Mary Joe Fern¨¢ndez, semifinalista del torneo de Wimbledon a costa de Arantxa S¨¢nchez
Arantxa S¨¢nchez Vicario dej¨® inacabada la que podr¨ªa haber sido una de las m¨¢s bellas haza?as en la historia del tenis femenino espa?ol. Sesenta y tres a?os despu¨¦s de que Lil¨ª ?lvarez disputara la ¨²ltima de sus tres finales en Wimbledon, ella, a sus 19, tuvo a su alcance pasar a las semifinales del certamen m¨¢s prestigioso del mundo, el mismo que ha coronado a las campeonas m¨¢s grandes. Pero no lo logr¨®. La culpable fue una estadounidense de origen hispano, Mary Joe Fern¨¢ndez, tambi¨¦n de 19, que la bati¨® por 6-2 y 7-5 en una hora y 39 minutos.
"Estoy contenta. Sinceramente, creo que he hecho un buen torneo", coment¨® Arantxa S¨¢nchez, la cuarta cabeza de serie, en un momento de resignaci¨®n. La sensaci¨®n que envolvi¨® la Sala de Prensa de Wimbledon fue, sin embargo, otra muy distinta. No fue s¨®lo una oportunidad hist¨®rica la que acarici¨® sin ¨¦xito la catalana, sino tambi¨¦n la ocasi¨®n de confirmar como merece la que est¨¢ siendo uno de las mejores temporadas de su carrera. Desde enero no hab¨ªa sido eliminada en ninguna competici¨®n antes de las semifinales. En las de Sidney, Berl¨ªn, Par¨ªs (Roland Garros) y Eastbourne incluso hab¨ªa alcanzado la final. Quinta del mundo, hab¨ªa llegado a la convicci¨®n de que su juego pod¨ªa medirse, por fin, con el de las mejores.No obstante, todo ello no fue suficiente para solventar un compromiso te¨®ricamente asequible, pues S¨¢nchez no hab¨ªa cedido un s¨®lo set ante Fern¨¢ndez, la quinta cabeza de serie, en sus dos enfrentamientos anteriores. Apenas se oy¨® en la fr¨ªa pista n¨²mero 1 el habitual "?varnos!" de la espa?ola, la mala se?al que describi¨® el tono fat¨ªdico del encuentro. Arranc¨® con su habitual coraje. Severos golpes de rev¨¦s y buenas aperturas a las l¨ªneas la garantizaron cierta igualdad ante una rival conservadora y sosegada. Sin embargo, un detalle advirti¨® del desenlace: mientras Arantxa daba la impresi¨®n de dejar la vida en cada pelota, Mary Joe se mov¨ªa sin crispaci¨®n alguna, completamente relajada.
La confirmaci¨®n lleg¨® en el sexto juego. Mary Joe logr¨® el break, la rotura del servicio rival, y acab¨® por descentrar a Arantxa, que volvi¨® a ceder su saque en el octavo, lo que supuso el 6-2 en el marcador.
S¨¢nchez es incapaz de abandonar una cancha sin demostrar su clase, su fortaleza de esp¨ªritu. En el primer juego del segundo set dispuso de tres puntos de ruptura, pero no los culmin¨®. Esta adversidad tens¨® su juego, crisp¨® su rostro y apur¨® sus movimientos, faltos de coordinaci¨®n, cansados. El gui¨®n del partido estaba en manos de Fern¨¢ndez y la barcelonesa comenz¨® a dedicar demasiadas miradas a su entrenador, Eduardo Osta, lo que le cost¨® una penalizaci¨®n (warning) en el sexto juego, el m¨¢s triste, pues contabilizo dicha pena, una doble falta y la p¨¦rdida del saque.
Pero, por primera vez, el p¨²blico comenz¨® a animarla. El noveno juego, con 5-3 a favor de la estadounidense y el servicio en su poder, fue de una intensidad memorable. De nuevo Arantxa dispuso de varias opciones de break y, lo consigui¨® en el sexto intento despu¨¦s de salvar dos pelotas de partido. Lamentablemente, la reacci¨®n fue un espejismo, ya que, tres juegos despu¨¦s, Fern¨¢ndez sentenci¨® por 7-5.
Al suspenderse la jornada por culpa de la lluvia, el cuadro femenino s¨®lo conoci¨® ayer a dos semifinalistas, Fern¨¢ndez y Steffi Graf (Alemania, 1?) , que se impuso a Zina Garrison (EE UU, 71), la finalista de la pasada edici¨®n de Wimbledon, por un incontestable 6-1 y 6-3. El resto de los partidos quedaron interrumpidos.
Edberg elimin¨® a McEnroe
En la categor¨ªa masculina, Stefan Edberg (Suecia, 1?) elimin¨® en los octavos de final a John McEnroe (EE UU, 16?) por 7-6, 6-1 y 6-4. El torneo perdi¨® as¨ª, baj¨® la atenta mirada de Tatum O'Neal y Eric Clapton, a una de sus atracciones, McEnroe, quien desde 1984 no conoce la victoria en un certamen del Grand Slam. El norteamericano conserva como pocos sus golpes, ¨²nicos y m¨¢gicos, y su car¨¢cter protest¨®n no ha variado, pero el circuito profesional est¨¢ en otras manos. McEnroe es ya un bello recuerdo con sus reacciones tan particulares en muchos momentos. Pero el tenis actual no perdona en su avance. El mismo checoslovaco Ivan Lend1 lo acus¨® una vez m¨¢s el lunes al caer eliminado ante es estadounidense David Wheaton. N¨ªcEnroe tuvo su gran etapa y puso el punto casi mal al retirarse cuando se cas¨® y naci¨® su primer hijo. Al regresar, nunca fue ya el mismo. Su deporte ya es hoy como un eslalon de aguas bravas en el que la corriente es demasiado fuerte para corregir los errores. Si uno se sale un momento del trazado bueno de las puertas, es penalizado sin posible remisi¨®n. Ayer tambi¨¦n alcanz¨® los cuartos de final Jim Courier (EE UU, 4?), el disc¨ªpulo de Jos¨¦ Higueras que recientemente triunf¨® en Roland Garros. Courier se impuso a Karel Novacek (Checoslovaquia, 14?) por 6-3, 6-4 y 6-2, lo que demuestra su solvencia en todo tipo de superficies. Pas¨® alg¨²n apuro en la ronda anterior, pero ha demostrado que se ha readaptado a las superficies r¨¢pidas.
Wheaton, el 20? del mundo y verdugo de Lendl, y Michael Stich (Alemania, 6?), el sernifinalista de Roland Garros derrotado por Courier, tambi¨¦n alcanzaron la siguiente ronda.
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