Croacia, en pie de guerra

En Eslovenia se han reanudado con gran violencia los ataques entre el Ej¨¦rcito federal yugoslavo y las fuerzas de Defensa Territorial de la rep¨²blica. En Croacia, mientras, nadie cree en una soluci¨®n pac¨ªfica. Todos se preparan para la guerra. El punto de no retorno ha sido ya superado. S¨®lo un milagro pol¨ªtico y diplom¨¢tico puede evitar aqu¨ª el ba?o de sangre. "Como no intervenga la OTAN., los Balcanes van a arder", dec¨ªa ayer en Osijek el joven croata Dario, que no sale de su estupor ante tanta locura colectiva, pero que se ha negado a las s¨²plicas de su padre para que se marche a Alemania. "Me quedo para luchar".

Otros han vuelto del exterior para unirse a su pueblo en esta guerra entre etnias y culturas. Varga es un croata que trabaja desde hace 15 a?os en Suiza, como varios miles de su compatriotas en Alemania y Austria, han pedido vacaciones o permiso indefinido. Otros simplemente han abandonado el trabajo ilegal que realizaban en la Europa rica.Varga asegura orgulloso haber ido varias veces entre tanto a Suiza y Austria "para traer armas de todo tipo, desde pistolas a las pump-gun", unos temibles fusiles que proliferan ya en las barricadas de la regi¨®n.

Ayer miles de serbios y croatas, todos fuertemente armados, vigilaban las carreteras de la regi¨®n croata de Eslavonia, en un estado de enorme excitaci¨®n. Los tiroteos se extendieron ayer por toda la regi¨®n sin esperar a que cayera la noche, como es habitual desde hace semanas. En algunos pueblos, la poblaci¨®n comenz¨® ayer a cavar trincheras. Las barricadas de camiones, maquinarla agr¨ªcola y troncos hacen pr¨¢cticamente imposible circular en estos -nuevos frentes entre pueblos serbios y croatas.

La peque?a aldea de Markusica est¨¢, como otros pueblos serbios de Eslavonia, rodeada por polic¨ªa croata desde hace meses. Sin embargo, el armamento con que cuentan all¨ª los serbios mejora d¨ªa a d¨ªa.

"El Ej¨¦rcito federal les lleva las armas y lo que necesiten. Los grupos de cetniks que no son del pueblo entraron en veh¨ªculos militares de la JNA [Ej¨¦rcito federal]", asegura la polic¨ªa croata en la cercana ciudad de Vinkovci.

Un grupo de serbios estrenando Kal¨¢shnikov detuvo ayer durante cerca de una hora al enviado especial de EL PA?S y a un colega franc¨¦s para identificarles primero y darles despu¨¦s una conferencia forzosa sobre la infinita bondad de los serbios y el esp¨ªritu canalla y fascista de los croatas. Los voluntarios croatas que vigilan las carreteras est¨¢n tambi¨¦n siempre dispuestos a una explicaci¨®n hist¨®rica con signo inverso.

En la habitaci¨®n donde fueron retenidos los periodistas hab¨ªa almacenadas cajas de munici¨®n y granadas del Ej¨¦rcito federal. Result¨® adem¨¢s evidente por su desconocimiento de los alrededores que los que dirig¨ªan el interrogatorio no eran del pueblo, sino llegados de Serbia, aunque ellos lo negaron. La polic¨ªa croata asegura que comandos radicales serbios llegados a trav¨¦s del Danubio desde la provincia de Voivodina han ocupado los pueblos, forzando bajo continua amenaza de muerte a la poblaci¨®n serbia a apoyarles en su hostigamiento a las fuerzas policiales de la Rep¨²blica.

En Borovo Selo, el Ej¨¦rcito federal, que con carros blindados form¨® una barrera entre serbios y croatas desde que el 2 de mayo murieran en el pueblo 12 polic¨ªas de la Rep¨²blica, contaba ayer con un inminente ataque de milicias voluntarias croatas que estaban agrup¨¢ndose a unos pocos centenares de metros.

Recuerdo de matanzas

Los serbios en Eslavonia aseguran que si el Ej¨¦rcito se retirara a los cuarteles, la polic¨ªa croata los matar¨ªa a todos. Este temor, el recuerdo de las matanzas de serbios a manos croatas en 1941 y el miedo a ser tachados de traidores han llevado a miles de padres de familia y trabajadores a unirse a los grupos de cetniks entrenados y financiados al menos en parte por Serbia.

Ayer, en Vinkovci, Ilia y Liliana, un matrimonio con dos hijas peque?as, vio c¨®mo el fruto de sus ahorros de 20 a?os de trabajo y privaciones en el extranjero volaba por los aires. Un explosivo pl¨¢stico destroz¨® su diminuta cafeter¨ªa en una de las muchas explosiones que se sucedieron a lo largo del d¨ªa.