800 a?os de c¨¢rcel

?NO QUER?IS taza?: pues taza y media. Tal puede ser el burdo resumen de la petici¨®n fiscal de la Audiencia Provincial de M¨¢laga de 800 a?os de c¨¢rcel para 34 personas, cuatro de ellas m¨¦dicos, acusadas de 22 delitos de aborto cometidos en la cl¨ªnica del ya a la fuerza popular ginec¨®logo Germ¨¢n S¨¢enz de Santamar¨ªa, para quien se solicitan 90 a?os de c¨¢rcel y 100 de inhabilitaci¨®n; es decir, que no pasar¨¢ consulta, en el caso de que fuera condenado, hasta el a?o 2091.Pero si el concepto del tiempo adquiere en las peticiones fiscales un car¨¢cter casi m¨¢gico, en el orden de las costumbres sociales la normativa al uso y quienes la aplican con mayor o menor rigor se distancian a¨²n m¨¢s del presente. La legislaci¨®n vigente, modificada en 1985, admite el aborto en tres supuestos: malformaciones del feto, grave riesgo para la vida de la madre y violaci¨®n. Dentro del Gobierno y del PSOE existen voces autorizadas que hablan ya de un cuarto supuesto: el socioec¨®nomico.

Sin embargo, la v¨ªa de los supuestos dejar¨ªa el problema tal y como est¨¢, es decir, con un discrecional control por parte de jueces, corporaciones m¨¦dicas y particulares a trav¨¦s de la acci¨®n popular, lo que permitir¨ªa la repetici¨®n de casos como el que ahora enjuicia la Audiencia de M¨¢laga. Queda, naturalmente, la posibilidad de estudiar y aprobar una ley de plazos. La diferencia esencial entre todas las opciones no es jur¨ªdica, sino de sentido com¨²n: considerar a la mujer due?a de su cuerpo y de sus actos. Darle, pues, carta de naturaleza como ser humano adulto, con criterio suficiente para decidir por s¨ª misma sobre su presente y futuro. El resto son divagaciones paternalistas de uno u otro signo, con el riesgo de no poder acceder a la consulta del ginec¨®logo hasta dentro de un siglo. Un disparate.