Con la fiesta de la soberan¨ªa llega la 'guerra'

H. T. La fiesta de gala con que el presidente Franjo Tudjman hab¨ªa obsequiado a parlamentarios, Gobierno y prensa extranjera en Zagreb acababa de concluir. A¨²n resonaba la solemne declaraci¨®n de "el estado de Croacia ha nacido" y los aplausos y v¨ªtores de los padres de su constituci¨®n. Los ciudadanos de Zagreb se hab¨ªan abrazado por las calles y las banderas con el damero roji-blanco ondeaban en las principales calles de la ciudad.

En cuanto se apag¨® el bullicio oficial resurgi¨® la sangrienta realidad. La explosi¨®n de bombas y minas, intensos tiroteos y los primeros muertos de la, independencia en Glina fueron la primera respuesta que recibi¨® el autoproclamado Estado soberano croata. Despu¨¦s, los carros de combate del Ej¨¦rcito federal rompieron una vez m¨¢s el pavimento de las carreteras de la regi¨®n de Glina.A mediod¨ªa prosegu¨ªan los tiroteos espor¨¢dicos pero el ej¨¦rcito no permit¨ªa ya entrar a nadie en la ciudad. En los campos circundantes, campesinos croatas armados con ametralladoras alemanas de la Segunda Guerra Mundial, alg¨²n Kal¨¢shnikov y muchas escopetas de caza, escuchaban indignados los pormenores del asalto que les narraban dos polic¨ªas que hab¨ªan logrado huir al campo y se hab¨ªan escondido all¨ª poco antes.

"Seguir¨¢n con los ataques y creo que habr¨¢ guerra, los serbios quieren guerra", dec¨ªa uno de ellos. Ni los polic¨ªas ni los campesinos, que conducen a cinco periodistas a trav¨¦s de caminos ocultos hasta el l¨ªmite de la ciudad, se f¨ªa del ej¨¦rcito que se halla a pocos metros.

La proclamaci¨®n de independencia no ha dado a las autoridades croatas mayor control sobre los 600.000 serbios que viven en su territorio, la mayor¨ªa de los cuales odia a muerte a Tudjman y a su gobierno. Muchos recuerdan que el d¨ªa de la Pascua ortodoxa de 1941, los ustachis croatas encerraron a m¨¢s de 2.000 serbios en la iglesia a la que despu¨¦s prendieron fuego.

Nadie sobrevivi¨®. Los serbios de Glina, el 60% de los 25.000 habitantes, son buenos receptores para la propaganda del radicalismo serbio. Consideran a Tudjman igual que aquel Ante Pavelic, l¨ªder de los ustachis fascistas en 1941, responsable de aquellas matanzas.

Armados, organizados y adoctrinados por la llamada milicia de Krajina, una banda que emula a los cetnik serbios de la guerra -los nacionalistas mon¨¢rquicos que compitieron en barbarie con los ustachis- han protagonizado la primera gran operaci¨®n armada contra la Croacia independiente. No solos, sino con comandos de Knin y de Bosnia, dicen unos.

Bloqueo de carreteras

Los campesinos croatas de la regi¨®n pasaron su primer d¨ªa de independencia en las carreteras, apostados en los densos bosques junto a barricadas. Viejos sal¨ªan de las cunetas con un cargador de cartuchos cruzado sobre el pecho desnudo.

Chicos a¨²n en edad escolar registraban los coches empu?ando muy nerviosos sus pistolas, para relajarse al saber que hablaban con periodistas occidentales. Poco despu¨¦s retiraban sonrientes los troncos que hab¨ªan cruzado sobre la estrecha calzada para impedir el paso de los coches.

Son chicos del campo que deb¨ªan estar trabajando en sus peque?as parcelas en plena temporada y sin embargo, poco importa la cosecha cuando solo piensan en que "habr¨¢ guerra" y temen que "el ej¨¦rcito serbio", como todos ellos dicen, llegue a sus casas y ocupe la regi¨®n "para d¨¢rsela a [presidente serbio Slobodan] Milosevic".

Con esa solemnidad pat¨¦tica del nacionalismo decimon¨®nico aseguran una y otra vez que est¨¢n "dispuestos a morir por Croacia y nuestra casa".