El hijo de Schmidt

Este pol¨ªtico elegante, nacido en L¨¹beck hace 51 a?os, de modales suaves y gustos exquisitos, que usa camisas de seda, gusta de la buena mesa, fuma en pipa y colecciona arte contempor¨¢neo, apareci¨® en escena a finales de diciembre pasado cuando la derrota en las elecciones generales hab¨ªa dejado al SPD desnudo. No fue f¨¢cil convencerle. Prefer¨ªa la tranquilidad de su sill¨®n en el norte?o land de Schleswig-Holstein y desconfiaba de las trampas que pudiera encontrarse bajo la mesa de su despacho en la sede central socialdem¨®crata en Bonn.Fue su paisano Willy Brandt quien le convenci¨® de que aceptara sustituir a Hans Joachim Vogel. Lo hizo con condiciones: seguir¨ªa en Kiel, no asumir¨ªa la jefatura del grupo parlamentario en el Bundestag y no se comprometer¨ªa a convertirse autom¨¢ticamente en candidato a la canciller¨ªa. Las cosas, sin embargo, han cambiado mucho en s¨®lo cinco meses. El SPD supera claramente a los democristianos en todas las encuestas y ha ganado abrumadoramente las ¨²ltimas elecciones regionales mientras la coalici¨®n que gobierna en Bonn se tambalea.

Engholm ve c¨®mo su popularidad aumenta pero lo m¨¢s importante es que va a conseguir finalmente que la generaci¨®n de pol¨ªticos a la que pertenece se haga con el control real del partido, lo que nunca pudo conseguir Lafontaine. Y, parad¨®jicamente, no se considera un nieto de Brandt, sino un hijo de Schmidt.