Un juicio abierto
LOS POLIC?AS Jos¨¦ Amedo y Michel Dom¨ªnguez comparecen hoy a juicio, tres a?os despu¨¦s de que el juez Baltasar Garz¨®n decretara su prisi¨®n incondicional por indicios de ser los principales organizadores de los Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n (GAL). Pero en los tres a?os transcurridos desde la formulaci¨®n de aquella inicial hip¨®tesis no s¨®lo no se han aclarado los hechos, sino que se han vuelto, si cabe, m¨¢s confusos. La ambig¨¹edad preside el inicio de un juicio previsto, en principio, para dos meses: no se sabe si se reducir¨¢ al caso Amedo, o sea, a dilucidar las andanzas presuntamente delictivas de dos polic¨ªas en su particular guerra sucia contra el terrorismo de ETA, como pretende el ministerio fiscal, o, por el contrario, dar¨¢ ocasi¨®n a arrojar alguna luz sobre el insondable misterio de los GAL y despejar la inc¨®gnita de la c¨²spide de su organigrama, como pretenden los representantes de la acci¨®n popular.Te¨®ricamente, todo es posible. Las diversas hip¨®tesis apuntadas en el sumario se contemplan en el juicio oral, y ninguna de ellas tiene m¨¢s valor que la otra en la b¨²squeda de la verdad. Defensores y acusadores tienen las mismas posibilidades, y la libertad de defensa ampara a todos por igual. Pero ello no impide que las limitaciones surgidas en la instrucci¨®n de este pol¨¦mico proceso puedan ser interpretadas en el inicio del juicio como un grave condicionante de su resultado. Con tales antecedentes hay razones para temer sobre el desarrollo del juicio oral hoy iniciado.
En primer lugar, las condiciones en las que se celebra el juicio no pueden desligarse de la confesada incapacidad de la justicia para investigar los fondos reservados, verdadero eslab¨®n en la demostraci¨®n de una de las hip¨®tesis barajadas en el sumario y que la acci¨®n popular mantiene en el juicio oral: la financiaci¨®n de las acciones criminales de los GAL con dinero p¨²blico. Al hacer suya la tesis de la raz¨®n de Estado alegada por el Gobierno para oponerse a la investigaci¨®n de tales fondos, la justicia cre¨® un precedente de incalculables consecuencias para la correcta interpretaci¨®n de las reglas que regulan el funcionamiento del Estado de derecho. Y al mismo tiempo rest¨® credibilidad a su propia actuaci¨®n en el futuro desarrollo del proceso: si la raz¨®n de Estado se interpuso una vez ante la acci¨®n de la justicia, nada impedir¨ªa que se interpusiera nuevamente en el juicio oral.
La investigaci¨®n hacia arriba en el caso Amedo se enfrenta, pues, en el juicio a los mismos obst¨¢culos con que tropez¨® en el sumario. Pero tambi¨¦n la horizontal -aquella que se sit¨²a en el nivel funcionarial de Amedo y Dom¨ªnguez- llega al juicio m¨¢s bien menguada. Al menos, ¨¦se es el objetivo que parece perseguir el ministerio Fiscal. A su entender, los hechos que imputa a Amedo y Dom¨ªnguez -b¨¢sicamente, seis asesinatos frustrados, reivindicados en su d¨ªa por los GAL- fueron cometidos por iniciativa de los dos polic¨ªas, exclusivos integrantes de una innominada y desconocida banda armada. En su inter¨¦s por individualizar al m¨¢ximo los delitos imputados a los procesados y por limpiarlos de cualquier sospecha de implicaciones p¨²blicas, el ministerio fiscal no ha dudado en plantear en el juicio una versi¨®n de los hechos dif¨ªcilmente comprensible. Su tarea en el juicio ser¨¢ demostrar que es una versi¨®n l¨®gica y coherente, mientras que la acci¨®n popular tendr¨¢ su mayor dificultad en allegar pruebas sobre la posible conexi¨®n de Amedo y Dom¨ªnguez con el entramado de los GAL.
En todo caso, muy pronto se ver¨¢ si el juicio que hoy se inicia lo ser¨¢ del caso Amedo o tambi¨¦n proyectar¨¢ alguna luz sobre las sombras de los GAL: el origen y las formas de financiaci¨®n y organizaci¨®n de esta tenebrosa banda criminal, que tiene sobre sus espaldas 23 asesinatos de miembros de ETA en Francia en la ¨¦poca que precedi¨® al cambio de actitud del Gobierno franc¨¦s respecto a los terroristas. El tribunal que juzga a partir de hoy el caso -distinto del que se avino a las razones del Gobierno en la investigaci¨®n de los fondos reservados- deber¨¢ tener en cuenta las distintas hip¨®tesis. De ah¨ª que sea fundamental para la credibilidad de la propia justicia y del juicio que hoy se inicia que todas ellas est¨¦n en condiciones de igualdad respecto a su posible verificaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Baltasar Garz¨®n
- Detenciones
- Opini¨®n
- Guerra sucia
- Caso Amedo-Dom¨ªnguez
- Acci¨®n policial
- Cuerpo Nacional Polic¨ªa
- GAL
- Pol¨ªtica antiterrorista
- Polic¨ªa
- Casos judiciales
- ETA
- Lucha antiterrorista
- Fuerzas seguridad
- Corrupci¨®n
- Espa?a
- Grupos terroristas
- Delitos
- Juicios
- Sucesos
- Pol¨ªtica
- Proceso judicial
- Justicia
- Terrorismo Estado
- Terrorismo