Los rebeldes et¨ªopes trabajaron con ardor para cambiar su imagen radical

La facci¨®n rebelde et¨ªope que encabezar¨¢ lo que fuentes norteamericanas describen como Gobierno temporal de Etiop¨ªa trabaj¨® duramente en los ¨²ltimos a?os para transformar su imagen de movimiento fiel a las m¨¢s r¨ªgidas formas y modos marxistas, afirmaron en Estados Unidos analistas de la situaci¨®n.La organizaci¨®n rebelde de la que se trata, el Frente Democr¨¢tico Revolucionario del Pueblo Et¨ªope (FDRPE) es una coalici¨®n de varios grupos, aunque dominada por los rebeldes de la provincia del Tigray, al norte de Etiop¨ªa.

Los rebeldes tigrai?os, inclu¨ªdo su l¨ªder, Meles Zenaui, son en su mayor parte estudiantes de la Universidad de Addis Abeba que segu¨ªan la ideolog¨ªa marxista de diversos grupos estudiantiles desde antes de que el emperador Halle Selasie fuera derrocado en los a?os setenta.

Funcionarlos y analistas norteamericanos dicen que la necesidad de recabar apoyos entre la tradicional poblaci¨®n conservadora de la provincia de Tigray hizo que moderasen considerablemente sus puintos de vista.

"Todos ellos ten¨ªan una pesada carga marxista desde sus tiempos en la Universidad", dice un veterano funcionario del Departamento de Estado. Al mismo tiempo, agregan otras fuentes, su oposici¨®n al Gobierno central del general Mengistu Halle Mariam se basaba en el con vencimiento de que el general no era partidario de una amplia colectivizaci¨®n.

En los ¨²ltimos tiempos, los rebeldes del Tigray mantuvieron discusiones internas acerca de que modelo comunisra era el ideal, si el alban¨¦s o el maoista. Funcionarios norteamericanos dicen que los debates ideol¨®gicos carec¨ªan de sentido real, porque la fuerza para acceder al Gobierno de los rebeldes era escasa.

Zenaui, que naci¨® en el pueblo de Adua, cre¨® en los a?os setenta, cuando estudiaba Medicir¨ªa, la Liga Marxista-Leninista del Tigray, grupo precursor de la fuerza rebelde que encabeza hoy.

Un antiguo diplom¨¢tico y una autoridad en temas et¨ªopes, Paul B. Henze, afirma que los rebeldes de Tigray comenzaron glorificando a Mao y a Stalin, pero descubrieron paulatinamente que s¨®lo podr¨ªan ganarse al apoyo de la poblaci¨®n tigrai?a si suavizaban sus puntos de vista.

"Poco a poco fueron aprendiendo a relacionarse con la tradicional poblaci¨®n cristiana de Tigray", dice Henze, "y hasta que no reformaron sus criterios, no tuvieron predicamento entre la poblaci¨®n".