Dos Santos y Savimbi firman la paz de Angola
El apret¨®n de manos entre el presidente de la Rep¨²blica Popular de Angola, Jos¨¦ Eduardo dos Santos, y el l¨ªder de UNITA, Jonas Savimbi, tras la ratificaci¨®n de los acuerdos de paz que terminan con la guerra civil angole?a, careci¨® a¨²n de espontaneidad, aunque ¨¦se fue un pormenor sin importancia: los dos hombres llevan el peso de largos a?os de lucha sangrienta, ataques e insultos, y a partir de ahora son adversarios pol¨ªticos ante las elecciones presidenciales de septiembre de 1992. Al calor de esta reuni¨®n de armisticio el ministro sovi¨¦tico de Exteriores dijo traer "ideas nuevas" para una posible cumbre al m¨¢s alto nivel entre EE UU y la URSS.
Lo que de verdad importa es las firmas que ambos dirigentes angole?os escribieron sobre los acuerdos de paz de Estoril, y su compromiso de honor de respetar todas las cl¨¢sulas, que asumieron en presencia del secretario de Estado de Estados Unidos, James Baker; el ministro sovi¨¦tico de Exteriores, Alexandr Besm¨¦rtnij, el secretario general de la ONU y el presidente en ejercicio de la OUA, y el gobierno portugu¨¦s en pleno.El futuro dir¨¢ si la solemnidad dada al acto y la presencia de decenas de testigos son suficientes para garantizar la paz. Todos los oradores subrayaron las muchas dificultades vencidas y los muchos obst¨¢culos por superar para llegar a una pacificaci¨®n completa, la democracia y el bienestar en Angola.
Los discursos del presidente angole?o y el l¨ªder de UNITA (Uni¨®n Nacional para la Independencia Total de Angola) fueron radicalmente diferentes, como las personalidades respectivas y su pasado pol¨ªtico.
Jos¨¦ Eduardo dos Santos opt¨® por un discurso de Estado y la asunci¨®n de la plena responsabilidad del pasado y el futuro de Angola. H¨¢bilmente, aludi¨® a los 30 a?os de lucha por la independencia de Angola, rindi¨® homenaje a los que dieron la vida por ella, as¨ª como a su antecesor, Agostinho Neto, sin ofender a sus anfitriones portugueses ni la sensibilidad de UNITA. Situ¨® la paz de Angola en el contexto m¨¢s amplio de la paz en ?frica austral e hizo votos para la r¨¢pida conclusi¨®n de un acuerdo de paz en Mozambique y el fin del apartheid en Sur¨¢frica.
Jon¨¢s Savimbi, que improvis¨®, eligi¨® un rol de simp¨¢tico y salud¨® al "presidente de la Rep¨²blica Popular de Angola, mi compatriota" (durante a?os, la emisora de los rebeldes hab¨ªa acusado a Dos Santos de no ser angole?o sino de Santo Tome; por su parte Dos Santos ni mencion¨® al l¨ªder guerrillero). Savimbi agradeci¨® a los mediadores, e invoc¨® el apoyo de Dios, para completar la obra de paz, en el preciso momento en que las campanas de Lisboa repicaban saludando la paz.
Antes de participar, juntos, en la recepci¨®n ofrecida por el presidente portugu¨¦s, Mario Soares, Dos Santos y Savimbi mantuvieron un primer encuentro cara a cara, para tratar, sobre todo, del regreso de Savimbi a Luanda, en la segunda quincena de junio, tema de fricci¨®n en el pasado.
Charlas para la 'cumbre'
El ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores, Alexandr Besm¨¦rtmi, trajo de Mosc¨² ideas nuevas, que expuso ayer en Lisboa a su hom¨®logo norteamericano, James Baker. Si la respuesta de Washington es la esperada, los dos pol¨ªticos podr¨¢n llegar a un acuerdo para la realizaci¨®n, en semanas, de la nueva cumbre norteamericano-sovi¨¦tica, congelada hace varios meses.
Seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas sovi¨¦ticas, el principal tema de conversaci¨®n entre Baker y Besm¨¦rtnij en Lisboa ser¨¢ el traslado sobre reducci¨®n de las fuerzas convencionales en Europa (CFE), firmado en noviembre en Par¨ªs, pero acerca del cual subsisten a¨²n divergencias. El encuentro deber¨ªa permitir desbloquear la cuesti¨®n de la inclusi¨®n o no en el recuento de las fuerzas de ambos lados, los blindados y otras armas pesadas de las unidades de marines.
Las mismas fuentes hablan de la posibilidad de un "aut¨¦ntico salto cualitativo". Si este salto incluye la participaci¨®n de Gorbachov en la pr¨®xima reuni¨®n del G-7, es imposible decirlo de momento.
Finalmente, Baker y Besm¨¦rtnij hablar¨¢n tambi¨¦n de la situaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo. Mosc¨² considera que Israel mantiene una postura muy poco constructiva y quiere acordar con Washington una presi¨®n m¨¢s en¨¦rgica sobre los pa¨ªses ¨¢rabes y tambi¨¦n sobre Israel.
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