Humor negro en el hipermercado
Mientras terminaba el montaje de Enemigos, una historia de amor, Paul Mazursky tuvo la idea de rodar "una pel¨ªcula centrada en dos ¨²nicos personajes que descubren el fracaso de sus 16 a?os de matrimonio durante un d¨ªa de compras". El estreno casi simult¨¢neo en nuestro pa¨ªs de las dos pel¨ªculas permite comprobar hasta qu¨¦ punto est¨¢n ¨ªntimamente relacionados los filmes que, en apariencia, no pueden ser m¨¢s distintos.En ninguno de los casos se puede hablar de comedias en sentido estricto, sino m¨¢s bien de pel¨ªculas que tratar, desde un punto de vista humor¨ªstico, asuntos nada divertidos e incluso tremebundos: Enemigos parte de una tragedia colectiva y acaba siendo, incluso con un suicidio de por medio, una f¨¢bula estimulante; Escenas de una galer¨ªa comienza como una visi¨®n jocosa de los secretos de un matrimonio, y termina convirti¨¦ndose en un filme profundamente amargo, negro y desesperanzado.
Escenas en una galer¨ªa
Director y productor: Paul Mazursky. Gui¨®n: Paul Mazursky y Roger L. Simon. Fotograf¨ªa: Fred Murphy. Producci¨®n: Touchstone EE UU, 1991. Interpretes: Woody Allen, Bette Midler. Salas de estreno en Madrid: California (versi¨®n original), Palacio de la M¨²sica, Amaya, Novedades y Aluche
Ambas pel¨ªculas utilizan los problemas sentimentales de los protagonistas como coartada para desarrollar sus complejos de culpabilidad hasta caer en las formas m¨¢s absurdas de aislamiento y autoenga?o. La diferencia fundamental es que, en el hipermercado de los a?os 90, la culpa se paga con tarjeta. Esto, que dicho as¨ª, puede parecer el colmo de la campanudez, est¨¢ h¨¢bilmente sugerido en el filme sin ning¨²n subrayado, s¨®lo a trav¨¦s de unos di¨¢logos sin desperdicio, que bien podr¨ªa haber firmado Woody Allen, aqu¨ª en su primer papel como actor en una pel¨ªcula ajena desde que protagonizara El destierro, de Martin Ritt, en 1975.
Desde la primera hasta la ¨²ltima frase de Escenas en una galer¨ªa, el d¨®lar y la mala conciencia est¨¢n unidos muchos m¨¢s indisolublemente que Nick y Deborah -¨¦l, un abogado de ¨¦xito especializado en chanchullos relacionados con deportistas, ella, una psic¨®loga, autora de best-sellers sobre la felicidad conyugal-, los cuales acaban descubriendo que lo ¨²nico que tienen en com¨²n es su condici¨®n de farsantes, de ex-progres subidos al carro del dinero.
En uno de los momentos m¨¢s sangrientos y divertidos de Escenas en una galer¨ªa, el matrimonio protagonista -admirablemente compuesto por Allen y Bette Midler- se refugia en una sala cinematogr¨¢fica donde se proyecta Salaam Bombay: el filme hind¨² de Mira Nair es el mejor ejemplo de un tipo de cine perfectamente dise?ado para servir de f¨¢cil expiaci¨®n a las malas conciencias. Mazursky aspira justamente a lo contrario.
Este c¨ªrculo vicioso de culpabilidades mal asumidas est¨¢ reflejado en las dos pel¨ªculas mediante un movimiento incesante de los protagonistas que no les lleva a ninguna parte, porque nunca llegan a salir de sus propias ratoneras. La idea est¨¢ sintetizada en Enemigos a trav¨¦s de la norla de Coney Island; y en Escenas..., a trav¨¦s del d¨¦dalo de pasadizos y escaleras mec¨¢nicas de una galer¨ªa comercial de Los ?ngeles.
Escenas... no alcanza la altura de Enemigos -el mejor Filme de Mazursky-, pero no por ello deja de ser un retrato certero y nada complaciente de los tiempos que corren.
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