Malos tiempos para el humanismo

Primero fueron algunos escritores, estudiosos de la historia de la literatura y bastantes fil¨®logos. Ellos dieron hace un a?o la voz de alarma ante el olvido de la historia de la literatura espa?ola en el primitivo proyecto de directrices generales para la reforma del plan de estudios de la carrera de Filolog¨ªa Hisp¨¢nica.El pretexto era el deseo de no herir la sensibilidad de las comunidades aut¨®nomas con lengua propia distinta del castellano. Afortunadamente, aquellas voces de alarma parece que dieron sus frutos y el desaguisado se corrigi¨® sobre la marcha.

Luego, han sido profesores de otros campos del saber human¨ªstico los que han continuado, como ahora los fil¨®sofos, advirtiendo sobre el desastre cultural que puede representar el relegar el estudio del lat¨ªn, el griego, la filosof¨ªa... en los futuros planes de estudios de los nuevos bachilleratos.

La competencia de esas materias con asignaturas del ¨¢mbito de las ciencias sociales (la econom¨ªa, por ejemplo) o de las tecnolog¨ªas en general, en un bachillerato con una enorme abanico de materias optativas, hace temer a los humanistas que la batalla pueda estar perdida desde ya.

En estos momentos, el Consejo de Universidades estudia la posibilidad de crear una licenciatura en Humanidades, contra la que han alzado su protesta los historiadores. En su opini¨®n, una "licenciatura de s¨ªntesis" de todas las humanidades puede representar el fin de cada una de las carreras englobadas en ese concepto gen¨¦rico.

Ellos piensan que esa s¨ªntesis tiende a favorecer la pol¨ªtica ministerial en su recluta de profesores generalistas para la futura ense?anza secundaria y a¨²n para el bachillerato, obviando, as¨ª, la vieja pendencia que mantiene la Administraci¨®n con los sindicatos y profesores especialistas, opuestos sistem¨¢ticamente a que se les obligue a hacerse cargo de las ense?anza de disciplinas afines a las de su especialidad.