desarrollo coherente del Sistema nacional de Salud.Sin embargo, a cinco a?os de una ley insuficientemente desarrollada, debemos esperar que muchas aportaciones de la comisi¨®n promuevan una nueva reflexi¨®n en el sentido de fortalecer la equidad (clave de una pol¨ªtica sanitaria progresiva), se eleve la calidad de los servicios y se disponga de los medios para una mayor eficiencia con mecanismos de planificaci¨®n, racionalizaci¨®n y competencia dentro del sistema p¨²blico.

Estos mecanismos, como muchas autoridades han se?alado, pueden eliminar incentivos perversos, contener m¨¢s adecuadamente los costes y obtener mejores resultados globales que cualquier alternativa de privatizaci¨®n.